Radiaciones, Espectro Radioeléctrico, 5G y su “impacto” en la salud

Ya hablamos sobre los conceptos importantes en torno a la radiación — por lo mismo, te invitamos a ver la nota al respecto, en caso de que no lo hayas hecho aún, así como también la de radiactividad. Ahora, veamos cómo se aterrizan estos conceptos en el área de las telecomunicaciones.

Pero antes, saquemos de inmediato al elefante bajo la mesa:

5G, SARS-CoV-2 y las conspiraciones

Una de las conspiraciones que más fuerza ha agarrado durante los últimos meses, es esa en donde supuestamente las nuevas antenas 5G son capaces de transmitir el virus causante del COVID-19.

Con la definición de radiación que entregamos en la primera nota, podemos desmentir de inmediato esta hipótesis. Recordemos: “La radiación es básicamente todo tipo de emisión y distribución de energía a través de ondas electromagnéticas”.

Entonces, la radiación emitida desde las antenas de telecomunicaciones solamente transmiten energía (No ionizante), esa que nos permite hacer llamadas y poder conectarnos a internet a través de nuestro teléfono, y no los virus.

¿Qué es lo que SÍ transmite al coronavirus? De lo que se sabe hasta el momento (y según lo descrito por la OMS) es que el virus se pasa de persona a persona a través de contacto directo o indirecto. Cualquier tipo de secreción bucal o nasal — conocidos como gotículas, que emitimos cuando tosemos, estornudamos o incluso cuando hablamos — puede contener el virus.

El Covid-19 no se transmite vía ondas radioeléctricas o radiaciones, mucho menos debido a antenas con tecnología 5G.

Por esto mismo se recomienda andar con mascarilla, ya que así se puede minimizar la cantidad de gotículas que salen al ambiente. Además, se recomienda estar constantemente lavándose las manos por el simple hecho de que el virus también puede quedar en superficies. Por eso en muchos supermercados te ofrecen alcohol gel antes de entrar, y lo mismo se debe hacer una vez que volvemos a nuestro hogar.

Pero… ¿Qué es el 5G?

Dejando todo el tema del coronavirus de lado, pasemos a ver en más detalle el tema del 5G y las antenas celulares; recordando y dejando en claro que el 5G, se refiere a la quinta generación de tecnologías móviles.

5G no se refiere a la banda 5GHz del espectro radioeléctrico que entrega nuestro Router en casa.

Como mencionamos en el artículo anterior, todas estas radiaciones emitidas desde las antenas corresponden a las de la categoría No Ionizante, lo cual implica que están del lado izquierdo del Espectro Electromagnético, junto a las microondas, infrarrojos y la luz visible.

Particularmente, las antenas y los celulares transmiten toda esta información a través de ondas de radiofrecuencias, que terminan formando un campo electromagnético. Ahora, fijémonos en las radiofrecuencias en las que trabajará la red 5G. Según la GSMA, esta tecnología requiere un amplio espectro para poder funcionar adecuadamente.

Para continuar te recomiendo leer:

Antes, miremos la siguiente figura editada a partir de la creada por Nathaniel Levine con fuente de New American Foundations, MCT y How Stuff Works. Grafica la porción del Espectro Radioeléctrico que corresponde al Espectro de Ondas de Radio, la misma zona que hoy ocupamos para smartphones, GPS, TV, radio, etc.

En la imagen anterior, al final del segmento de las Ondas de Radio encontramos las microbandas, zona donde se encuentran aproximadamente las bandas usadas por las antenas y celulares:

Este espectro en cuestión se divide en tres rangos: bandas inferiores a 1 GHz, bandas entre 1 y 6 GHz, y las que son superiores a 6 GHz. Por ejemplo, en el rango inferior se está trabajando con la banda 600 y 700 MHz (0.6 y 0.7 GHz), en el rango medio está la de 2300 MHz (2.3 GHz), 2500 MHz (2.5 GHz), 2600 MHz (2.6 GHz), 3500 MHz (3.5 GHz), entre varias otras más. En el rango superior nos podemos encontrar con la de 24 GHz o la de 28 GHz, las cuales consideramos como “milimétricas”.

Como sabemos, el proceso de licitación ya comenzó en nuestro país. A saber, los cuatro concursos corresponden a las bandas 700 MHz, las AWS (1700 y 2100 MHz), la de 3.6 GHz, y la de 28 GHz, la cual nunca ha sido adjudicada por una operadora anteriormente.

La gracia de las bandas de menor frecuencia es que tienen un mayor rango — es decir, se requieren menos antenas para cubrir una gran cantidad de área —, pero no logran transferir tanta información. Por esto, si estamos conectados a una red 5G que se mueve dentro de estas bandas, obtendremos velocidades más o menos similares o ligeramente superiores a las que tenemos con 4G. En el siguiente estudio puedes profundizar algunas ideas:

La siguiente imagen es muy clara para explicar porque se requieren tres bandas diferentes:

La banda 700MHz permite que con una antena puedas tener conectividad en torno a un radio de 12km. Para alumbrar un radio equivalente en bandas 1.7-1.9 AWS requieres al menos 5 a 6 antenas distribuidas uniformemente; y por último si lo hiciéramos en banda de 2.6GHz son necesarias al menos 16 radiobases.

En general, estas bandas son transmitidas por antenas más grandes, por lo cual su uso quedará remitido a sectores más alejados de un centro urbano.

Las bandas milimétricas son las que nos interesan en particular, ya que son estas las que nos entregarán mayores velocidades. Estas transmiten una mayor cantidad de información, pero tienen un rango muchísimo menor y bajo poder de penetración en muros, idealmente requieren visual directa. Las antenas necesarias para transmitir las bandas milimétricas son mucho más pequeñas, lo cual es ideal para ser instaladas en pleno centro de una ciudad, entre varios edificios.

En la siguiente figura modificada de la Enciclopedia Britannica, muestra que la banda milimétrica está en zona de radiaciones NO ionizantes.

El impacto en nuestra salud de las Bandas Milimétricas

Si nos fijamos en el Espectro Electromagnético, las bandas milimétricas están muy cerca de las microondas, lo cual nos puede llevar a pensar que esto es un problema. ¿Por qué? Básicamente, porque las microondas generan calor — por algo se ocupan para calentar nuestra comida.

Lo bueno es que hasta el momento no se han detectado aumentos en las temperaturas por exposición a redes 5G, esto según la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP), quienes además aseguran que la exposición a estos campos electromagnéticos sigue siendo igual de bajo a como ha sido históricamente.

Esta exposición es relativamente similar a la que estamos acostumbrados a recibir en nuestra casa por nuestras redes WiFi, Bluetooth, por la televisión, por las radios FM, etcétera, y es incluso menor a la que nos exponemos por tener nuestro smartphone cerca.

¿Genera cáncer como se suele decir? No, la exposición a estos campos electromagnéticos (radiaciones) no provocan cáncer. Una vez más, estas ondas pertenecen a la radiaciones No Ionizantes, por lo cual no existe forma de que altere nuestro cuerpo. Hasta el momento, ningún estudio ha encontrado consecuencias a largo plazo por estar expuestos a estos campos.

Esta preocupación nace por el hecho de que estamos expuestos por largos periodos de tiempo a estas ondas de radio, algo que puede ser “comparable” con la exposición a los rayos UV del Sol, cuyas consecuencias por estar mucho tiempo expuesto pueden ser quemaduras, o a largo plazo, generar algún tipo de cáncer en la piel.

Regulación y normativa

En Chile tenemos a la Ley 20.599, la cual regula la instalación de antenas (conocida como “Ley de Torres”), y que está incorporada a la Ley General de Telecomunicaciones (18.168) de nuestro país. De lo que nos interesa de ésta es el Artículo N°2, inciso primero, que determina que el procedimiento para dictar las normativas de emisión se tendrán que considerar los siguientes puntos:

  • Que la potencia máxima debe ser igual o menor al promedio de los cinco estándares más rigurosos de los países que forman parte de la OCDE.
  • Que las antenas no deben exceder un máximo de potencia en lugares de libre acceso para las personas. Además, se debe establecer un límite en aquellas que estén en centros hospitalarios, educacionales, salas cuna, jardines infantiles y hogares de ancianos.
  • Se debe realizar una consulta al Ministerio de Salud.
  • Se debe realizar un análisis de la necesidad de añadir señaléticas de seguridad.
  • Se debe realizar un análisis de la necesidad de establecer zonas de seguridad.

La normativa vigente para las antenas se detalla en este documento de la Subsecretaría de Telecomunicaciones. Particularmente, está comprendida para todas las antenas que operen entre las frecuencias de 9 kHz y 300 GHz — es decir, seguirá aplicando para cuando llegue el 5G a nuestro país.

Para frecuencias de entre 800 y 2.700 MHz, se establece un máximo de emisiones de 100 µW/cm^2 para zonas de libre acceso, y 10 µW/cm^2* para las zonas especiales mencionadas anteriormente. Todavía no está definido un límite para las frecuencias en las que opera el 5G, pero en el documento mencionado anteriormente, se detalla que entre los 2.200 MHz y los 300 GHz, el máximo permitido es hasta los 1000 µW/cm^2.

*[µW/cm^2] corresponde a la unidad de medida de la Densidad de Potencia con la que trabaja la Subtel. Básicamente, es la energía por unidad de tiempo (en µW) que incide sobre una unidad de superficie (en cm^2) que está de manera perpendicular a la dirección de propagación de la onda.

Si una zona supera estos límites, se considera que esta está saturada. En este caso, la Subtel debe obligar a las operadoras a ajustar sus antenas para que se adecuen al límite establecido.

Tríptico sobre la Ley de Torres

Round-up

Las radiaciones de antenas de telecomunicaciones están reguladas por la Subtel bajo la Ley de Torres, y está hecha de tal forma que se asegura un límite máximo de emisión que no pone en riesgo la salud de las personas. Esto incluye al 5G (Quinta generación de tecnologías móviles).

Hablando del 5G, este se compone de tres tipos de bandas importantes: las bajas, las medias y las altas. En el caso de Chile, el espectro que se está concursando corresponde a la banda 700 MHz (baja), AWS (media), 3.6 GHz (media), y la de 28 GHz, que corresponde a las altas — más específicamente, corresponde a una milimétrica.

El 5G no va a perjudicar nuestra salud: no es capaz de transmitir el coronavirus, ni tampoco nos generará quemaduras u otros daños por estar expuestos a las ondas transmitidas desde las antenas.

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