La crisis de los semiconductores va cada vez peor, su escasez y una mayor demanda llevaron a un aumento durante el mes de marzo a un promedio de 26,6 semanas en los plazos de entrega. Si encontraban que la pandemia se hacía perpetua, para los semiconductores esto aún no termina y ni siquiera hay plazos certeros en los que esto podría mejorar. Hace un tiempo atrás les contábamos sobre una espera récord de 21 semanas, y hoy la cosa está peor.
El incremento del número de chips que incluyen los vehículos, el aumento de la demanda de equipos informáticos por el teletrabajo en esta época del COVID, el minado de criptomonedas, y sumado a otros factores, han generado un considerable aumento en la demanda de estos pequeños, pero muy necesarios componentes en la tecnología.
Y nosotros los consumidores, somos los más afectados con el sobreprecio que se pueden ver, por ejemplo, en las tarjetas gráficas, computadores y consolas de videojuegos que utilizan estos chips.
La triste realidad de los semiconductores
Fue Susquehanna Financial Group quien emitió un informe con datos de entrega revisados durante marzo del presente año, en el que se indica que los tiempos de entrega de los microconductores ya superan el medio año. Los principales factores de este último incremento en los plazos de entrega, que ya venía en aumento desde comienzos de la pandemia, ahora son atribuidos principalmente a aquellos que afectaron a la cadena de suministros durante el primer semestre de este año, como la invasión rusa a Ucrania, un terremoto en Japón y dos bloqueos provocados por una pandemia en China. El grupo además sospecha que todos estos efectos se mantendrán durante el presente año y parte del siguiente (En este link puedes ver un video de Bloomberg explicando la situación de los semiconductores).
Las buenas noticias
A pesar de lo anterior, diferentes fabricantes de estos pequeños componentes ya están en marcha con unas posibles soluciones para este problema, las que no tendrán resultados visibles probablemente hasta 2024 (a lo menos).
Una de las soluciones que se están promoviendo, es aumentar la inversión para generar nuevas fábricas de creación de semiconductores. Por ejemplo: Micron ya invirtió alrededor de 12 billones de dólares en nuevas plantas y equipamientos. Por su parte Intel invirtió aproximadamente 28 billones de dólares en fábricas en Estados Unidos. Mientras que, en Asia TSMC ha invertido cerca de 40 billones de dólares en expandir su capacidad, en la que ya sería una competencia por mejorar la producción de estos componentes.
Adicionalmente, algunos fabricantes también están optando por una nueva alternativa, que consiste en incrementar la producción de circuitos integrados para dar respuesta a la demanda actual y a la que se generará en un mediano plazo, mitigando así, en parte todos los requerimientos mientras se construyen las nuevas plantas de producción. Las que también tienen plazos algo largos para que puedan estar completamente operativas.
La otra buena noticia que tenemos es que, dentro del informe dado por Susquehanna, los componentes pasivos del grupo de semiconductores son los únicos que disminuyeron los tiempos de entrega en este último periodo. Aquí se incluyen elementos como condensadores, resistencias y transformadores, que también son fundamentales para la electrónica.
Esperemos que las inversiones que puedan realizar estos fabricantes de semiconductores puedan traer mejoras en los tiempos de entrega, los que lamentablemente no veremos sus resultados a corto plazo.
Fuente: Bloomberg