No es que queramos darte un cierre de año negativo hacia Apple. Simplemente es nuestro deber informarte de los problemas que se presentan en relación a ella. En esta ocasión el protagonismo viene de la mano de un iPhone XS Max.
Resulta ser que Josh Hillard, oriundo de Ohio, Estados Unidos, vivió una escena nada aliviadora con su teléfono recientemente mencionado.
Él suele guardar su móvil en su bolsillo trasero. Pero, un día así como así, comenzó a sentir «una gran cantidad de calor» proveniente de esa zona, según relató. Además, se percató de que también empezó a largar humo de tonos verde y amarillo.
Como sentía un ardor exuberante, le era difícil a imposible colocar la mano para extraer el smartphone. Por lo tanto, se dirigió a la sala de descanso de su trabajo y desalojó de inmediato a compañeras laborales que estaban justo allí. Es así como procedió rápidamente a quitarse los zapatos y la ropa.
De un instante al otro, el ardor se convirtió en una explosión que largó fuego en toda regla. Por suerte, la situación no pasó a mayores y pudo extinguirse la llamarada.
Luego de esta situación, el afectado recibió la oferta de obtener un teléfono nuevo como modo de compensación. No obstante, a Hillard no le pareció la mejor manera para querer remediar lo ocurrido.
De manera consecuente, declaró que está «contemplando acciones legales» por todo el trauma que ha sufrido como resultado de la explosión. Mientras tanto, Apple comenzó a realizar una investigación para poder llegar a determinar el motivo del incidente.
Desde ya que es por demás llamativo que un teléfono explote, y más considerando que se trata de un iPhone XS Max adquirido hace apenas tres semanas atrás.
Permaneceremos atentos por si surgiera información nueva referida a este caso. Quizás en un futuro obtengamos novedades acerca de una posible disputa legal entre el Sr. Hillard y Apple.