Diseño y privacidad son los grandes cambios y novedades que trae macOS Big Sur
Una nueva WWDC pasó hace poco más de un mes y junto con eso, las nuevas versiones de iOS, iPadOS, watchOS y macOS. En esta ocasión revisaremos lo nuevo que nos trae macOS Big Sur. Desde grandes cambios en el diseño a nuevas opciones de privacidad, acercando cada vez mas el sistema operativo de escritorio a su contraparte portátil.
El equipo utilizado para realizar las pruebas fue el MacBook Pro 2019 de 16 pulgadas que revisamos hace un tiempo atrás.
Al parecer Apple quiere volver un poco al diseño original introducido en Mac OS X 10.0 Cheetah. Todos los iconos han sido rediseñados por completo con un estilo más realista, dejando atrás los diseños planos introducidos en OS X 10.10 Yosemite por allá por el 2014, cuando Pisapapeles recién había comenzado.
Estos nuevos íconos más redondeados y más «realistas» están presentes en todos lados. Desde el icono de Finder hasta aplicaciones adicionales como Xcode han cambiado su diseño marcando una nueva línea a la que, probablemente, se sumarán desarrolladores de otras aplicaciones.
Si bien Apple ya nos tenía acostumbrados al diseño plano, a veces medio aburrido, personalmente encuentro que este es un cambio para mejor. No solo le da más vida y cercanía al sistema operativo con el usuario. Le permite a los desarrolladores una mayor libertad al momento de crear sus propios íconos. Todo bien hasta que llegamos a este ícono de batería:
Por favor, Apple. No.
Dejando atrás los íconos, vemos también un cambio en el diseño del dock y la barra superior. Partiendo por arriba, vemos un cambio en los íconos, ahora más espaciados y redondeados. Además la textura se vuelve más suave haciendo que se mezcle de mejor manera la barra superior con el fondo de pantalla. Quizás a veces demasiado, perdiendo la línea de separación.
En el caso del dock, este ahora es casi idéntico al utilizado en iPad OS o en los iPhone X en adelante. Separado de la parte inferior de la pantalla («flotante» le llama Apple) y con bordes más redondeados. Un buen cambio que no molesta para nada.
Las ventanas también sufrieron un cambio. Atrás quedan las texturas semitransparentes con difuminado. Ahora los bordes son más redondeados y con más margen. Si bien permite más márgen, hace que se vea más vacío, reduciendo el espacio para contenido.
Por último, también los sonidos han sido modificados. Estos son similares a los originales, pero con algunos cambios. Por supuesto se mantienen clásicos como «Sosumi». Sin embargo hay algunos que no me convencen del todo. El sonido de captura de pantalla, el cual anteriormente era el sonido de una cámara fotográfica, ahora no calza con la acción. Varias veces pensé que no había tomado la foto o que era una notificación.
El rastreo en sitios web es algo que todos conocemos pero que rara vez dimensionamos. Cuando entramos a un sitio web, probablemente dicho sitio está midiendo nuestro tiempo en la página, dónde hicimos click, etc. Todos estos parámetros probablemente no son guardados por la misma página. Hay algunos servicios que te siguen de un sitio a otro, para ofrecerte publicidad dependiendo de las cosas que hayas visto.
Safari ahora te hace consciente de esta situación, indicando la cantidad de «trackers» que ha detectado en cada página y un resumen del total en todos los sitios que has visitado. En el caso de Pisapapeles, y para ser transparentes, tenemos 8: 6 de ellos son servicios de Google como Analytics y Adsense para medir la cantidad de visitas y mostrar la publicidad que nos mantiene funcionando. Otro es Disqus, el servicio de comentarios que utilizamos. Por último, está OneSignal, el servicio de notificaciones. Esta es una excelente herramienta que nos hace más conscientes de cómo las empresas pueden saber nuestros movimientos a través de internet y, si prefieres, evitarlo.
Otra de las novedades de Safari es el poder personalizar la pantalla de inicio, agregando fondos de pantalla, lista de lectura, historial desde otros dispositivos, entre otros.
Este es uno de los cambios más grandes respecto a las versiones anteriores de macOS y la que quizás acerca más al sistema operativo de escritorio a su símil móvil: iPadOS. El centro de notificaciones es ahora casi idéntico al de sus contrapartes táctiles, permitiendo agregar distintos widgets de diversos tamaños. El diseño cambia completamente, eliminado el fondo borroso para dejar cada widget como un cuadro independiente. Algo que no me convence al 100% si hay contenido que moleste en el fondo.
El centro de control es sacado casi idéntico de iPadOS. Antes, para controlar el brillo de la pantalla u otros parámetros como WiFi o Bluetooth cada ítem tenía o un ícono en la barra superior o una entrada en las configuraciones. Eso, o podías usar las teclas de función o barra táctil, dependiendo del año de tu equipo. Con el centro de control ahora podemos modificar todo eso y más, sin tener que entrar a configuraciones. Algo sacado literalmente de iOS y iPadOS. Esto tiene sus pro y sus contra. Una interfaz de este tipo es útil cuando la pantalla es táctil. Arrastrar un slider no es muy cómodo en un trackpad. Además, casi todas las funciones ya están disponibles de forma física en el teclado.
Si bien los cambios más grandes han sido en diseño, privacidad y acercar un poco más la experiencia de iPadOS a macOS, hay también algunos otros detalles esparcidos por las distintas aplicaciones. Si bien no son grandes cambios, pueden significar una mejora en la experiencia para aquellos que los usen. Varias aplicaciones ahora son my similares a las versiones móviles. La aplicación de notas de voz y calculadora son algunos de los ejemplos.
En mensajes, ahora puedes mencionar a otros integrantes de un grupo, agregar respuestas en línea, utilizar stickers de Memoji, entre otros. Sin duda buenas adiciones a una aplicación quizás un poco olvidada tanto por Apple como los usuarios fuera de Estados Unidos.
Mapas ahora ofrece guías para restaurantes, lugares para explorar y tiendas en distintas ciudades. También puedes crear las tuyas. Ahora podrás tener rutas especiales para bicicleta, mostrando el cambio de elevación y lugares con ciclovías y escaleras. Aunque admitámoslo. Apple Maps funciona bien solamente en Estados Unidos y aquellos países donde Apple tiene mayor presencia.
Las actualizaciones ahora se empezarán a instalar en segundo plano, permitiendo un proceso más rápido de actualización.
La batería ahora se carga de forma optimizada, aprendiendo de tu rutina diaria para reducir el desgaste de la batería. No sé cómo habían pasado tantos años en que iOS tenía esta función y macOS no. La pobre batería de mi Mac del 2015 habría durado más con esta funcionalidad. También podrás ver el historial de uso de batería, algo muy similar a lo que tiene iOS y iPadOS.
En conclusión, Este cambio es un poco más que incremental. Luego de varios años estancados en el mismo diseño, un nuevo aire no viene para nada mal. Sin embargo todavía hay algunos detalles que pulir en cuanto a espaciado y diseño de los íconos. Como buena beta, hay errores en varias partes. Sin embargo el sistema se siente bien responsivo, sin problemas graves. Por supuesto no te recomendamos que lo instales en tu computador de uso diario a menos que realmente te quieras arriesgar.
Las similitudes con iPad OS ya son más que evidentes. Quizás es una señal de que Apple quiere unificar todo su ecosistema. Y más ahora que los nuevos Mac usarán procesadores ARM creados por ellos mismos en vez de Intel. Por otro lado, hay cosas que funcionan bien en un lado y no en otro, como lo son las barras deslizables en el centro de control.
Sin duda macOS Big Sur es un gran cambio en cuanto a diseño y una gran mejora en privacidad con respecto a versiones anteriores. Sin embargo, por detrás se mantiene la misma línea que lleva utilizando Apple en macOS por ya dos décadas.