Análisis de la cámara del Samsung Galaxy S20 Ultra

Introducción

Hace un par de días atrás publicamos nuestro completo análisis del Samsung Galaxy S20 Ultra, por lo que ahora nos toca hablar más en detalle sobre el aspecto fotográfico de este teléfono.

Y es que Samsung construyó un montón de hype alrededor del sistema de cámaras de este dispositivo, especialmente en su nuevo sistema Space Zoom, que permite conseguir hasta 100 aumentos de forma digital.

Pero la verdad es que en temas de fotografía este teléfono ofrece mucho más que una tremenda cantidad de zoom, y definitivamente será interesante ver cómo se comporta el combinado general de especificaciones fotográficas que trae este equipo. ¿Será bueno? ¿Es útil tener un zoom de 100x? Eso y más lo veremos en el presente análisis.

Eso sí, antes de comenzar, creo que vale la pena recordar que estamos ocupando un S20 Ultra con una versión de software que no es la final. Por lo tanto, es posible que algunos resultados que obtengamos aquí puedan cambiar al momento de que el equipo se ponga a la venta de forma final. Si hay cambios notorios, nos encargaremos de estar actualizando este análisis.

Especificaciones de la cámara

Partamos hablando sobre especificaciones técnicas de las cámaras de este teléfono — y ciertamente hay mucho de qué hablar.

El Samsung Galaxy S20 Ultra incluye un sistema de cuatro cámaras: un gran angular (sensor principal), un ultra gran angular, un teleobjetivo y un sensor de profundidad ToF.

Este último no es una cámara per se, pero sirve para apoyar el modo retrato, del cual hablaremos más adelante. Con respecto al ultra gran angular, esta cámara tiene un sensor de 12 megapíxeles, apertura f/2.2, no está estabilizado, y es equivalente a un 13mm en Full Frame.

Pero ahora veamos en detalle los dos integrantes más importantes: el gran angular y el teleobjetivo.

108 megapíxeles para utilizar

El primero de estos corresponde al famoso sensor de 108 megapíxeles, que vendría a ser una variante del mismo sensor fotográfico que vimos en el Xiaomi Mi Note 10. Esta cámara tiene una apertura f/1.8 (nótese que fue abandonado el sistema de apertura variable que encontrábamos en modelos anteriores), y cuenta con estabilización óptica de imagen.

Muchos se preguntarán: ¿Por qué necesitamos tanta resolución en la cámara de un teléfono móvil? Y verdadera respuesta es… Nadie necesita 108 megapíxeles en un teléfono. En realidad, ni el grueso de fotógrafos profesionales necesita 108 megapíxeles en su cámara para poder trabajar.

La gracia de tener una mayor cantidad de megapíxeles se resume en dos:

  • Se captura más detalle.
  • Gracias a la mayor resolución, es ideal para realizar impresiones a gran escala (como anuncios publicitarios) o para recortar imágenes.

Sin embargo, aumentar la cantidad de megapíxeles no sale gratis, ya que baja considerablemente el performance en situaciones de baja luminosidad. Esto se da porque el sensor debe “llenar con luz” a más pixeles. Por lo mismo, me llama la atención que un fabricante se haya adentrado con una cifra extremadamente alta, considerando que de por sí los teléfonos no funcionan tan bien con poca luz.

Para compensar esto, Samsung aumentó el tamaño del sensor a 1/33 pulgadas, que es más o menos el mismo tamaño del sensor que está en el Huawei Mate 30 Pro — lo cual lo posiciona como uno de los más grandes dentro de un teléfono móvil. Pero esa no es la única solución.

Verán, otra consecuencia de aumentar el número de megapíxeles, es que también aumentan los tiempos de procesado y el tamaño de los archivos. Para hacer frente a todas estas inconveniencias, la surcoreana ha desarrollado un sistema bautizado como Nonacell, el cual agrupa nueve pixeles y los “transforma” en uno más grande (de 2.4 μm, mientras que los pixeles individuales de este sensor son de 0.8 μm).

Esto permite mejorar la absorción de luz del sensor, mientras que, a la vez, permite obtener fotos equivalentes a 12 megapíxeles. Si les interesa saber más sobre el funcionamiento de esto, pueden leer el artículo que sacó Samsung al respecto.

Space Zoom

El teleobjetivo incluido en este S20 Ultra tiene por denominación “Space Zoom”, nombre que por cierto se nos será recordado cada vez que miremos la parte trasera de este teléfono, ya que está escrito justo a un costado del espacio dedicado a esta cámara, y que además está acompañado de la serigrafía “100X”.

Esta cámara es de 48 megapíxeles, apertura f/3.5, estabilizado ópticamente, y provee un zoom óptico de 4 aumentos (algo así como un lente de 103mm). Lo interesante de esto, es que el método que utilizó Samsung nos recuerda a un viejo amigo.

El Huawei P30 Pro fue uno de los primeros teléfonos en ofrecer un zoom óptico que se extendía más allá de los 2 aumentos, esto gracias a su sistema de teleobjetivo tipo periscopio, en donde toda la óptica está posicionada de forma paralela al dispositivo — para así poder conseguir un mayor zoom sin tener que aumentar aún más el grosor del teléfono.

Space Zoom es básicamente lo mismo, con la diferencia de que los componentes son ligeramente más pequeños, lo que resulta en que el zoom óptico solamente sea de 4 aumentos (versus los 5 aumentos del P30 Pro).

En mi opinión, es una solución bastante buena, cuyo único “pero” es que la apertura del lente es muy cerrada para ser un teléfono móvil (f/3.5), por lo tanto, su uso ideal solamente quedará cuando estemos en situaciones de excelente luminosidad.

Desde la interfaz de la cámara, tenemos la opción de escoger los tres tipos de lentes principales con sus respectivos niveles de zoom: 0.5x (ultra gran angular), 1x (gran angular) o 5x (teleobjetivo híbrido). Al momento de seleccionar cualquiera de estos tres lentes, se nos habilitan las otras opciones de zoom intermedios (2x y 4x) y superiores a 5 aumentos (10x, 30x y 100x).

Las fotografías

Comencemos de inmediato con la principal característica fotográfica del S20 Ultra: sus distintos niveles de zoom.

Veamos un ejemplo de día:

Ahora de noche:

Como podrán apreciar, el rango de zoom es bastante impresionante — ignorando la calidad — y abre una buena cantidad de opciones de composición que no siempre se pueden obtener con un teléfono móvil normalmente. De día las fotos son mayoritariamente buenas por lo menos hasta 10 aumentos — que es el límite del zoom híbrido.

En general, las fotos obtenidas quedan muy bien expuestas. El rango dinámico es bastante bueno con los tres sensores (por lo que entrega resultados persistentes sin importar la cámara que usemos), pero de nuevo, el tema de controversia es la forma en que los equipos Samsung procesan las imágenes, ya que éstas tienden hacia tonos saturados, algo que no es del agrado de todos, así como también a veces ocurre que sobreprocesa las fotos, resultando en tomas que parecen un tanto irreales.

En el único lugar donde veo un problema — el cual atribuyo a que aún no tenemos el software final — es que las fotos con zoom intermedio (entre 2 y 4 aumentos) salen con un procesamiento horrible, se ven como si fueran lavadas, y en general, la calidad cae bastante.

Lo otro que me llama la atención, es que el suavizado de imagen actúa con fuerza apenas empieza a bajar el nivel de luz (por ejemplo, cuando estamos en interiores). Esto es especialmente notorio cuando usamos el teleobjetivo, pero también suele ocurrir con los otros lentes.

De noche cambia un poco la cosa, aunque las fotos son bastante decentes con el ultra gran angular y el normal. Pasando al teleobjetivo, la imagen se oscurece considerablemente (debido a la apertura f/3.5 de este lente), por lo mismo, ya no es muy recomendado pasarse de los 2x de zoom cuando estemos en situaciones de poca luz.

Mi experiencia con diversos equipos Samsung ha demostrado que el Modo Noche no es tan bueno como el de otros teléfonos, y aquí eso se mantiene. En algunas situaciones ayuda, pero en otras no existe una diferencia entre usar ese modo y el automático. Es bastante irregular la experiencia.

Como verán, hay cosas de las cuales yo creo que van a mejorar antes de que el teléfono se ponga a la venta, especialmente la calidad de las fotos nocturnas, el abuso del suavizado de imagen y la calidad de las fotos en aumentos intermedios. A continuación, van las fotos de muestra:

La vida más allá de los 10 aumentos

La historia comienza a cambiar una vez que superamos los 10 aumentos, ya que ahí empieza a actuar el zoom digital, en donde se va recortando el sensor para poder obtener mayor alcance. En este caso, tanto el sensor de 108 megapíxeles de la cámara principal, junto con el de 48 MP del teleobjetivo, se complementan para poder conseguir el zoom máximo de 100x.

Dependiendo de las condiciones lumínicas, fotos con hasta 30x de zoom pueden salir bastante decentes. De noche no lo recomiendo para nada, y si pensabas usarlo para tomar fotos en conciertos, yo creo que va a ser muy difícil que puedas obtener una toma memorable.

Y con respecto a los 100x… Bueno, la opción está. Naturalmente, la foto tiene poca o nada de definición (aún así, creo que se ve “bien” dentro de todo, especialmente considerando que es zoom digital). Probablemente vas a necesitar de un trípode para poder componer bien la toma, aunque no resulta tan complicado tomar una foto a mano alzada. En ese aspecto, destaco bastante el nivel de estabilización que ofrece el teléfono.

Además, cuando pasamos los 20 aumentos de zoom, en la interfaz se despliega una miniatura que nos indica en qué parte de la toma estás apuntando, lo cual es sumamente útil cuando tratamos de encuadrar.

Ahora: ¿Realmente necesitamos tanto zoom? Bueno, al igual que con el tema de los 108 megapíxeles, no.

Y es que en el caso de este teléfono, el zoom de 100 aumentos es equivalente a algo así como un lente 1300mm, el cual nadie — con alguna que otra excepción — necesita, ni siquiera fotógrafos dedicados al área del deporte o al de la naturaleza.

Creo que este zoom cae peligrosamente en el área de lo que podríamos considerar un gimmick; una característica que es sumamente llamativa, pero que no tiene una útilidad verdadera.

¿Qué hacemos con 108 megapíxeles?

Para finalizar este apartado, dediquémonos un poco a ver cómo es el tema de los 108 megapíxeles del sensor principal.

Como mencioné anteriormente, la principal gracia de tener un sensor con tal alta resolución, es que se puede capturar una tonelada más de detalle. Veamos si es tan así:

Al ir haciendo zoom en ambas imágenes, la diferencia más notoria es claramente el nivel de detalle en las imágenes — aparte de que el tamaño se reduce considerablemente en la primera. La Virgen del Cerro San Cristóbal se ve notablemente más clara en la foto de 108 megapíxeles, mientras que la antena del costado derecho se ve menos distorsionada por los artefactos generados.

Eso sí, podemos notar que la foto de 12 megapíxeles se ve ligeramente más iluminada, algo que era de esperarse porque el sensor requiere de más luz para alimentar tanta resolución. Nada terrible en situaciones de día.

De noche ocurre algo similar. La imágenes son apenas más oscuras, pero a la vez notoriamente menos suaves que las tomas de 12 megapíxeles, aunque puede tenga un poco más ruido. Por lo mismo, podrán notar que el letrero sale completamente quemado en la foto de 108 MP, principalmente porque debe aumentar el ISO para poder compensar la falta de luz.

Como podrán ver, Samsung logró implementar esta pieza de hardware bastante bien en un teléfono móvil, pero no es para utilizarlo todo el tiempo.

De partida, el teléfono se tarda un poco más en tomar la foto y procesarla, por lo que no es ideal para capturar instantáneas, si eso es lo que queremos. Además, el peso de los archivos se eleva bastante — alrededor de 20 megas en JPG, y hasta 100 MB capturando en RAW. Esto significa que se nos puede llenar la memoria más rápido, pero también hacen que subir fotos a R.R.S.S. sea un tanto más lento.

De todas maneras, estoy gratamente sorprendido con las fotos resultantes. Yo esperaba que la calidad de las fotos finales no fueran de las mejores, dado que estamos aumentando la resolución en un sensor pequeño si lo comparamos con las cámaras más grandes, pero incluso el equipo se defiende bastante bien en las fotos nocturnas.

Pulgar arriba, sin duda alguna.

108 MP1
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Modo Single Take, retrato y rendimiento

Single Take es una de las novedades que Samsung introdujo en la familia S20, y probablemente es una funciones fotográficas más útiles que hemos recibido en bastante tiempo.

¿Les ha pasado que, dada cierta situación, no saben si tomar una foto o un video? Este modo, básicamente, elimina el tener que tomar esa decisión, ya que el teléfono hará todo el trabajo: tomará fotos, grabará un video (con música incluida), armará un GIF, etcétera.

Lo único que nosotros tenemos que hacer es apuntar a donde queramos, y darle al botón del obturador. Todo este proceso puede durar entre 3 a 10 segundos, y la idea es que durante ese intervalo de tiempo nosotros nos movamos con él para que el equipo pueda probar otros ángulos. A continuación pueden ver todas las recomendaciones que me entregó:

Esto es particularmente útil para quienes tienen hijos o mascotas, o bien, cuando estamos de vacaciones y vemos algo interesante que quizás podemos grabar o tomarle una foto

En cuanto al modo retrato, este equipo — al igual que muchos otros teléfonos — se apoya con un sensor Time of Flight (ToF), el cual detecta “profundidades” para traducirlas en las diversas capas de desenfoque que se aplican a la foto.

En esta oportunidad, el modo retrato funciona bien, y el efecto es bastante bueno cuando estamos frente a buenas condiciones de luz.

Ahora, al igual como mencioné en el análisis fotográfico del Huawei Mate 30 Pro, el tamaño del sensor ayuda a obtener un bokeh de manera natural, el cual se ve muchísimo más realista que si aplicamos el modo retrato. Es una buena opción, especialmente cuando la luz no es tan favorable para usar el otro modo.

En cuanto a temas de rendimiento, el buen combinado de especificaciones del S20 Ultra ayudan a que la experiencia en este aspecto sea bastante buena. La interfaz es bastante rápida, no hay lag, y no tiene problemas al momento de procesar las fotos capturadas en 108 megapíxeles. Como cámara point-and-shoot es excelente, ya que todo es rápido, instantáneo.

Conclusiones

Lo mencionamos junto a Hugo Morales en el más reciente podcast de Pizza y Papeles: Samsung escogió muy bien las palabras para promocionar el nuevo S20 Ultra, pero la verdad es que por más que hayan conseguido un importante “logro” en la fotografía, aquello no necesariamente significa que tengan que implementarlo.

Esto aplica principalmente a los 100 aumentos de zoom.

No me mal entiendan, es genial tener una capacidad de zoom tremenda, pero lo cierto es que probablemente ni tú ni yo necesitemos utilizar tamaña cantidad de aumentos para una foto que, convengamos, probablemente no va a salir tan buena por la baja definición. Estoy seguro de que el 90% de las personas que utilicen los 100x de zoom, va a ser con el fin de mostrárselo a sus amigos y/o familiares.

Personalmente, creo que extender tanto el zoom no es el camino a seguir, y sería mucho mejor buscar la posibilidad de perfeccionar la calidad del resto de los aumentos, especialmente los intermedios y los híbridos. Con los 50x máximos que vimos en el P30 Pro basta y sobra.

Algo parecido ocurre con el tema de los 108 megapixeles, pero lo perdono porque no existen tantos compromisos como pensé que tendría en un principio, y la calidad de las fotos es muy buena al fin y al cabo. La opción está para quienes lo quieran usar, pero de nuevo, la utilidad real para el usuario común y corriente tiende a cero.

Dejando eso fuera, la cámara del Samsung Galaxy S20 Ultra es probablemente una de las mejores del mercado. Gracias a su variedad de lentes y zoom, es una cámara dinámica, que entrega resultados persistentes en prácticamente todas las distancias focales, con buena exposición y rango dinámico. Los colores son un tema aparte, ahí ya queda al gusto de cada uno.

Donde quizás no está tan a la altura de otros equipos, es en las fotos nocturnas. Ahora, por enésima vez, estas pruebas no fueron realizadas bajo software final, por lo que es de esperar que esto pueda mejorar a la hora de que el teléfono se ponga a la venta.

¿La recomiendo? Absolutamente, y no solamente por la calidad de las tomas, sino que también por la funcionalidad que ofrece. Single Take es una maravilla, que sin duda se le puede dar un gran uso en varias situaciones o momentos.

Con lo rápido que avanza la tecnología, no me cabe duda de que el Samsung Galaxy S20 Ultra está algo adelantado a su tiempo en cuanto a fotografía móvil. A lo mejor ahora no vale la pena tener tanto zoom, pero eventualmente la calidad irá mejorando en ese aspecto, y ahí sí que será muchísimo más útil.

Para ese entonces, espero seguir en el rubro y tener la posibilidad de probar esas mejoras.