Análisis de la cámara del Huawei P30 Pro

Tal y como habíamos prometido en nuestro review del equipo completo, ahora les traemos un análisis específico de las fotografías capturadas con el Huawei P30 Pro.

En el review mencionamos que el P30 Pro probablemente se posiciona como el mejor dispositivo móvil en cuanto a la versatilidad que este ofrece, y no solo eso, sino que parece ser que por fin encontramos un rival digno para el Pixel 3 y su excelente manejo de software para fotos con poca luz. Ahora veremos eso.

Antes de empezar, hay dos cosas que quiero aclarar. Primero, aquí solamente trataremos fotografía, no video. Segundo, no pretendemos realizar un análisis exhaustivo sobre cosas más puntuales o específicas, como el nivel de detalle por tipo de foto, sino más bien complementar nuestros argumentos entregados en el análisis del equipo con respecto a su cámara.

Especificaciones de la cámara

Partamos hablando de las especificaciones técnicas de la(s) cámara(s) del Huawei P30 Pro. El sensor principal es de 40 megapíxeles, cuya óptica nos entrega una distancia focal equivalente a unos 27 milímetros. La apertura de esta cámara tiene un valor f/1.6, viene con un estabilizador óptico de imagen (OIS) y cuenta con el nuevo sensor RYYB.

Pero…¿Cuál es la gracia de este sensor?

El 99.9% de las cámaras que capturan color cuentan con un sensor RGB (de subpixeles rojos, verdes y azules), los cuales son capaces de capturar las ondas de luz visible. El sensor RYYB sustituye el subpixel verde por uno amarillo, y con esto, según Huawei, se puede capturar cerca de un 40% más de luz que un sensor RGB tradicional. Con respecto a eso, lo veremos pronto.

El segundo sensor es de 20 MP. Se trata del gran angular, el cual nos da una distancia focal equivalente a unos 16 mm y cuenta con una apertura focal de f/2.0. El tercer sensor es el nuevo teleobjetivo tipo periscopio, el cual nos entrega un zoom de 5 aumentos de manera óptica (equivalente a unos 135 milímetros).

Se trata de un sensor de 8 megapíxeles, con apertura f/3.4 y OIS, el cual está posicionado de manera paralela al dispositivo — es decir, está de costado para que todo el sistema de la óptica pueda caber sin tener que aumentar el grosor general del equipo. Por ello se Huawei lo llama “teleobjetivo tipo periscopio”, pues funciona de manera similar a este tipo de instrumento óptico.

Por último, la cuarta cámara es el de Time of Flight (ToF), el cual no necesariamente actúa de manera activa como las otras tres. De hecho, es más bien un sensor que permite capturar profundidades de campo, mejorando así la calidad del bokeh generado a través del modo retrato, y además, también ayuda a mejorar el autoenfoque en situaciones de baja luz.

Interfaz de usuario

Antes de pasar a las fotos, hablemos sobre la interfaz de usuario que tenemos a nuestra disposición.

Al tener una alianza con Leica, Huawei utiliza un formato de interfaz bastante parecido a las que usa la firma alemana en sus cámaras, esto incluye el diseño de los iconos y la fuente de letra que se utiliza. En el menú principal nos encontramos con 5 modos principales destinados a la fotografía: automático, manual, retrato, noche y apertura.

El modo automático y manual es lo obvio — y demás está decir que podemos capturar fotos en RAW en este último. El modo nocturno permite mejorar la calidad de las fotos con poca luz pidiéndonos estar mayor tiempo obturando. La gracia aquí es el que el teléfono reconoce automáticamete cuánto tiempo debemos estar sujetando el equipo para que capture una foto con un buen nivel de exposición.

El modo retrato y apertura son bastante similares. La diferencia aquí es que el modo retrato incluye los embellecedores y la posibilidad de modificar las bolas de bokeh, o dicho con otras palabras, es para que sea utilizado con personas. Ergo, el modo apertura nos sirve para aplicar desenfoque de fondo con objetos.

En la pestaña “Más” nos encontramos con los modos más accesorios: pintura con luz, súper macro, blanco y negro, filtros, etcétera. Por último, en la barra superior nos encontramos con el menú de configuraciones, el tipo de procesamiento de color, el optimizador de escena que hace la IA, el flash, y HiVision, para reconocer objetos, edificios, y diversas cosas más.

Fotografías diurnas

Ahora sí. Pasemos a lo que a todos les importa: las fotografías.

Partamos con el tema del zoom, desde los 0.6 aumentos del gran angular, hasta los 50x que podemos obtener gracias al software. La cámara nos ofrece cuatro niveles de zoom: 0.6x, 1x, 5x y 10x, el cual es un zoom híbrido. De ahí en adelante, debemos deslizar hacia arriba la barra para seguir haciendo aumento hasta los 50x.

Como podemos apreciar en los ejemplos, el dispositivo captura imágenes de muy buena calidad durante el día. Los tres lentes capturan un muy buen nivel de detalle cuando estamos dentro del rango del zoom óptico (es decir, desde los 0.6 hasta los 5x). Huawei asegura que el zoom híbrido de 10 aumentos no tiene pérdida, yo personalmente sí noto que hay algo de pérdida de calidad general (como un pequeño aumento en la distorsión de colores y en aberraciones cromáticas producidas por el lente), pero es bastante mínimo.

Ya pasando la frontera de los 10 aumentos, llegamos al territorio del zoom digital.

¡Sacrilegio!”, muchos dirán. Pero la verdad es que las imágenes que entrega son bastante decentes. No estoy diciendo que sean óptimas para su uso en Instagram o ya de manera profesional, pero sí puede salvarnos de varias situaciones particulares. Si consideramos que la mayoría de los teléfonos ofrecen un zoom digital de hasta 10x, entonces no tenemos nada que reclamar en este aspecto.

Volviendo al tema de la calidad de las imágenes en general, el dispositivo entrega capturas bien expuestas, usualmente con un rango dinámico bastante bueno. Eso sí, a veces tiende a sobreexponer las imágenes un poco, nada terrible.

Mi parte favorita de la cámara de este equipo, es que captura fotos con colores bastante certeros. No satura los colores en el post-procesado, lo cual es pefecto para editarlas posteriormente. No obstante, es posible notar un cambio en el tono (en particular, la temperatura) de los colores cuando usamos una u otra de las cámaras del dispositivo.

Afortunadamente, tampoco sobreprocesa mucho la nitidez de las fotografías, ni tiene ese look falso que a veces ocurre cuando se abusa del HDR automático.

En general, para tomas con luz de día o en condiciones de iluminación favorables, vemos que el Huawei P30 Pro claramente se posiciona como un dispositivo que cumple satisfactoriamente todo lo que se le puede pedir a la cámara de un smartphone. Pero lo que lo diferencia de su contraparte de Apple o Google, es que aquí tenemos mayor versatilidad al tener a disposición nuestra un variado rango de distancias focales para utilizar sin temor a perder calidad en la imágen.

Fotografías nocturnas

Lo siguiente que nos corresponde hablar es sobre las fotografías con poca luz y nocturnas.

Ya han podido ver a través de las redes sociales las diversas fotos nocturnas que han sido capturadas con el P30 Pro, y sí, todo lo que han visto es real. Probablemente estamos ante la mejor cámara para fotos nocturas, pero veamos porqué.

El modo automático de por sí permite capturar fotos decentemente iluminadas con poca luz. Por ejemplo, vean esta toma que conseguimos en lanzamiento local del Huawei P30, en el Club de la Unión. Se trata de un cuarto temático y decorado como si fuese París, pero que estaba completamente en negro, y la única luz disponible era la que entraba desde la entrada de este cuarto.

Y bueno, si el modo automático no llegase a ser suficiente, Huawei también incluye un modo nocturno para mejorar la exposición de las fotos. El modo nocturno funciona de manera similar a Night Sight de Google, o sea, aquí tendremos que estar entre dos a ocho segundos (dependiendo de lo que estime conveniente el teléfono) obturando para que nos devuelva una toma bien expuesta.

Sí, parece harto tiempo estando con el teléfono a mano alzada, pero no se preocupen, porque la estabilización de los lentes, junto con la corrección que hace el software, nos permiten obtener imágenes con muy poco movimiento.

El modo nocturno es particularmente útil cuando utilizamos el gran angular o el teleobjetivo, en especial este último. Ya que ambos cuentan con aperturas focales bajas en comparación al sensor principal — f/2.0 y f/3.4, respectivamente—, el equipo debe aumentar el ISO para compenzar la falta de luz que no entra al sensor. Y como recordarán, aumentar el ISO trae como consecuencia el aumento de grano en la imagen, lo cual no es ideal, por lo que disminuyendo la velocidad de obturación parece una opción lógica para no disminuir la calidad de nuestra foto si queremos mejorar su exposición.

Vean los siguientes ejemplos de cómo se comparan unas imágenes capturadas con el modo automático y el nocturno:

Las mejoras las podemos apreciar a nivel de detalle y nitidez de la foto, más que a nivel de exposición. Es cosa de comparar las ramas del arbol: en la foto del modo automático, vemos como estas son suavizadas por la corrección de ruido, mientras que en la del modo nocturno salen con mucho mayor detalle. Eso sí, podrán notar que aquí sí se tiende a sobreprocesar la imagen, creando a veces un efecto un tanto falso, como en esta foto:

Aquí adjunto más fotografías capturadas con el modo automático y el nocturno:

Mi recomendación: el modo nocturno del Huawei P30 Pro está diseñado para salvarnos de situaciones más complicadas o donde realemente necesitemos ese extra de detalles, pero el modo automático para el 90% de las veces nos será más que suficiente para tomar fotos de noche o con muy poca luz.

Como habrán podido apreciar, por fin hay un competidor digno contra las fotos nocturnas que toma el Pixel 3 de Google. Personalmente aún no me atrevo a decir si este es mejor o no, pues prefiero compararlos, y después generar una opinión en base a los resultados que obtengamos, si es que llegase a ser posible.

Archivos RAW y modo retrato

Si utilizamos el modo manual de la cámara, podemos acceder a guardar los archivos en formato RAW y en JPG a la vez. La ventaja de tener la foto en un archivo RAW, es que tenemos mayor libertad para poder editarla posteriormente, pues no se aplica ningún post-procesamiento que el dispositivo usualmente realiza a las fotos tomadas en automático.

Ciertamente los archivos RAW que libera el P30 Pro son mejores que otros dispositivos, en el sentido de que las imágenes devueltas no cuentan con tanta distorción, pero sí con harto efecto vignette.


Pero al fin y al cabo sigue siendo una foto en crudo tomada con un teléfono, lo cual signifca que no tendrá la mejor de las calidades, y no es tan maleable como a uno le gustaría, en comparación a una DSLR. Esto último porque, debido al tamaño del sensor, hasta el más mínimo valor de ISO genera una considerable cantidad de ruido en la imagen. Yo prefiero dejar que el teléfono se encargue de las correcciones de imagen.

En cuanto a lo que concierne al modo retrato, y en general, al desenfoque generado por software, es aquí es donde podemos ver brillar al nuevo sensor ToF que incluye el dispositivo.

El reconocimiento y aislación del sujeto es usualmente bueno. De hecho el sensor ToF aporta en mejorar la experiencia cuando se utiliza en situaciones de poca luz. El efecto que genera se siente muchísimo más natural, esto gracias a que el sensor, al estar dedicado específicamente para el reconocimiento de profundidades de campo, realiza un mejor trabajo que la mezcla de la cámara principal y el teleobjetivo, tal y como lo hacen la mayoría de los teléfonos que cuentan con un modo retrato.


Conclusiones

DxOMark calificó al P30 Pro como el teléfono móvil con la mejor cámara en el mercado. Si bien esos resultados al final quedan a interpretación del usuario, no cabe duda que la cámara de este dispositivo está dentro del top 3.

Quizás no entrega fotos tan vibrantes como las del S10, ni fotos tan nítidas como las de un iPhone o un Pixel. Pero definitivamente gana en el aspecto de la versatilidad, y ese sí que es un gran plus.

Aquí repito las palabras que mencioné en el review del equipo: se agradece la posibilidad de poder jugar con varias distancias focales sin tener ese temor a arruinar la imagen por usar un zoom digital. Además, sumo el hecho de que las fotografías nocturnas son simplemente espectaculares.

Es muy poco el margen de mejora que puede tener esta cámara. Quizás me gustaría ver algún tipo de apertura variable, como lo lleva haciendo Samsung desde el Galaxy S9, para entregarle aún mayor control al fotógrafo sobre lo que quiere en una fotografía capturada con su smartphone.

Sé que a muchos les hubiera gustado ver comparaciones con otros equipos, pero la idea aquí es centrarnos en la cámara del P30 Pro, característica que Huawei resaltó por sobre todo en su presentación oficial, y que nos dejó intrigados a todos.

Las comparaciones vendrán pronto, así que ¡Estén atentos!.