Android 15 endurece las medidas de seguridad para aplicaciones externas, limitando permisos sensibles y reforzando la protección contra malware. Aunque esta actualización incrementa la seguridad del sistema, afecta la experiencia de usuarios avanzados que suelen instalar APKs o modificar el software del dispositivo.
Desde Android 13 ya existían restricciones en ciertos permisos, como accesibilidad, para aplicaciones instaladas fuera de Google Play. Con Android 15, estas restricciones se amplían a permisos críticos como notificaciones, administración del sistema, superposición de apps y acceso a SMS. Ahora, cada permiso debe desactivarse manualmente y ser aprobado por el usuario, un proceso más engorroso y que no puede eliminarse de forma masiva, incluso si los fabricantes lo desearan.
Para los usuarios avanzados que frecuentemente instalan APKs o utilizan ROMs personalizadas, estas medidas podrían convertirse en un obstáculo, ya que complican el uso de aplicaciones externas. Sin embargo, Google argumenta que estas restricciones son necesarias para proteger a la mayoría de los usuarios contra malware que abusa de permisos sensibles para robar datos o realizar actividades maliciosas.
En última instancia, aunque estas medidas benefician la seguridad general del sistema operativo, sacrifican comodidad y flexibilidad para los entusiastas y power users. Quienes opten por instalar APKs deberán adaptarse al proceso manual, posiblemente desincentivando esta práctica y reforzando el enfoque de Google hacia un ecosistema más cerrado pero seguro.