Introducción
Con anterioridad, en Pisapapeles hemos hecho algunos análisis fotográficos de ciertos teléfonos móviles, pero nunca hemos realizado el de una cámara fotográfica. Eso cambia el día de hoy. Gracias a la gente de Sony, la RX100 de séptima generación será la primera cámara que analizaremos aquí.
Quisimos partir con esta cámara por un motivo bastante simple. Ésta forma parte de una «raza» que de a poco se ha ido extinguiendo con irrupción de la fotografía móvil: las point and shoot. Lo llamativo de la RX100 VII, es que hereda ciertas cosas provenientes de la cámara tope de gama de Sony, la A9, y junto con otras características, hacen que sea una cámara bastante llamativa.
Entonces, qué mejor que probar una cámara que pelea codo a codo con los smartphones en cuanto a portabilidad, pero que presenta especificaciones notoriamente superiores. ¿Valdrá la pena? Eso lo veremos a continuación:
Especificaciones
Diseño
La cámara que tenemos el día de hoy corresponde a la séptima generación de la Sony RX100, y bueno, al parecer no es solo en los teléfonos en donde la nipona se tarda en actualizar sus diseños, pues el de esta cámara es prácticamente el mismo que se ha visto desde su primera generación. De hecho, la única forma de distinguir realmente entre esta y el modelo de sexta generación, es encontrando el puerto para micrófonos que fue incluido.
Por supuesto que en temas de diseño entre una cámara y un smartphone son totalmente distintas. No lo critico, pues cumple con su propósito: ser compacta. Lo comento como una curiosidad, más que todo.
La RX100 VII es una cámara sólida, y se siente de muy buena calidad — algo mínimo de esperar, considerando su precio. Su cuerpo metálico le otorga un peso que permite que la cámara no se sienta para nada frágil, y cuenta con un acabado negro, casi matte, que se siente muy bien en la mano.
Si bien es una cámara compacta, no necesariamente está dentro de lo que podríamos categorizar como «de bolsillo», ya que el lente 24-200 mm que incluye — el cual está fijo, y no es intercambiable — aún sobresale del cuerpo cuando el equipo está apagado. Para la mayoría de los bolsillos o huecos disponibles en una mochila, el tamaño de la cámara es más que suficiente.
Manejo y ergonomía
La disposición de los botones en una cámara es un aspecto bastante importante a considerar, ya que tiene una relación bastante importante con la ergonomía del dispositivo. La RX100 VII no decepciona en este aspecto, ya que cuenta con un layout bastante lógico.
En la parte de atrás contamos con cinco botones separados: galería, borrar, grabar, menú de configuraciones y menú de funciones. Entre esos nos encontramos con un dial que se puede rotar, el cual es súper cómodo y útil. En la parte superior tenemos la rueda para seleccionar los modos, el botón de encendido, el switch para desplegar el flash y el botón del obturador, junto con el anillo para el zoom.
Mención aparte para el visor (EVF) que se encuentra escondido en el cuerpo, el cual se despliega cuando movemos el pestillo ubicado en uno de los costados de ésta. Este EVF es útil para diversas situaciones, y personalmente lo utilicé mucho más de lo que esperaba, ya que resulta más cómodo para componer imágenes, y para evitar que la luz del sol nos moleste. Por otro lado, la pantalla de 3 pulgadas del equipo puede pivotearse en diversos ángulos en caso de ser necesitado.
Si bien la disposición de los botones es correcta, solamente contamos con una pequeña superficie de goma para poder posicionar el pulgar, y hace falta algún tipo de agarre frontal. No es precisamente la cámara más ergonómica y cómoda de utilizar, aunque tanto el EVF como la pantalla ayudan a que ésta sea más dinámica en su uso.
Calidad de imagen y video
Ahora tenemos que hablar sobre lo que realmente importa de una cámara: la calidad de las imágenes y videos que entrega.
La Sony RX100 VII cuenta con un sensor Exmor RS de 20.1 megapíxeles, cuyo tamaño es de 1 pulgada — para tener una referencia de esto, el tamaño promedio de un sensor de la cámara de un smartphone es por lo menos la mitad (1/2.55″ en el caso del lente principal del iPhone 11 Pro, por ejemplo). Por otro lado, el lente incluido es un 24-200 mm, no intercambiable, cuya apertura máxima varía de un f/2.8 en 24 mm, hasta el f/4.5 a los 200 milímetros.
Fotos
Y bueno, las fotografías que el equipo nos devuelve son bastante buenas, aunque no necesariamente son excelentes. Las imágenes retienen un buen nivel de detalle en todos los rangos focales, aunque se destaca principalmente en los rangos medios. Tanto en los más amplios (cerca de los 24 mm) y los más largos (cerca de los 200 mm) la calidad se reduce un poco, y se notan los sectores más suaves, especialmente en las esquinas. Nada que no se pueda corregir en post-producción trabajando con los archivos RAW.
La RX100 VII hace un buen trabajo en exponer las imágenes si es que trabajamos en los modos automáticos y semi-automáticos. El rango dinámico es suficiente, y en la mayoría de las situaciones tendremos imágenes con buenos detalles tanto en las sombras como en las altas luces. La reproducción de colores es buena, cuenta con tonos bastante vívidos, pero sin caer en saturación excesiva por parte del procesamiento de la cámara.
El rango de ISO va desde los 100 hasta los 12.800 (aunque el mínimo es de 64), y hasta los 2000de ISO, aproximadamente, entrega imágenes con un nivel de ruido bastante decente, y que se puede combatir sin mayores complicaciones en post-producción. Para escenarios con buena luz, esta cámara siempre entregará resultados buenos, aunque no necesariamente aplica para cuando la luz disminuye o ya estando de noche, especialmente considerando que la apertura máxima es un f/2.8 y solamente en 24 mm.
Video
En cuanto a video, la RX100 es capaz de grabar hasta en 4K a 30p, todo estabilizado, y como novedad en esta generación, se le puede acoplar un micrófono externo para mejorar el audio capturado.
Personalmente no soy un gran experto en este tema, pero a mi parecer, la calidad es excelente, especialmente en 4K. Los videos están muy bien estabilizados, ya que en esta oportunidad se complementa una estabilización óptica con una digital, a cambio de un ligero crop a la imagen.
El enfoque es bastante bueno y estable (aunque de eso hablaré más adelante), y el video presenta un buen nivel de detalles y de colores, y sobre esto último, la cámara cuenta con diversos perfiles para escoger, lo cual es bastante útil para quienes les gusta trabajar los videos en post-producción para darle un toque más cinemático al video.
Todo esto pueden verlo por ustedes mismos en las siguientes pruebas:
Rendimiento
Una de las principales virtudes de esta cámara es su sistema de autoenfoque (desde ahora AF), el cual se potencia gracias a sistema híbrido de AF: tenemos 357 puntos de detección de fase y 425 puntos de detección de contraste, lo cual permite no solo obtener mejores tiempos de enfoque, sino que también mejora la precisión éste.
La RX100 VII cuenta con un montón de ajustes de AF, pero hay uno que se destaca por sobre el resto: el sistema Real-Time tracking AF, el cual está diseñado para seguir a los sujetos y cambiar automáticamente entre el autoenfoque normal, el de cara y el de ojos, y es bastante útil para tomar fotografía de personas, incluso de mascotas, en movimiento con la mayor de las precisiones. Esto se replica tanto en fotografías como en video.
La Sony RX100 VII no es solo una cámara rápida en cuanto a AF se refiere, sino que también destaca por contar con un sistema de ráfagas que hereda directamente de la Sony Alpha A9: 20 fps continuos sin ningún tipo de blackout (es decir, la pantalla no se pone en negro cuando se captura la foto), y manteniendo el excelente sistema de autoenfoque.
También hay un modo que eleva esto a 90 fps, aunque solamente devuelve 7 fotografías capturadas a una velocidad altísima. Esto, por supuesto, tiene un costo. De partida, tanto la exposición como el enfoque quedan fijos, por lo que si queremos utilizarlo, tenemos que ser bastante precisos en cuanto al timing de lo que queramos capturar.
El otro coste que tiene, es el búfer de imágenes y tiempo de procesamiento, el cual es bastante elevado. Por supuesto, esto depende en parte de la tarjeta SD que tengamos inserta en la cámara, pero para guardar una gran ráfaga de fotos, el equipo se toma su buen tiempo para grabar todo en la tarjeta.
Los tiempos de encendido y apagado tampoco son los mejores. Muchas veces quise tomar una foto rápida (por ejemplo, de un auto pasando por la calle), y no pude porque tenía la cámara apagada, aunque esto lo atribuyo al tiempo en que se tarda en descubrir el lente, que toma alrededor de 3 a 5 segundos. Dependiendo de si aún tenemos algunas fotos en el búfer, la cámara no se apagará, ni tampoco esconderá el lente dentro del cuerpo.
Para terminar con el área del rendimiento, debemos hablar sobre la autonomía de esta cámara. De acuerdo a Sony, la RX100 es capaz de tomar 260 fotos continuas con una carga, o cerca de 40 minutos de grabación de video. Creo que la duración es bastante pobre, y es recomendable andar con una o más baterías extra si es que le vas a dar un uso bastante pesado durante el día, especialmente si es que vas a estar alternando entre fotos y videos.
Software y conectividad
Hablemos sobre el software y el resto de las funcionalidades que tiene esta cámara.
Contamos con una interfaz de usuario bastante simple, que está diseñada para ser ocupada, o bien con el dial rotatorio, o bien, con la pantalla táctil. También está la opción de visualizar todo a través del visor incluido, el cual tiene una muy buena definición, y resulta útil cuando el reflejo de la luz del sol molesta mucho en la pantalla.
Hablando de la pantalla táctil, ésta puede ser utilizada para manejar principalmente el viewfinder y la galería de fotos, aunque por algún motivo no funciona en el menú de configuraciones. Tenemos varias opciones en este menú, de hecho incluye cinco pestañas, y un total de 30 páginas de configuraciones de diversa índole: imagen, video, conectividad, etcétera. Personalización no nos faltará.
En cuanto a conectividad, la RX100 VII cuenta con WiFi, Bluetooth y NFC, y como en muchas cámaras modernas, tenemos la posibilidad de pasar fotos y videos desde la cámara a nuestro smartphone a través de una aplicación llamada Imaging Edge Mobile.
Esta aplicación se conecta a la cámara a través de una red WiFi que emite la misma, y permite no solo traspasar el contenido, sino que también controlar la cámara remotamente. Cuenta con un propio viewfinder en el que podremos ajustar todos los atributos de la cámara, así como también seleccionar el modo que deseamos.
La app funciona bastante bien, pero al igual como ocurre en cámaras Canon o Nikon, la conexión tiende a ser algo inestable, y muchas veces resulta imposible conectarse. Otra problema, que también es típico en otras marcas, es que solamente traspasa las imágenes en JPEG, y no los archivos RAW. Si queremos acceder a los archivos RAW, sí o sí vamos a tener que pasar las fotos a nuestro computador.
Conclusiones
Mis expectativas para esta cámara eran bastante altas, y ciertamente no me decepcionó para nada. Desde el momento en que me la pasaron, siempre supe que el mayor uso que le daría sería para fotografía urbana. Esa tarea la cumplió con creces.
Gracias al tamaño compacto que tiene, es una cámara discreta para usar en la calle, y aquello permite llevarla a todas partes en una mochila sin que aporte significativamente al peso de ésta. La RX100 es una cámara dinámica también, no solo por el tamaño, sino que también por los extras que incluye, como el visor y la pantalla basculante. Solamente se me cae en el aspecto de la ergonomía, la cual no es la mejor.
La calidad de las fotos es buena, y es más que suficiente para la mayoría de las situaciones en las que nos encontremos. Gracias a un excelente sistema de autoenfoque y un muy buen rango dinámico, siempre tendremos imágenes con buen detalle y nitidez. El video también es excelente dentro de todo, y creo que sería una buena cámara para YouTube (especialmente vloggers).
Una negativa, creo yo, es la óptica que tiene. Claro, el 24-200 mm le otorga una mayor dinamismo a la cámara, pero en pos de una mejor de calidad de imagen, quizás un 24-70 sería una mejor opción. Aunque bueno, reduciendo tanto la distancia focal máxima, se acerca peligrosamente al territorio de los smartphones, cosa que no creo que sea conveniente para esta cámara. Mención aparte para la batería, la cual creo que es deficiente, y podría ser mucho mejor, así como también los tiempos de procesamiento.
Ahora nos tenemos que topar con una pregunta un tanto incómoda… ¿Sony RX100 o el Pixel 4? (para dar un ejemplo).
La respuesta es clara. Para la mayoría de las personas, el teléfono tomará fotos excelentes, y será más que suficiente. La RX100 VII es una inversión que se debe justificar, porque no es para nada barata. Para algún fotógrafo aficionado o profesional, puede valer la pena para obtener fotos con mayor zoom y menor pérdida de calidad, por ejemplo, o como mencioné anteriormente, para algún YouTuber.
La Sony RX100 VII ciertamente no es una cámara para todos, es casi de nicho (aunque eso sonaría como un burla si pensamos en ciertos modelos Leica o Fuji). Si tuviera el dinero, la compraría y le daría un buen uso, ya que muchas veces el teléfono se me queda corto, especialmente en fotografía urbana: tiene una mejor calidad, un mayor rango de zoom, y gracias al sensor más grande, se puede obtener una menor profundidad de campo (para más bokeh).
Aunque, de nuevo, el precio pone en duda esa decisión. Por lo que cuesta, fácilmente podríamos acceder a una buena DSLR de gama media, o incluso se pueden obtener full frames de generaciones anteriores. Eso quedará a juicio de cada persona, de acuerdo a sus gustos y necesidades.
Disponibilidad
La Sony RX100 de séptima generación ya la puedes encontrar en tiendas Sony Store. Como mencioné anteriormente, su precio es un gran tema a tener en cuenta: CLP $1.169.990. Por lo que sí, definitivamente es una inversión que se tendría que justificar.