¿Vale la pena pasar del Galaxy S6 Edge al Galaxy S7 Edge?

Hay diversas matices y cuestiones con las cuales nos topamos a la hora de querer elegir entre un smartphone u otro(s). Algunos de ellos son el sistema operativo, procesador, cantidad de memoria RAM, diseño y la batería. Precisamente, es en los dos últimos mencionados en los cuales nos vamos a centrar en este post.

Actualmente, tenemos un millón de alternativas entre las cuales escoger. Lo más probable es que uno quiera decantarse siempre por un gama alta, aunque no sea posible en todos los casos. Los precios, muchas veces, suelen irse por las nubes y no siempre se justifica el tener que gastarse un fangote de guita — como se suele decir en mi país — cuando existen otros móviles que pueden brindar una buena experiencia de usuario por una menor cantidad de dinero.

Sin embargo, los aficionados a la tecnología — principalmente — solemos jugarnos por un buque insignia porque sabemos, o al menos tenemos una noción, de las características y cualidades de contar con un tope de gama.

En el presente, hay muchas marcas que tienen, como mínimo, un flagship en su repertorio. Arriesgarme a decir cuál es el mejor de todos es pegarme un tiro en el pie, ya que cada usuario es diferente al otro, por lo cual, el contar con una buena sensación de un móvil depende de muchos factores en cada persona.

En mi caso, me siento muy a gusto con la línea SX Edge que lanzó Samsung. Primero me decanté por el Galaxy S6 Edge, y luego, me fui por el nuevo estandarte de la surcoreana: el Galaxy S7 Edge.

¿De qué se trata todo esto?

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En esta nota quiero traerte una especie de comparativa de opinión en base a mi experiencia de uso que tuve de pasar de un S6 Edge a la versión posterior. Como dije al comienzo, me voy a centrar en dos aspectos claves: diseño y batería, eso sí, siempre en cuanto a la experiencia de usuario se refiere. Si me pongo a explicarles las diferencias de componentes y del aspecto entre uno y otro, sería repetir textualmente lo que otros medios ya han publicado con anterioridad. La idea es diferenciarme considerando los puntos claves que pueda afectar y/o notar una persona si se decanta por uno u otro gadget en base a lo que yo mismo experimenté.

Sé que es un poco tarde el querer traer una comparativa entre estos dos dispositivos, no obstante, el querer hacerme con un S7 Edge me llevó mi tiempo y esfuerzo, como así también el poder tener un tiempo de uso considerable y razonable para hacer este versus. No es la confrontación más rápida, pero sí pretendo que sea la más minuciosa y transparente posible. Quizás sirva para aquellos que se plantean aún si pasarse de la versión anterior a la nueva, o les sirva como simple dato de curiosidad y/o recomendación.

Sobre el apartado del diseño, voy a describirte brevemente qué cosas cambian y si realmente me afectó ello. No creo que sea necesario redactar infinitas líneas en este aspecto porque me parece algo que salta a la vista ni bien se compara a los dos terminales.

Pero, en el que sí voy a dejarte bastantes palabras y pruebas es sobre el rendimiento de la batería. Creo que éste es el aspecto clave en que TODO usuario de un teléfono celular inteligente actualmente reniega. Algunos equipos ni siquiera llegan a una jornada, mientras que otros salen con baterías monstruosas que nos permiten mayor duración, aunque a expensas de arriesgar grosor y peso en el terminal.

Dicho lo dicho, pasemos a la comparativa de opinión.

¿Diseño disruptivo?

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Comencemos por el principio. En cuanto a lo estético, tengo que admitir que soy más fan de los teléfonos pequeños, de aquellos que pueden sujetarse con una sola mano. En este aspecto, el S6 Edge se ajustaba bastante bien a mi mano. Creo que es el tamaño límite si deseo poder maniobrarlo con una sola mano.

Ahora bien, en la versión posterior, si bien es más grande, quedé impresionado — y lo sigo estando — de lo bien que hizo Samsung el poder meter 5,5 pulgadas con unos márgenes muy bien logrados. En más de una ocasión me planteé si el tamaño de pantalla era realmente lo que ellos decían, simplemente porque me sorprende el mérito.

Por lo tanto, el pasar a un móvil de mayor tamaño, más precisamente al S7 Edge, me significó el tener que sacrificar la comodidad de poder tener todo al alcance de mi mano, por el tener que pasar a utilizarlo con las dos en la mayoría de las circunstancias. Algo que no fue de situación extrema, pude aceptarlo con el correr de los días.

En lo que sí tengo algún que otro tropezón es en los bordes edge. Tanto el modelo pequeño como el más grande me suelen detectar alguna zona de la mano, lo cual provoca un efecto de tocar la pantalla pero sin intención. En el dispositivo más chico era excesiva la cantidad de situaciones que esto solía producirse. Luego, con el S7 Edge, al comienzo notaba que tenía bastante presencia pero en menor medida. Sin embargo, con el pasar del tiempo y las diferentes actualizaciones que me fueron llegando, este problema disminuyó prácticamente en su totalidad.

Por último, quiero hablarte sobre la protuberancia de la cámara trasera. Personalmente este aspecto en el S6 Edge no me molestaba. Me parecía algo común, y que le daba su personalidad al equipo. Eso sí, lo trataba con suma delicadeza al momento de apoyarlo en un mueble. Fue así que opté por adquirir una Clear Cover. Desde ese momento, mi preocupación pasó a ser nula. Aunque, he de destacar que soy de aquellos que prefieren relucir su móvil tal cual son, sin cosas de por medio. Por lo cual, nuevamente hice un sacrificio: lo estético por la seguridad. Lo bueno es que no me afectó mucho ya que la funda se disimulaba muy bien, se acoplaba de una manera que parecía todo un único producto. Cuando mostraba el celular y separaba la Clear Cover del equipo, muchos se impresionaban porque no se habían dado cuenta del protector.

En cuanto me pasé al S7 Edge, tenía mis dudas si adquirir el mismo tipo de cover, obviamente que adaptado para las dimensiones del nuevo aparato. La cámara ya no está tan resaltada como la generación anterior, pero igual algo sobresale, además de tener cierto temor al momento de apoyarlo en muchos muebles. Finalmente me decanté a optar por comprarlo, y en la actualidad lo llevo adjunto al equipo en todo momento. Soy de aquellas personas que siguen al dicho que dice más vale prevenir que curar. Tanto en apariencia como en grosor es poco lo que se pierde, y mucho lo que se gana en seguridad. Para que te des una idea, la foto de portada y la primera que figura dentro de este artículo son de mi equipo, con la Clear Cover incluida.

Batería, ¿Más es mejor?

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Ahora pasamos a lo más indispensable en un smartphone hoy en día, el rendimiento de la batería.

Para este apartado, realicé diferentes test en el S7 Edge. En cada ocasión realicé capturas de pantallas para dejarlas plasmadas como prueba y evidencia mis palabras e impresiones. Aunque, vale la pena aclarar, no tengo estas herramientas para mostrarte al teléfono de la generación anterior ya que lo vendí. Sin embargo, voy a estar continuamente comparándote cada aspecto entre uno y otro, y créeme que todo lo que te diga va a ser en base a mi experiencia personal de verdad. De nada serviría inventarme algún que otro dato y darte falsas apreciaciones y conclusiones, todos saldríamos perdiendo; y la idea de esta nota es reflejarte el aspecto más delicado de un teléfono de la manera más fiel posible.

Aclarado lo explicado, pasemos con las pruebas. Quería tener un mínimo de diez ciclos de carga y descarga en los cuales mostrarte de la forma más creyente posible… finalmente llegué a 11 (once) ciclos en los cuales plasmarte mi experiencia.

En cada una de los tests, traté de que el porcentaje de batería sea lo mínimo posible, es decir, entre 1 y 2 %; con la salvedad de un día en el cual finalicé mi experimento con un 8%; si bien es un poco mayor, sigue estando en menos de un dígito la cifra. Te aclararé esta última situación cuando corresponda.

Como apreciarás en cada uno de los diferentes días, hice captura tanto del gráfico del consumo de la batería, con el tiempo exacto de uso y las 2 o 3 principales aplicaciones de consumo; como del tiempo de pantalla activo.

Día 1

En el primer día de mi test, hice un uso dentro de todo normal del equipo. Es más, la mayoría de los días son así, salvo excepciones que te las diré cuando corresponda.

Algo a aclarar desde ya, es que cada vez que mencione un uso “normal”, es en referencia a aplicaciones y uso habituales de mi día a día. Como dije anteriormente, cada persona es diferente a la otra, por lo cual, algunos podrán exigir más y otros no tanto.

Para mencionar rápidamente, siempre estuve con internet móvil encendido, Wi-Fi, GPS, sensores de luz, apps como Telegram, WhatsApp, Twitter, Facebook, correos electrónicos, etc. Y así también hice uso de llamadas telefónicas, y algún que otro SMS — sí, siguen existiendo por si se habían olvidado.

En el día 1, llegué a tener más de 4 horas de pantalla encendida y una duración de batería mayor a un día y medio. Esto en el Galaxy S6 Edge, se hubiera hecho como en 3 ciclos sin temor a quedarme corto en estimación… creo que no hace falta más aclaración.

Día 2

En esta ocasión, el uso de la pila entera es menor al primer día — 1 día, 13 horas y 50 minutos –, pero la pantalla estuvo más tiempo activa, llegando a las 6 horas y 18 minutos. Todo esto con un uso que se puede considerar como normal, lo cual es simplemente impresionante. El S6 Edge ni se le acerca al S7 Edge. En otras palabras, al primero le hubiera ido unos cuántos ciclos para llegar a ese tiempo con el mismo uso.

Día 3

En el día 3 logré algo que, creo, puede considerarse todo un hito. En muchos sitios se ha comentado que varias personas lograron hasta siete horas de pantalla encendida con el nuevo Galaxy S7 Edge… bueno, yo he superado eso.

En el tercer día de mi prueba llegué a las 8 horas, 37 minutos y 7 segundos de pantalla activa, ¿Qué tal?

Muchos se preguntarán cómo es eso posible. Incluso, hasta mis compañeros de Pisapapeles quedaron impresionados. Me preguntaron si no hice alguna carga de por medio, la respuesta fue que no, y como muestra de ello está el gráfico de consumo.

Vale la pena recalcar que en esta ocasión hice un uso diferente a lo normal. Me explico, tuve todas las aplicaciones y funciones activas como normalmente las tengo.

Sin embargo, ese día usé mucho el teléfono para leer. Y, para tratar de contrarrestar un poco el consumo, guardaba muchos artículos de noticias en Pocket y luego las leía con el fondo en color negro. Ante esto, te recuerdo que la pantalla del S7 Edge es Super AMOLED, por lo tanto, los negros son los más puros ya que la pantalla se apaga en esos píxeles. Creo que esto demuestra que dicha cualidad no se trata de un simple verso.

Por último, remarcar que lograr esto en el S6 Edge es simplemente imposible, siempre refiriéndome a un solo ciclo. Si ya de por sí tenía que tener al menos dos ciclos por día, en esta ocasión me hubieran ido no menos de 4 períodos… y no exagero. El teléfono era muy lindo y tenía una excelente pantalla y rendimiento de CPU y GPU, pero la autonomía era su talón de Aquiles.

Día 4

En el 4º día, llegué a, prácticamente, un día y 13 horas de batería continua; lo que se traduce en 6 horas y 35 minutos de pantalla encendida. Aquí con un uso normal.

Vayan procesando los números de autonomía y pantalla activa para comenzar a sacar sus propias conclusiones…

 Día 5

Aquí tenemos lo siguiente: con un uso normal, logré 1 día, 11 horas y 29 segundos de batería continua. Con esto, puedo decirte que alcancé 6 horas, 33 minutos y 8 segundos de pantalla activa.

Día 6

En el sexto día continúo con un uso normal, llegando a más de 1 día y 20 horas de batería. Pero, el tiempo de pantalla encendida es de 4 horas y 29 minutos. No sé exactamente por qué, pero en esta ocasión la duración se vio disminuida. No siempre se puede tener un equilibrio en todo. No obstante, lograr este número en mi (no tan) antiguo S6 Edge hubiera demandado al menos 2 ciclos de batería.

Más adelante te comentaré de algo que afectó a mi batería, aunque este no es el caso de ello.

Día 7

En el séptimo día tenía abiertas mis aplicaciones habituales pero con una mayor frecuencia de consulta, es decir, el uso y la interacción con el smartphone se incrementaron mucho. A eso hay que sumarle el gran tiempo de utilización de la cámara principal, especialmente, para sacar fotografías.

Otro dato a destacar, es que aquí se da la situación en que realicé la captura de pantalla con un 8% de pila aún, y no al borde del abismo con ese 1 a 2% habitual. Estaba de viaje y necesitaba el teléfono a full al día siguiente. A pesar de ello, no deja de ser un porcentaje considerable ya que es de una sola cifra, y tuvo un uso bastante razonable.

Como resultado de todo ello, el rendimiento de la batería fue de 17 horas y 44 minutos. A pesar de esto, el S7 Edge me brindó 5 horas y 7 minutos de pantalla encendida. Nada mal.

Día 8

Continuando de viaje, el modo de utilizar mi teléfono siguió variando en ciertos aspectos. Ahora usé mucho un reproductor multimedia para música (VLC), junto con la combinación de apps y servicios habituales.

Como podrán apreciar en las capturas, la batería me duró 16 horas y 44 minutos. Curiosamente, hice otra captura del gráfico con los 3 ítems que más pila gastaban, en ellos están “Teléfono en modo espera”, “SO Android” y “Pantalla”; en ese orden. Me llamó la atención que VLC no apareciera ya que estuve demasiado tiempo con él.

Y, para complementar, las horas de pantalla activa llegaron a 3 horas, 13 minutos y 22 segundos. En este apartado, es razonable que el tiempo de pantalla encendida sea menor por requerir otras funciones del smartphone.

Sin embargo, a pesar de estas variaciones, el S6 Edge no le hubiera ni llegado a los talones al S7 Edge.  Fuera la función que fuere, la batería del primero se hubiera quedado más que corta.

Día 9

El día 9 es muy similar al 8. Mucho uso de VLC más algunas notas guardadas en Pocket son el principal uso.

Más allá de eso, el S7 Edge llegó a las 23 horas y 36 minutos de duración de batería. O, dicho de otra forma, 4 horas, 8 minutos y 21 segundos de pantalla encendida.

Como en el caso anterior, aquí el uso de la batería figura consumido por otros servicios diferentes a los 2 primeros que mencioné al comienzo de este capitulo. Según el móvil, lo que más consumía autonomía era: “SO Android”, “Sistema Android” y “Pantalla”, respectivamente. Creo que el modo DOZE de Android Marshmallow tiene mucho que ver en los días 8 y 9.

Día 10

En el día 10, estuve algunas jornadas sin realizar capturas ya que no podía respetar los ciclos de carga y descarga de forma fiel y completa, por lo tanto, no podía hacer una evaluación justa en este test. Todo esto se debe a que en esos últimos días comenzaba a notar que la batería del S7 Edge duraba cada vez menos, lo cual me llamaba poderosamente la atención.

Ante esto, decidí hacer un ciclo normal de prueba para dejarles plasmado este inconveniente. En el mismo, el uso de la pila fue de 8 minutos y 57 segundos… mientras que la pantalla encendida llegó a las 3 horas, 30 minutos y 50 segundos.

En ese tiempo, las aplicaciones y servicios que más consumieron eran “Servicios de Google”, “Fotos” y “Pantalla”.

Voy a serles bien directo y franco. Notaba que “Servicios de Google” me venía comiendo batería de forma descomunal en estos últimos días. No sabía por qué, ni mucho menos qué hacer para solucionarlo. Por suerte, mis amigos y compañeros de Pisapapeles son verdaderos expertos, y tras comentarles esto, me dieron una serie de tips a seguir.

Primero me dijeron lo más básico de todo: que elimine la caché de “Servicios de Google”. Lo hice, pero sin mucha esperanza ya que apenas superaba los 300 KB.

Luego, tenía las opciones de “Administrar datos de búsqueda”, “Administrar almacenamiento de wearables” y “Borrar todos los datos”. Me recomendaron dejar la última alternativa intacta, era preferible no arriesgarse.

Pasado todo lo analizado, esperé un par de días y comencé a notar que la batería del móvil se fue recuperando… volvió a la normalidad.

Por lo tanto, el uso y rendimiento volvieron a ser los habituales. Como muestra de ello, te dejo el último día de esta prueba a modo de comprobación.

Ante todo este asunto, comentar que si me hubiera sucedido algo de esta magnitud en mi viejo S6 Edge, la autonomía hubiera sido un término inexistente; se habría esfumado enseguida. Creo que no habría llegado ni a la mitad del rendimiento del S7 Edge.

Día 11

Y llegamos al último día de la evaluación. Volví al uso “normal” con que suelo frecuentar mi smartphone.

En este ciclo, el uso de batería fue de 1 día, 13 horas y 49 minutos. Lo cual, se traduce en 5 horas y 58 minutos de pantalla encendida — prácticamente 6 horas.

Conclusiones

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Entrando a la etapa final del post, quedan por dar las conclusiones ante todo el material presentado.

Muchos se preguntarán al final, ¿Qué hago, me compró el S7 Edge? — obviamente, para aquellos que aún no lo han hecho –. Otros se plantearán, ¿Vale la pena el cambio del S6/S6 Edge al nuevo modelo de pantalla curva?

Voy a responderles de esta manera. Si posees un móvil diferente a los dos mencionados en este análisis y estás buscando un nuevo smartphone puntero, y tienen LA POSIBILIDAD Y DINERO, vayan por el S7 Edge sin duda alguna. Brinda un diseño muy atractivo, un tamaño muy bien logrado en un cuerpo en el cual no parece que entraran 5,5 pulgadas, una pantalla tremendamente espectacular, un rendimiento y optimización bien conseguidos, un sonido muy bueno, una cámara impecable y una duración de batería que no tiene nada que envidiar a otros terminales de la competencia. Creo que este año Samsung hizo muy bien sus flagships.

Para los otros que planean comprarse alguno de estos dos, te recomiendo que lo analices desde los dos puntos principales que fui tocando en toda esta comparativa.

Si el tamaño es algo que no te importa — no sean mal pensados — entonces es una variante indiferente. Sin embargo, lo que más creo que pueda influir en muchos, es en lo económico.

Actualmente el S6 Edge está a un precio internacional que se encuentra a menos de la mitad de su nueva generación. Por ese monto, te llevas un smartphone de características punteras. El único detalle es la batería, pero es la gran baza de la gran mayoría de móviles en la actualidad. Por lo tanto, con toda sinceridad, por más que te pueda sorprender o parecer algo ilógico en base a lo dicho en todo este análisis, te recomiendo irte por el primer modelo “S” de pantalla Edge. Te ahorrarás mucho dinero… puedes comprarte dos del mismo por un monto menor a su descendiente.

No obstante, si se da el caso y eres de aquellos que tienen un S6 Edge y dudan en hacer la renovación, te digo que te centres muy bien en la utilización que harías de una nueva gama. En lo único que se diferencia es en tener un tamaño más grande y una autonomía mayor. Si bien la última es un apartado muy importante, en el resto el anterior buque insignia surcoreano tiene grandes puntos a su favor. Las otras características como rendimiento, cámara y demás apartados multimedia están más que sobrados. Será del año pasado, pero su potencia y capacidad son suficientes.

El modelo más viejo comparte todas las virtudes mencionadas líneas más arriba con respecto a la nueva generación. Entonces, ¿Cuál es la traba a la renovación? Su precio. Comprarse lo último de lo último implica desembolsar una cantidad de dinero nada despreciable. Si lo económico no es problema para ti, entonces no veo mucho que pensar… ve a por él. Sólo entraría en juego el tema de la diferencia de tamaño, pero, en lo personal, no es algo tan extremo.

Espero que esta comparativa de opinión, en base a diferentes pruebas y experiencias que te he brindado, te sirva de algo, sea para hacerte con alguno de estos dos equipos, o para recomendar a alguien o hasta brindarte algunos datos a modo de curiosidad. Me resta decir que si tienes alguna que otra duda y/o planteamiento, puedes dejar todo escrito en la sección de comentarios y, siempre y cuando me sea de conocimiento posible, trataré de resolverte lo que pueda. Es más, si alguno de ustedes, queridos lectores, conoce algo que tanto yo como otro compañero de la comunidad desconozca, te invito a compartirlo y a crear una especie de foro comunitario. Aquí nadie sabe más que el otro, y yo soy un simple consumidor final… no te creas que soy un experto en este mundo de la era móvil, todo lo contrario.

Por último, si deseas conocer alguno de los otros apartados de estos dos móviles, te invito a leer las espectaculares reseñas que mis amigos y compañeros de equipo han hecho en los siguientes enlaces: