La infraestructura que sostiene la conectividad global ha sufrido un golpe significativo recientemente, con 13 países de Europa y África experimentando interrupciones en su servicio de Internet. Este fenómeno ha puesto de relieve la dependencia crítica de la sociedad en los cables submarinos, auténticos pilares de la conectividad internacional. Estas interrupciones han sido documentadas meticulosamente por CloudFlare Radar, revelando una problemática extendida desde el jueves pasado, afectando a naciones como Portugal, Benín, y Nigeria, entre otros.
Los cables submarinos, esenciales para nuestra conectividad global, han enfrentado cortes debido a averías y ataques, provocando desde breves interrupciones de media hora en países como Gambia, hasta parálisis de hasta cinco horas en Sudáfrica. En zonas donde la única vía de acceso a Internet es a través de estos cables, como ocurre en varios países africanos, cualquier daño se traduce en una desconexión casi total.
La causa de estos daños permanece, en muchos casos, como un misterio. Según Ars Technica, se sospecha que los incidentes en los cables de la costa oeste africana, reportados por proveedores como Vodacom y MTN, así como por la Comisión de Comunicaciones de Nigeria, tuvieron lugar entre Costa de Marfil y Senegal, con incidencias también reportadas en Portugal. Microsoft, a través de su red Azure, ha confirmado interrupciones en múltiples cables, incluyendo Africa Coast to Europe y MainOne, sugiriendo una problemática más amplia que afecta a la conectividad regional.
Aunque fenómenos como terremotos y huracanes son causas conocidas de daños en estos cables, la posibilidad de ataques dirigidos ha emergido como una preocupación creciente. La confirmación de Seacom acerca de cables dañados por acciones de los rebeldes hutíes, señala un nuevo frente en la seguridad de nuestra infraestructura de Internet. Estos cables, situados a profundidades que generalmente los protegen, están expuestos a ataques en áreas menos profundas cerca de las costas.
El impacto de los recientes cortes de Internet subraya la fragilidad de una infraestructura vista como inquebrantable. En un momento donde la tensión global va en aumento, proteger estos enlaces esenciales se convierte en una prioridad no solo para los países afectados, sino para el mundo entero. La cooperación internacional y la inversión en tecnologías avanzadas de protección son esenciales para salvaguardar nuestra ventana al mundo digital.
¿Cómo crees que se deberían fortalecer las infraestructuras de Internet para prevenir futuros cortes?
