La compañía liderada por Chris Bannister formalizó su postura frente a las otras empresas que dominan el mercado.
El escenario nacional de telecomunicaciones se está tornando algo conflictivo a partir de ahora. WOM es una empresa reconocida por su agresiva propuesta publicitaria, llegando incluso a irrumpir directamente sobre estrategias de las compañías vecinas, pero lo de hoy le pone algo más de seriedad –e incomodidad– al asunto.
La empresa liderada por Chris Bannister ha puesto una denuncia a la Fiscalía Nacional Económica en contra de Entel, Claro y Movistar, a quienes acusa de aprovechar su posición en el mercado para realizar prácticas anticompetitivas.
En pocas palabras, WOM está formalizando la postura que ha tenido desde que entró al mercado. Las tres grandes compañías antes mencionadas tienen aproximadamente un 95% de cuota de mercado, por lo que toda decisión que tomen repercute inmensamente en WOM.
La acusación es, en detalle, por la cantidad de equipos móviles que llegan a estas tres grandes compañías y no son compatibles con las redes AWS de WOM, ya que incluso, en muchas ocasiones, están modificados por las mismas telcos para que no puedan acceder a dicha banda.
Esto provoca que la compañía morada deba derivar gran parte de su tráfico a las redes que sí son compatibles, desaprovechando en gran porcentaje su red nativa en 4G, por ejemplo. La evidencia, según ellos, es bastante contundente, por lo que la situación en el mercado nacional se tornará muy tensa de aquí en más. La indemnización solicitada es de 250 millones de dólares.
Esto no es un tema nuevo para la Subsecretaria de Telecomunicaciones, de hecho, ellos ya habían anunciado que para su nuevo proceso de regulación, cada dispositivo tendrá que ser compatible con todas las redes en cada generación, de lo contrario, no podrá jactarse de poder acceder a dicha red.
En su momento WOM se refirió al tema como un buen primer intento, pero asegurando que faltaba mucho para normalizar el mercado en esta inmensa enredadera de redes.
A partir de marzo del próximo año será obligatorio que todos los dispositivos móviles que ingresen al país pasen por este proceso de homologación, por lo que todas las compañías tendrán que cumplir con esto si no quieren resultar multadas por el organismo regulador.
