El nuevo gama media de Motorola pasó por nuestras manos y te traemos nuestras impresiones en el review del Moto G30.
Meses atrás, Motorola presentó su nuevos equipos de la gama media. Se trata del nuevo Moto G10 y G30, equipos que vienen a competir en un segmento bastante complejo ante la variedad de opciones que tenemos en el mercado. El G10 nace como el sucesor natural del Moto G9, mientras que el G30 se ubica unos escalones más arriba según sus características.
El nuevo Motorola Moto G30 llega de la mano de un procesador Snapdragon 662, 4GB de RAM, 128 GB de almacenamiento y una batería de 5.000 mAh con carga rápida de 15 W. Además de una pantalla LCD IPS de 6,5 pulgadas con una taza de refresco de 90 Hz y una cámara trasera de 64 MP.
Agradecemos a nuestros amigos de Motorola Chile por facilitarnos esta unidad de prueba para poder llevarte este análisis. Sin más preámbulos: ¡Vamos con el review!
Como es costumbre, vamos a comenzar con el diseño del equipo. El Moto G30 es un equipo ensamblado completamente en plástico y que mantiene ciertos aspectos del diseño típico de Motorola en esta gama. El acabo trasero es de un estilo mate y el color del equipo es «cambiante» respecto a la luz -al menos en la unidad probada-, y en Chile está disponible en los colores «Gris Tornasol» y «Lila Pastel». El equipo de este review es del primer color y cambia en tonalidades verdes o moradas. Vemos que Motorola se desprende de diseños brillosos o asimilando al cristal, logrando que en el equipo no se marque ninguna huella, eso se agradece.
Tenemos un equipo bastante cómodo al tacto y a la vista, aunque un tanto resbaladizo, más bien grueso (9.14 mm) y un poco pesado (197 gr), no es el teléfono más ligero. Motorola lo ha certificado con IP52 por lo que resiste salpicaduras y es «repelente al agua».
En la parte trasera nos encontramos con un espacio que sobresale y donde se ubican las cámaras en disposición vertical, rodeadas de un borde plástico pero que busca similar metal cromado, efecto que también lo incluyen en el flash. Al centro en esta misma cara tenemos al sensor de huella dactilar el que está marcado por el logo de la compañía como ya es costumbre. Al menos para mí resulta cómo el sensor en esta zona aunque eso es variable según la persona.
En el costado derecho tenemos tres espacio de botones: bloqueo y apagado, subir/bajar volumen y uno dedicado para Google Assistant. Este último se encuentra bastante arriba a mi parecer y podría confundirse con el de bloqueo, aunque ese botón tiene relieve, sin embargo con carcasa es más difícil identificarlos. En el costado derecho sólo tenemos la bandeja para la nanoSIM y para la tarjeta microSD de hasta 512 GB. En el borde superior tenemos un minijack 3.5 un micrófono, mientras que en la inferior la entrada USB-C, un parlante y micrófono.
En mi opinión y respecto al diseño, el Moto G30 es un equipo que responde a su gama aunque en esta existe mucha competencia y este es un apartada bastante importante para aquello. El diseño y los colores son bastante llamativos, a pesar de que el equipo es cómo de utilizar, sobre todo por sus bordes redondeados, es más bien un tanto grueso y se sienten sus 200 gr. Sin duda el punto para el diseño se lo dan sus colores y ese acabado mate, si bien no es un diseño rupturista o llamativo, creo que Motorola cumple con su punto y continúa la línea en la que han venido trabajando.
Ahora nos vamos a la parte frontal del equipo, donde nos encontramos con una pantalla LCD IPS de 6.5″ con una resolución HD+ de 1600 x 720 pixeles. Además de una taza de refresco de 90 Hz, una relación de aspecto de 20:9 y 269 ppi. El panel frontal es interrumpido por un notch de tipo gota en el que encontramos la cámara frontal, además de sus bordes bastante pronunciados. Los bordes resultan ser bastante gruesos y sobre todo el de la parte inferior de la pantalla, algo que no vemos tan notoriamente destacado en otros equipos de esta gama.
Respecto a la calidad de la pantalla, me deja con la sensación que sólo cumple. Estamos ante una resolución de 1600 x 720 pixeles y bajo ciertas circunstancias se sienten. A pesar de que tenemos un ángulo de visión bastante óptimo, la experiencia ante la luz de sol es muy incómodo ya que en esas circunstancias le falta mucho brillo. La tasa de refrescos de 90 Hz no es algo totalmente llamativo en este caso aunque se nota una pequeña diferencia y se agradece esa incorporación.
No podría asegurar que este sea el aspecto más destacado en este equipo. Si bien tenemos una pantalla que responde y se ajusta al equipo, no es algo especialmente destacable aunque su tamaño de 6.5″ anda bastante bien en la reproducción multimedia. Respecto al audio, tenemos un único parlante en la parte inferior por lo que es de tipo mono, lo que le permite cumplir con su trabajo. En cuanto a calidad, tenemos un buen nivel de volumen y una calidad justa, aunque falta un mayor trabajo con el resalte de los tonos bajos y agudos.
Al igual que en el Motorola Moto G9 Play, el Moto G30 incorpora el procesador Qualcomm Snapdragon 662 de 11 nm, CPU de ocho núcleos Kryo 260 a 2 GHz y 1,8 GHz y apoyado por la GPU Adreno 610. Acompañando todo eso tenemos a la memoria RAM de 4 GB y los 128 GB de almacenamiento interno expansible a través de la tarjeta microSD de hasta 512 GB.
Personalmente sentí que es un equipo que responde y se comporta bastante bien al uso cotidiano. Tenemos transiciones y acciones bastante fluidas, buen desempeño con las aplicaciones comunes y sin ningún tipo de problema en la multitarea. Donde sí notaremos una disminución en el rendimiento es en los juegos, en esas condiciones se nota un mayor esfuerzo del equipo a la hora de responder, aunque las gráficas parecen estar a la altura de lo que podríamos esperar en este segmento. Si buscas un equipo para este último uso, quizás este no sea la mejor opción. En caso contrario, el trabajo del equipo es muy buen, está a la altura y representa una grata experiencia.
En el nuevo Motorola Moto G30 nos encontramos con Android 11, además del último parche de seguridad entregado por la compañía para el equipo. En este apartado nos encontramos con una de las versiones más puras de Android en el mercado, salvo pequeñas funciones diferenciadoras que agrega Motorola, el equipo tiene un sistema bastante limpio. Esto último se agradece bastante en terminales que llevan este sistema operativo.
Lo anterior, ya que en este Moto G30 no nos encontraremos con aplicaciones duplicadas ni capa de personalización abultada de parte de la marca. Las principales características añadidas por la empresa están en las funciones Moto, la que nos permitirán, por ejemplo, activar la linterna agitando el equipo, tomar captura con tres dedos o mantener la «pantalla atento» e impedir que se apague si es que la miramos. Tampoco nos encontramos con aplicaciones preinstaladas, a parte de Facebook y Moto. Sólo podremos hacer pequeños ajustes en la personalización como el cambio de fuentes, fondos y ajustes de color en la pantalla.
El sistema en general es bastante Google, ya que la gestión de archivos se realiza a través de las aplicaciones del mismo sistema de base, lo mismo con las fotos. Vuelvo a decir que este aspecto se agradece demasiado, ya que no nos encontramos con un sistema ensuciado por una serie de aplicaciones duplicadas o preinstaladas. A ti te hablo, Samsung.
Este probablemente sea uno de los aspectos en los que más saca ventaja el terminal. El Moto G30 incorpora una batería de 5.000 mAh y se nota. Desde mi experiencia de uso, podemos llegar relajadamente a los dos días de uso del equipo sin tener que recurrir al cargador, incluso superando las 9 horas de pantalla encendida.
Si de carga se trata, el G30 incorpora carga rápida de 15 W y viene incluido el cargador TurboPower de Motorola de 20 W, lo que le permite llegar al 30% en 30 minutos y a la carga completa en dos horas.
En los aspectos de seguridad no hay mucho que decir ya que no encontramos ninguna novedad. Cuenta con desbloqueo biométrico a través de la huella dactilar y el reconocimiento facial, además del PIN o el típico método del patrón. Respecto al desbloqueo facial, este no lo recomiendo para nada, se realiza a través del software, es vulnerable y difícil de emplear cuando no están las condiciones óptimas.
El lector de huellas dactilares -ubicado en la parte trasera- es seguro y preciso, aunque no es el más rápido. Sin embargo, y a pesar de no ser el más rápido, tiene un margen de error muy bajo por no decir cero, siempre reconoce tu dedo. Este método es el más recomendado en este equipo.
En la parte trasera nos vamos a encontrar con el módulo de las cuatro cámaras, el que incorpora una principal de 64 MP con una apertura de f/1.7 y que cuenta con la tecnología Quad Pixel que mezcla los pixeles permitiendo una mayor luminosidad en la fotografías. A esta la acompaña un sensor gran angular de 8 MP de f/2.2, finalmente tenemos otros dos sensores de 2 MP, el primero es el macro (f/2.4) y el de profundidad (f/2.4).
Respecto a la calidad de las fotografías, y hablando de la cámara principal, nos encontramos ante imágenes de una buena calidad pero con algunos reparos. Las fotografías que son bastantes óptimas aunque me dejaron con la sensación de que le faltó un mayor nivel de detalle, además de tener tonos más bien planos, fríos y apagados, como si le faltara saturación. Cuando estamos a contraluz la cámara no se adapta de buena manera. A pesar de estas críticas, quiero aclarar, se obtienen buenas fotos aunque tampoco es algo sorprendente: cumple.
El activar el HDR podría mejorar un poco las cosas aunque tampoco es algo radical. Tampoco tenemos un teleobjetivo así que el zoom tampoco será algo que llame la atención que digamos.
Ya durante la noche la calidad disminuye un poco, lo que más resalta es el bajo nivel de detalle que obtienen las fotografías cuando tenemos poca luz. El ruido también se hace presente y se nota harto. Si activamos el «Night Vision» tendremos mejores resultados aunque un tanto exagerados, hay puntos que terminan más iluminados de lo que realmente lo estaban y se nota una fotografía demasiado artificial. Por otro lado, este método de captura es especialmente lento y debemos tener el teléfono quieto por varios segundos -y se nota-.
Si hablamos de la cámara gran angular del equipo, estamos ante un lento menos luminoso y más pequeño en cuento al sensor, lo que provocará que tengamos imágenes menos detalladas y con colores aún menos llamativos y planos. Sin embargo no tenemos imágenes deformadas o con bordes redondeadas. Con las condiciones óptimas podemos obtener buenas imágenes de todas maneras.
Durante la noche eso sí el uso de esta cámara no es para nada recomendable. La fotografía carece de todo tipo de detalle, presenta bastante ruido y simplemente no son para nada buenas. Aunque este aspecto era de esperarse y no es algo especialmente bueno en esta gama.
En este modo de cámara sí que tenemos muy buenos resultados, me atrevería a decir que me sorprendió gratamente. Tenemos mucha más luz en las imágenes de personas o de objetos, donde también podemos ajustar el nivel en que se realiza el desenfoque. La terminación de este efecto es muy precisa y no notamos mayores problemas en los bordes como suele suceder en otros terminales.
La incorporación de estas cámaras, aparte de para marketing de los equipos, no tiene sentido alguno. Salvo algunas excepciones, una cámara macro no es algo que usemos siempre o seguido. A pesar de eso, podríamos esperar algo de esta cámara para alguien que sí la quiere usar frecuentemente, sin embargo esta sólo va a funcionar cuando tenemos las condiciones óptimas y sus resultados tampoco son especialmente llamativos, nada que no podríamos lograr con sensores principales buenos. Aunque se agradece el nivel de enfoque en distancias tan pequeñas, aunque es lo que debe hacer.
Respecto a la cámara delantera, estamos ante un sensor de 13 MP con apertura de f/2.2. Cámara que es capaz de grabar videos en hasta 1080p a 30 fps e incorpora HDR. Los resultados con la cámara delantera me dejaron bastante satisfecho, con un buen nivel de detalle y de colores óptimos y ajustados. Además tenemos la posibilidad de agregar el modo belleza de Motorola el que tampoco va a entregar imágenes exageradas o artificiales.
Además tenemos modo retrato, el cual cumple con su objetivo aunque los resultados no son tan buenos como el de la cámara trasera, obviamente. Al realizarse a través de software, los bordes de la imagen pueden tener a borrarse. Durante la noche la cámara logra enfocar e iluminar de buena manera la cara si es que tenemos el modo noche activado, sin embargo el nivel de detalle se reduce drásticamente y tiene un ruido muy llamativo en los objetos o fondo de nuestra fotografía.
Si hablamos de video, el nuevo Motorola Moto G30 tiene la capacidad de grabar en 1080p hasta 60 fps, aunque el estabilizador de imagen llega hasta los 30 fps. Si bien no es algo en lo que el equipo destaque, tenemos resultados óptimos y a una calidad similar a la fotografía bajo las condiciones óptimas. La estabilización del video es muy destacable y se agradece su incorporación.
Durante la noche la calidad es mala, en todo momento el video trata de enfocarse al mínimo movimiento. Si bien conserva el nivel de estabilización, aparece mucho ruido en la imagen y el nivel de detalle es muy bajo. Otro aspecto negativo es que no podemos pasar entre la cámara principal y la gran angular, para eso tendremos que detener la grabación y cambiar de cámara.
En el nuevo Motorola Moto G30 nos encontramos ante una renovada aplicación de cámara. En esta versión tenemos un menú de opciones junto al botón para capturar la imagen, y podemos pasar entre video o fotografía. Si queremos acceder a los otros modos de cámara entonces tendremos que entrar al apartado de opciones, si queremos que uno de estos esté como accedo directo entonces tendremos que arrastrarla hasta esa parte.
Personalmente considero que si bien es una aplicación con buenas opciones y diseño, no es la más intuitiva. Aparte de eso, hay algunas funciones importantes que no las tenemos al alcance rápido, como es el caso de la activación del HDR. Un aspecto positivo es el ajuste que podemos realizar en la optimización de escena.
Mejor te dejo un video para que puedas revisar la aplicación:
Finalizando, me quedo con la sensación que el nuevo Motorola Moto G30 viene principalmente a renovar la línea media de la compañía pero no representa grandes cambios. Básicamente nos encontramos con características y experiencias similares a lo que encontramos en el resto de la línea G tiempo atrás. Si bien se entiende que la gama media no es precisamente la que debe innovar respecto a características, siento que el equipo no tiene mayor valor agregado de lo que ya hemos visto antes en sus antecesores.
A pesar de eso debo destacar el tipo de colores y diseño bastante llamativo que tiene el equipo, así como también su buen desempeño para las tareas cotidianas. El apartado de rendimiento nos permitirá manejarnos en el equipo fluidamente y lograr una muy buena experiencia. Lo mismo hace la batería en su caso, desprenderse de la preocupación por la autonomía es algo que se agradece.
Pero tampoco podemos dejar de mencionar aspecto que a mi juicio son más bien negativo. En primer lugar la pantalla, la que cumple pero no tenemos nada destacable, sin duda le falta mayor brillo bajo ciertas circunstancias y en calidad tampoco tenemos algo especialmente llamativo. En la mismas condiciones nos encontramos con las cámaras, las que si bien logran obtener buenas imágenes, carecen de colores destacables y tienen buen desempeño siempre y cuando las condiciones sean muy óptimas.
El nuevo Motorola Moto G30 está disponible en la web de la compañía por $229.990, además de las compañías y principales tiendas del país. Como te dije al principio, podrás encontrarlo en dos colores (Lila Pastel y Gris Tornasol) y con 128 GB de almacenamiento.
Agradecemos, una vez más, a nuestros amigos de Motorola Chile por facilitarnos esta unidad para llevarte este review. Ahora es tu turno, ¿Qué te pareció el nuevo Moto G30?