La administración de Biden ha concedido hasta $6.4 mil millones en subvenciones a Samsung, uno de los mayores fabricantes de chips del mundo. Esta inversión apoyará la creación de un nuevo centro de manufactura de chips en Taylor, Texas, y la expansión de una instalación existente en Austin, buscando reforzar la producción doméstica de semiconductores de última generación.
Los fondos federales permitirán a Samsung, la compañía surcoreana, financiar su nuevo centro de fabricación de chips en Taylor y expandir el sitio existente en Austin. Con este impulso financiero, Samsung aumentará su inversión en Texas a aproximadamente $45 mil millones, superando los $17 mil millones anunciados hace más de dos años. Además, la empresa construirá una planta adicional y mejorará una instalación que está actualmente en construcción en Taylor.
El objetivo de estas subvenciones es crear un centro estadounidense para el desarrollo y producción de semiconductores de vanguardia. Además de fabricar chips, Samsung también construirá una instalación de investigación y desarrollo y una fábrica avanzada para el empaquetado de semiconductores en Taylor, lo cual representa el paso final antes de que los semiconductores puedan utilizarse en sistemas electrónicos.
Este anuncio sigue a otros concedidos recientemente por funcionarios federales a fabricantes de semiconductores. La iniciativa se financia mediante la Ley CHIPS, aprobada en 2022 por un grupo bipartidista de legisladores para fortalecer el suministro doméstico de semiconductores, componentes vitales que alimentan desde teléfonos y computadoras hasta automóviles y sistemas de armas. La legislación asignó $39 mil millones al Departamento de Comercio para distribuir en forma de subvenciones como incentivos para que los fabricantes de chips construyan y amplíen plantas en los Estados Unidos.
La concesión a Samsung es la tercera gran asignación destinada a aumentar la producción estadounidense de los semiconductores más sofisticados. Funcionarios federales expresaron la semana pasada que otorgarían hasta $6.6 mil millones en subvenciones a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company y anunciaron que Intel recibiría hasta $8.5 mil millones en subvenciones, la mayor subvención individual bajo el nuevo programa.
Esta subvención no solo pretende revivir la producción de semiconductores de alta tecnología en EE.UU., sino también asegurar la cadena de suministro nacional y mitigar los riesgos de seguridad nacional. Con esta inversión, el gobierno de EE.UU. espera reestablecer su liderazgo en la producción de los semiconductores más avanzados y crear un ecosistema de semiconductores de última generación en Texas.
¿Cómo crees que este nuevo desarrollo influirá en la posición global de EE.UU. en la industria de semiconductores y su seguridad nacional en los próximos años?
