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Alerta en el Mar Rojo: Cables de internet submarinos en la mira de conflictos futuros

La integridad de los cables de internet submarinos, vitales para la conectividad global, enfrenta riesgos crecientes en regiones conflictivas, como evidencia un reciente incidente en el Mar Rojo. Aunque no hubo indicios de que los daños fueran intencionales, el suceso subraya la facilidad con la que estos cables pueden ser blanco de ataques.

A fines de febrero, tres cables de fibra óptica sufrieron daños en el Mar Rojo, provocando una significativa reducción del ancho de banda de internet en la zona, con reparaciones que podrían extenderse por semanas o meses debido al conflicto en curso en Yemen. Estos gestionaban aproximadamente el 25% del tráfico de internet de la región, obligando a los operadores a buscar rutas alternativas a través de otros cables y satélites. La causa probable de los cortes en los cables fue el ancla del buque de carga Rubymar, que fue impactado por misiles y abandonado por su tripulación a mediados de febrero, según una entrevista de CBS con John Kirby, asesor de comunicaciones de seguridad nacional de la Casa Blanca.

Aunque el corte de estos cables no fue deliberado, el incidente resalta la particular vulnerabilidad de los cables submarinos, que transportan cerca del 97% del tráfico de internet del planeta, frente a interrupciones intencionales.

Sin embargo, este tipo de ataques menores no necesariamente representan una gran disrupción, señaló Tim Stonge, vicepresidente de investigación en la firma analista TeleGeography. Ocurren alrededor de 100 incidentes al año que impactan a los cables submarinos, por lo que “la industria está acostumbrada a los fallos.” Dos tercios de estos incidentes son causados por actividades humanas: ya sea por redes de pesca que atrapan los cables o anclas que los levantan. El tiempo de reparación depende de la ubicación de la ruptura y de la jurisdicción en que se encuentre, pero generalmente toma al menos unos días.

La mayoría de los cables submarinos son propiedad de la industria privada. Muchos de los cables más antiguos fueron construidos por consorcios de proveedores de telecomunicaciones o por empresas que construyeron cables con el propósito de vender capacidad a los proveedores. Más recientemente, Silicon Valley también ha entrado en juego. TeleGeography estima que Meta, Google, Microsoft y Amazon poseen o alquilan casi la mitad del ancho de banda submarino disponible.

Stonge agrega que la industria se prepara principalmente para las rupturas añadiendo redundancia. Por ejemplo, los tres cables cortados en el Mar Rojo aún dejaron 11 cables submarinos en la región capaces de llevar tráfico de internet. TeleGeography estima que actualmente hay alrededor de 574 cables submarinos activos o planificados. Esto hace poco probable que un país quede completamente aislado de internet, a menos que sea una nación insular, como ocurrió en Tonga en 2022 cuando su único cable submarino fue destruido por una erupción volcánica submarina. Ese daño tardó aproximadamente un mes en repararse.

No obstante, dada la dependencia de la economía global en el acceso a internet, los gobiernos han comenzado a tomar medidas más enérgicas para asegurar los cables submarinos. El año pasado, la OTAN lanzó un centro de coordinación destinado a proteger la infraestructura submarina, reuniendo a partes interesadas de la industria y el gobierno para proporcionar una seguridad más cohesiva para los cables y tuberías, así como una fuerza de tarea conjunta con la UE.

El desafío principal a corto plazo es facilitar la identificación de los buques específicos que podrían causar daños a los cables. Actualmente, las compañías de telecomunicaciones saben cuándo y dónde ocurre una ruptura, pero no necesariamente conocen la causa específica. Esto condujo a incidentes como el daño a dos cables submarinos que dejaron sin internet a las islas Matsu frente a la costa de Taiwán en febrero de 2023. La Comisión Nacional de Comunicaciones de Taiwán señaló a buques chinos por los cortes, que tardaron más de un mes en repararse, pero no pudo proporcionar evidencia.

¿Qué medidas crees que podrían implementarse para proteger mejor la infraestructura de internet submarina?

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