WOM solicita renunciar a su concesión 5G de banda 26 GHz en EE.UU., citando obsolescencia y falta de demanda en el mercado actual.
IMAGEN: WOM
En un movimiento significativo dentro del sector de telecomunicaciones, WOM ha pedido al Tribunal de Quiebras de Delaware, en Estados Unidos, permiso para renunciar a su concesión de la banda 26 GHz. Esta decisión se basa en la afirmación de que la tecnología se ha vuelto obsoleta y carece de usuarios y atractivo comercial.
Eduardo Jara, vicepresidente de Asuntos Corporativos de WOM, expuso que, a pesar de las altas expectativas, la banda 26 GHz no ha encontrado aplicabilidad comercial desde que fue adjudicada a la empresa en 2021. «Desde entonces, la evolución tecnológica y la disminución de la demanda han hecho que esta frecuencia milimétrica pierda relevancia en el mercado actual», comentó Jara.
La concesión fue parte de un paquete más amplio adjudicado por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) de Chile, que incluía varias bandas destinadas a impulsar el desarrollo de tecnologías 5G en el país. Sin embargo, WOM enfrenta la realidad de que la banda 26 GHz requiere una inversión inicial de al menos US$10 millones para su implementación, un coste que la compañía considera inviable dado el escaso interés y la falta de desarrollo comercial.
La situación se complica aún más con la aproximación de la fecha límite para la activación de la banda, impuesta por Subtel. Según los términos del contrato, WOM debe iniciar el proceso de encendido de las antenas antes del 23 de mayo, con el riesgo de enfrentar sanciones económicas severas y posibles descalificaciones para futuras licitaciones públicas si no cumple con los plazos establecidos.
«Renunciar a estas concesiones y entregar las licencias de 26 GHz es una decisión prudente y necesaria, que responde a un juicio comercial razonable y busca proteger los intereses de los deudores, sus activos y sus acreedores», afirmó Jara durante la audiencia.
Este caso subraya los desafíos que enfrentan las operadoras al navegar por un paisaje tecnológico en constante cambio, donde la adaptabilidad y la previsión son clave para evitar inversiones infructuosas y mantener la competitividad en un mercado global.
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