Trump propone un arancel del 100% a chips y semiconductores. Las empresas con producción en EE. UU. se librarían del pago.

Imagen vía Flickr (Gage Skidmore)
El presidente Donald Trump ha amenazado con aplicar aranceles del 100% a los chips. La medida afectaría a los semiconductores importados. Sin embargo, existiría una excepción importante. Las empresas con fábricas o compromisos de inversión en Estados Unidos evitarían pagar el arancel. El anuncio ha generado confusión en la industria. Muchos analistas desconocen qué organizaciones se verán más afectadas.
Esta decisión quiere incentivar a las compañías a invertir en el país. Trump ha reiterado este objetivo en el pasado. Sus comentarios se dieron durante un encuentro en la Casa Blanca. Apple, una de las mayores firmas de tecnología, ya anunció una inversión de 100.000 millones de dólares adicionales en manufactura local.
El mandatario expresó su posición. «Vamos a aplicar un arancel de aproximadamente 100% a chips y semiconductores», dijo. De inmediato, agregó una salvedad: «Pero si estás construyendo en los Estados Unidos de América, no hay cargo». El presidente fue más allá con sus declaraciones. «Si has hecho un compromiso para construir o estás en proceso de construir, no hay arancel», comentó. Por último, advirtió sobre el incumplimiento de los acuerdos: «Si dices que estás construyendo y no construyes, te cobramos en una fecha posterior».
El mercado no reaccionó de manera drástica. Los inversores se mantuvieron sin cambios. El motivo es que la mayoría de los fabricantes de chips ya invierten en Estados Unidos. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) se comprometió con una inversión considerable en el país.
Por su parte, el gobierno de Corea del Sur confirmó que Samsung Electronics y SK Hynix estarán exentas. No obstante, las compañías europeas como Infineon y STMicroelectronics son más vulnerables. Ellas carecen de una presencia de manufactura significativa en territorio estadounidense. El CEO de Infineon, Jochen Hanebeck, consideró que los aranceles son un «error fundamental».
Los dichos del presidente Trump no fueron un anuncio formal. Por ello, muchos detalles aún se desconocen. Queda poco claro qué se considera un «compromiso para construir».
Tampoco se sabe si los diseñadores de chips que usan fabricantes externos se verían afectados. Un problema adicional radica en los productos finales. La mayoría de los chips entran a Estados Unidos dentro de otros artículos. Es el caso de teléfonos, computadoras y automóviles. Se desconoce si los fabricantes de esos productos también deben construir en el país.