Ven a conocer todos los detalles de la primera cámara que captura contenido en 360° de la compañía japonesa Nikon, la KeyMission 360.
Hace poco menos de un año, por primera vez realizamos el análisis de una cámara 360 aquí en Pisapapeles, siendo en aquella oportunidad la segunda generación del Samsung Gear 360, un dispositivo que si bien no ofrecía la mejor calidad, sí era bastante asequible y cercano para el público masivo.
Hoy les traemos otra cámara de este estilo, la cual, a pesar de haber sido lanzada hace ya dos años atrás, sigue estando vigente en el mercado de cámaras 360. Me estoy refiriendo a la Nikon KeyMission 360, la primera apuesta de la firma nipona por este tipo de fotografía.
Conociendo la experiencia de Nikon en este mundo, sumado a un set de especificaciones bastante decentes para este tipo de cámaras, deberíamos tener una experiencia más que buena. Veámoslo a continuación:
Fabricante y modelo
Cámara
Hardware
La Nikon KeyMission 360 cuenta con un look muchísimo más deportivo que otras cámaras. Es un cubo robusto y sólido, un tanto grande (pero no tan engorroso de utilizar) y pesado. Para referencias, sus dimensiones son de 65,7 x 60,6 x 61,1 milímetros, y una masa de 198 gramos.
El hecho de que sea una cámara relativamente grande tiene sus razones, puesto que se trata también de una action cam, como la GoPro, pero esta vez incluyendo dos sensores fotográficos. Esto significa que la cámara es sumergible hasta 30 metros (por 60 minutos), es a prueba de golpes (caídas de hasta 2 metros) y frío.
En el exterior no tenemos muchas novedades. Tanto en la parte trasera como en delantera nos encontramos con una cámara y su respectivo lente. En la parte superior tenemos el botón para grabar y un LED que nos indica el estado de la batería, mientras que en la parte inferior está la rosca para poder montar la cámara en un trípode. Por último, en el costado derecho tenemos el botón para tomar una foto, mientras que en la izquierda tenemos una bandeja que se abre, descubriendo ahí el slot para la batería y la tarjeta micro-SD.
Personalmente, encuentro que hace falta una pequeña pantalla que muestre el estado de la cámara, debido a algo que no necesariamente tiene que ver con la cámara en sí, pero que relataré un poco más adelante en el review.
Por supuesto, lo más importante de este review es ver cómo es la calidad fotográfica que entrega la cámara.
En el interior, nos encontramos dos sensores CMOS de 23.9 megapíxeles, ambos con una apertura f/2.0, y una distancia focal de 1.6 milímetros (o el equivalente a un lente de 8.2 milímetros en un sensor Full Frame). Especificaciones claramente superiores a las del Samsung, y eso es que algo que se nota bastante a la hora de ver las fotos y videos, y compararlos.
La diferencia más obvia, es que las fotos se ven muchísimo más claras y detalladas. Pero también podemos apreciar un muy buen rango dinámico, en donde no tiende a sobreexponer tanto la imagen cuando hay situaciones de alto contraste, y los colores que entrega también son bastante buenos vívidos. Lo único malo que le encuentro, es que el punto en donde se unen las fotos capturadas por ambas cámaras, es muy notorio, lo cual podría arruinar un poco la imagen final.
En cuanto a video, pasa exactamente lo mismo que con las fotografías. La calidad general de la imagen es bastante buena, y el audio grabado es excelente, puesto que captura de muy buena manera todo el entorno que rodea a la cámara. En cuanto a los datos duros, la KeyMission 360 graba con una resolución máxima de 3840 x 2160 píxeles a 24 cuadros por segundo.
A continuación adjunto las fotos y videos de prueba:
En esta oportunidad prefiero partir hablando de lo bueno, por lo que me disculpo de antemano si es que esta sección del review queda algo desordenado.
Partiendo con la autonomía del dispositivo, la cámara viene con una batería removible de 1.050 mAh, la cual, de acuerdo a Nikon, nos debería entregar una vida útil de por lo menos 230 disparos y aproximadamente 1 hora y 10 minutos de grabación continua. Aquello, con el uso mixto (fotos y videos) que le di en el día de pruebas, se tradujo en aproximadamente 45 minutos de uso continuo, lo cual está bastante bien a mi parecer. Lo único malo, es que se tarda bastante en cargar al máximo, con un 0 a 100 que en mi caso duró un poco más de 1 hora y media.
Lo bueno de esta cámara es que se puede usar sin tener un dispositivo móvil a mano, y tal como mencioné en el apartado del diseño, contamos con dos botones – uno para tomar fotos, y el otro para grabar videos. Cuando uno presiona cualquiera de los botones, se activará una cuenta regresiva de 2 segundos, y posterior a ello, se registrará lo que le hayamos pedido que capturara.
Aplicación Snapbridge 360/170
Ahora ¿por qué me parece que se debió haber incluido una pantalla de estado en la cámara?
Para responder aquello, debo hablarles sobre el software que utiliza la cámara: SnapBridge 360/170, el cual está disponible en iOS, Android y una versión de escritorio para Windows y Mac, pero me enfocaré más en las versiones móviles.
En aquella aplicación podemos configurar todos los parámetros de la cámara, utilizarla como si fuese un viewfinder, y obviamente para ver y descargar el contenido que esté en la memoria de la misma. En el papel suena bien, pero es absolutamente pésima.
Para poder utilizar el control remoto, ver las fotos y descargarlas, se debe recurrir a la conexión WiFi que libera la cámara, la cual es muy inestable. En Android, esta aplicación resulta inútil, nunca logré que la cámara se conectara (por lo que en ningún momento pude descargar fotos o utilizarlo como viewfinder), y peor aún, cada vez que arrojaba error de que se perdía la conexión, la app se cerraba sola.
En iOS la experiencia fue distinta, pero no menos mala. Hay veces que lograba conectarse a la cámara, y podía acceder a los archivos dentro de ella, pero el resultado con el control remoto fue igual que con el robot verde: perdía la conexión apenas seleccionado el modo.
Pero también me parece deficiente en cuanto a las cosas que trae, o sea, ni siquiera hay un lugar visible para ciertos atributos de la cámara, como un indicador de batería. No hay siquiera un editor básico, ni tampoco deja “comprimir” la imagen en un pequeño planeta como lo hace prácticamente toda su competencia. El resultado de esto, es que cuando descargamos una foto en nuestro teléfono, lo que nos devuelve una suerte de foto panorámica.
Es por eso que quizás una pequeña pantalla de estado hubiese sido útil para la Nikon KeyMission 360. La simple inutilidad de su aplicación hace que finalmente terminemos utilizando la cámara sin ningún tipo de acompañamiento, por lo que aquella pantalla hubiera servido para, por lo menos, tener información básica de la cámara, como el estado de la batería, y cuanta memoria nos queda disponible, etc.
Lo que más eco me hace todo esto, es que la cámara ya lleva dos años en mercado, y según he visto en varias partes de internet, la aplicación siempre ha sido mala. Eso es muy preocupante. De hecho, la cámara la llevo utilizando desde hace varios meses, y creo que solamente una vez me saltó una actualización.
En el caso de la versión para computadores de SnapBridge (la cual aquí se llama KeyMission Utility), todo funciona bien, pero igual me parece deficiente en cuanto a las funciones que trae. Claramente, el software no es el punto fuerte de Nikon.
Para ir cerrando el review, me gustaría dejar claro que el hecho de que las aplicaciones de la cámara sean malas, no significa que el producto en sí sea igual. Al contrario, el hardware de la cámara es probablemente uno de las mejores que hay actualmente en el mercado disponible para el público en general.
La calidad entregada tanto en fotos como videos, es excelente. Todo se ve bien, con buenos detalles y colores. Obviamente que la cámara ya lleva un buen tiempo en el rubro, por lo que una pequeña actualización en ese aspecto del hardware probablemente no le haría nada de mal.
El problema es que, si estamos pagando 500 dólares por un producto, lo mínimo que uno espera es que el paquete completo sea bueno, pero aquí no sucede eso. Claro, se puede prescindir de la aplicación, utilizar la cámara con los botones incluidos, y posteriormente ver el contenido en nuestro computador, pero la idea es que todo el proceso sea fluido, que podamos ver y compartir las fotos de inmediato, que podamos controlar la cámara desde lejos, algo que claramente no sucede.
Esto significa que la Nikon KeyMission 360 no es del todo amigable para todos los usuarios, y eso es un problema, considerando que es una cámara que apunta hacia las masas, y no para la creación de contenido profesional.
Habrá que ver si es que Nikon se digna a mejorar su software, pero por ahora la experiencia de uso de esta cámara es demasiado coja.
Esta cámara no se vende oficialmente en Chile, pero en tiendas extranjeras, como en Amazon, la puedes conseguir por un precio de USD $499.