Review iPhone SE de tercera generación (2022)

Hay un montón de personas que al elegir su próximo teléfono tienen en mente una sola cosa: que sea un iPhone. Hasta hace algunos años tomar esa opción era utópico para muchos debido al alto precio de los dispositivos de Apple, y es justamente por eso que se lanzó el iPhone SE siguiendo una lógica muy simple: un iPhone pero a precio abordable.

Ya vamos en la tercera generación de este exitoso dispositivo, donde la fórmula sigue siendo exactamente la misma: reutilizar materiales sobrantes de otros teléfonos más antiguos y actualizar algunos de los componentes en su interior. ¿Será suficiente para seguir siendo competitivo en 2022? Vamos a averiguarlo en el siguiente review.

Un diseño (ya muy) conocido

Como bien ya sabrán, el iPhone SE de tercera generación incluye exactamente el mismo diseño que la generación pasada (y dicho sea de paso, el mismo diseño que el iPhone 8). Nos hemos dado cuenta que hay un público al cual realmente le gusta, pero yo creo personalmente que es el último año que Apple podrá reutilizarlo. Ahora, repasemos un poco para ver sus pro y sus contra.

Nos encontramos con un teléfono compacto, con excelente elección de materiales, que se siente muy sólido y con el peso justo para tener una clara comodidad en la mano. La presencia de Touch ID es un plus para los nostálgicos del lector de huellas y vaya que funciona bien, pero en el 2022 la tendencia (incluso en la gama media) es hacia el desbloqueo facial.

En general todo el diseño cumple, pero está quedando detrás del estándar del segmento que estamos viendo hoy en día. Bordes gruesos, tamaño pequeño y un aspecto ya repetido. Es una apuesta segura para el que ya sabe a lo que va, pero el que busca algo de innovación está buscando en el lugar equivocado.

Una rica experiencia multimedia en formato pequeño

A decir verdad, consumir contenido multimedia en este teléfono es sorprendentemente una muy buena experiencia. La pantalla sigue siendo una IPS de excelente calidad, de las mejores del segmento, con una buena densidad y una muy buena calibración de color. ¿El punto más flojo? No alcanza un brillo tan alto, por lo que en exteriores queda un poco al debe.

También creo que es justo decir que el estándar en casi todos los segmentos es una pantalla muchísimo más grande que los 4.7 pulgadas que trae el iPhone SE. Yo creo, sinceramente, que será la última vez que Apple apueste por un panel tan pequeño.

A nivel de sonido está muy bien. A veces me cuestiono como Apple logra encapsular un tan buen resultado con sus parlantes en formatos tan pequeños, pero bueno, lo hicieron nuevamente. La combinación de una buena imagen y un buen sonido es, para mí, siempre un “aprobado”.

Sí, es una cámara, pero se luce

Independiente de que el iPhone SE sigue teniendo un solo lente, la verdad es que para la gran mayoría de los usuarios este será más que suficiente. De hecho, me atrevería a decir que en la luz del día, son muy pocas las diferencias que notaremos comparando con el iPhone 13 o 13 Pro, por ejemplo. Acá pueden ver algunas fotos en comparación con un iPhone 13 Pro, para que me crean.

Donde sí se empieza a notar realmente la diferencia es cuando empieza a haber menos luz. Incluso me atrevería a decir que acá sinceramente este único lente ya está dejando de ser suficiente en escenarios poco óptimos. También creo que la mejor forma de describirlo es con algunos ejemplos, donde la ausencia de un modo nocturno realmente le pasa la cuenta.

Sí me pareció súper bien la velocidad a la que logra obturar. Esto ayuda muchísimo a tener mejores resultados con fotos en movimiento y otras escenas algo más complicadas, siempre y cuando tengamos buena luz.

¿Y el video? Excelente. Sigue siendo el rey indiscutido de este segmento de precios (e incluso de algunos segmentos más arriba). Pese a que no nos encontramos el modo cinemático, sigue siendo una opción práctica para lograr tomas muy buenas que incluso harán dudar que vinieron de un teléfono de gama media.

Un genial rendimiento al que no se le saca provecho

No sería sorpresa para nadie si afirmo que el procesador de este teléfono es el más potente del mercado. Sí, tal cual, en su interior encontramos exactamente el mismo chip que trae el iPhone 13 Pro. Sus resultados en benchmarks son de otra liga y su rendimiento realmente lo refleja así. El teléfono carga todo extraordinariamente rápido, pero a estas alturas siento que no le estamos sacando todo el provecho que merece.

Por ejemplo, el iPhone 13 Pro utiliza esa potencia bruta en muchos aspectos: en sus múltiples cámaras, en aspectos específicos del video, en optimizar la tasa de refresco, entre otras cosas. Pero en el iPhone SE vemos su aplicación en cosas que francamente podría manejar el procesador de hace dos o tres años de la marca. No es una crítica al rendimiento, es simplemente la creencia de que no le estamos sacando el jugo.

En cuanto a la batería, acá se ha hecho un muy buen trabajo: se aumenta la potencia y, pese a que tenemos físicamente la misma batería que en la generación anterior, logré mejores resultados. Sin ningún problema completé el día de uso e incluso quedó algo de batería para partir el día siguiente. Eso sí, al estar conectado por mucho rato a 5G, la duración bajó entre un 10% y 15%, por lo que podríamos mantener esta opción apagada de momento si es que no la necesitamos.

Aplicaciones usadas durante la prueba: Spark (correo), Spotify, Instagram, Slack, WhatsApp, YouTube, conexión con el Apple Watch, conexión con AirPods, entre otras.

La carga del teléfono no es rápida a través del cable ni a través de carga inalámbrica, por lo que sugeriría dejarlo enchufado si es que están cortos de tiempo.

Conclusión

En resumidas cuentas, el iPhone SE es una opción a la segura para recomendar a todas aquellas personas que siempre han querido tener un iPhone pero lo encontraban muy caro o para todos aquellos nostálgicos del formato más pequeño. Además, este dispositivo cumple en todos los aspectos, incluso destacando en varios de ellos, como la cámara o el rendimiento.

Pero sí, es cierto que el formato se está quedando un poco en el pasado, y por el precio, mirando hacia Android, hay opciones super competitivas que parecen más un teléfono del 2022. Si estás consciente de las limitaciones que tendrás al momento de comprarlo, entonces sigo pensando que lo bueno que trae vale totalmente la pena.

El último tema a tocar es el precio, donde vemos un aumento hasta casi los 450 mil pesos chilenos, versus la versión pasada donde estábamos más cercano a los 400 mil. Yo particularmente no veo una muy buena razón para haber subido el precio, a excepción de la escasez de materiales a nivel global. A nivel de características, creo que lo justo hubiese sido mantenerlo.

Ya, pero mucho bla bla, ¿lo recomiendo? La respuesta corta es sí, es un buen teléfono que tendrá soporte por varios años más y con un excelente rendimiento, además de una buena cámara. Y, la verdad, eso es algo que no muchos fabricantes pueden decir.