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Red WiFi para invitados: ¿Por qué es importante tener una en casa?

Una red Wi-Fi para invitados en casa puede ser una gran opción para mantener segura nuestra red principal. ¿Qué son y en qué consisten?

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Cuando un familiar o amigo nos visita, lo común es que nos pida prestada nuestra red WiFi. Casi siempre se debe a que la recepción móvil es bastante mala, o simplemente para ahorrar esos preciosos megabytes del plan de datos. Eso sí, al menos así era cuando todo era, —digamos— más normal.

En fin, sucede que al compartir nuestra red hogareña no sólo otorgamos acceso a internet, sino a todo lo que pueda estar conectado en casa. Altavoces inteligentes, televisores, reproductores en streaming, interruptores, luces y demás aparatos que tengamos en red.

La cosa se complica cuando nos ponemos a pensar en que muchos de esos dispositivos tienen una seguridad de deficiente a mala. Algo que se pone peor si dejamos las contraseñas por defecto, como mencionamos en otra ocasión.

Y haciendo como si nada pandémico hubiera pasado, hoy hablaremos de las redes WiFi para invitados, como una alternativa para compartir nuestra conexión a internet, sin comprometer nuestra propia seguridad.

¿En qué consiste una red WiFi para invitados?

Es una red WiFi que funcionará exactamente igual a la que tenemos. La única diferencia es que el acceso estará limitado solamente a internet, debido a que se trata de una red alterna.

Muchos routers básicos modernos cuentan con esta opción. Y dependiendo la marca, es posible elegir a qué le vamos a dar acceso, cómo se lo vamos a dar, o hasta limitar la velocidad y datos navegados para que el invitado no abuse de nuestra hospitalidad.

Podemos pensar en este tipo de redes como aquellas que encontramos en espacios públicos, con la particularidad de que se trata de una versión «casera» en la que tenemos completamente el control.

¿Qué opciones tengo para permitir el acceso?

Aunque por definición se trata simplemente de una red alterna a la principal con limitaciones de acceso, existen un par de añadidos para conectarnos con algo más de control, como son:

  • Red alterna.
  • Portal cautivo básico.
  • Inicio de sesión mediante redes sociales.

Red alterna

Una red alterna no es más que un WiFi separado del principal. Puede ser tan sencillo de implementar como adquirir un router básico, realizar las configuraciones pertinentes, y proporcionar una contraseña ajena a la de nuestra red personal. Puntos extra si reciclamos alguno que tengamos tirado en casa.

La ventaja es que muchos de los equipos modernos incluyen esta opción sin tener que instalar algo más. De esta forma, lo único que debemos asignar es el nombre y la contraseña, o simplemente dejar la red abierta para facilitar la conexión, por un tiempo determinado si el router lo permite.

Portal cautivo

Un portal cautivo es esencialmente una página de inicio de sesión que aparece al conectarnos a una red WiFi. En este espacio, es necesario introducir un usuario y contraseña, un PIN, o aceptar los términos y condiciones de uso para otorgarle acceso a internet a un determinado dispositivo o dispositivos.

Aunque puede parecer algo meramente específico, la realidad es que muchas marcas llevan implementando esto desde hace unos años, con lo que routers básicos como los de Belkin o Linksys, cubren perfectamente esta función.

Su funcionamiento se basa en una página que actúa como intermediaria entre un dispositivo que otorga acceso a la red, y el dispositivo que está solicitando la conexión. Aparece inmediatamente después de conectarnos a una red que lo posea, y hasta que no introduzcamos la clave o aceptemos los términos, el portal cautivo continuará bloqueando la conexión.

Inicio de sesión mediante redes sociales

Hay una tercera opción que posee cierta similitud con el portal cautivo, pero el enfoque es un tanto distinto. Partiendo porque se usa principalmente en negocios que posean una página o cuenta en alguna red social que deba ser promocionada para ofrecer acceso a internet, a cambio de una suscripción o like.

El proceso es relativamente sencillo, ya que el invitado se conecta, salta un portal cautivo con un botón para iniciar con alguna red social, lo presiona, inicia sesión en la red social, y automáticamente tendrá acceso a internet.

Aunque evitamos introducir una contraseña para brindarle acceso a nuestros invitados, es necesario que accedan mediante Facebook u otra red social soportada. Lo cual no es agradable para muchos, entre los que me incluyo.

La idea de usar algo así para acceder, pese a ser más sencillo al tratarse de dos o tres pasos, no es una opción completamente ideal. Más si consideramos que es necesario compartir ciertos datos con un tercero (como Facebook), lo que pone complicadas las cosas en asuntos de privacidad.

En cuanto a los routers compatibles, Facebook posee un listado de aquellos que permiten acceder a una red de invitado mediante Facebook WiFi. Aunque tenemos opciones de marcas como ASUS, D-Link, TP-Link o Netgear, entre otras.

¿Qué puedo controlar de esta red WiFi?

Esto dependerá principalmente del método y las funciones del router a través del cual vamos a trabajar. Aunque ciertos factores —como el nombre y la contraseña— no van a cambiar mucho entre cada uno.

Ancho de banda y cuota de navegación

Por un lado, podemos fijar un control del ancho de banda por invitado. Así tendremos una distribución más equitativa de la red que estamos proporcionando por cortesía, sin que esto afecte a otros servicios de la red principal.

Una variante de esta opción es limitar la conexión una vez que se haya cumplido con un umbral de navegación, de la misma forma que con un plan de datos móvil. Cosa que resulta bastante útil cuando tenemos contratado un servicio de internet 4G fijo, con —precisamente— una cuota mensual.

Control de tiempo de conexión y encendido/apagado de la red

De igual forma, el tiempo que cada invitado podrá quedarse conectado de forma continua o acumulada también es algo que podemos modificar. Especialmente cuando usamos un portal cautivo, en el que el invitado deberá solicitar un código nuevo al terminar el periodo de uso del primero.

También podemos establecer un horario de encendido y apagado de la red, para decidir en qué horario y por qué periodo se activará este servicio. Otros routers incluso poseen integración con asistentes virtuales —como Alexa y Google Assistant— para poder hacer esta tarea con la voz, sin tener que configurar un horario específico.

Limitar o permitir el acceso a la red local

Además, podemos impedir que los dispositivos en la red WiFi de invitado se «vean» entre ellos. Cosa que complicaría compartir archivos o datos de manera local, o hasta prevenir que alguien desde fuera de la red vea quienes están conectados. Ya saben, por si tenemos algún vecino travieso con muchos tutoriales de YouTube.

Por el contrario, también tenemos la posibilidad de no solo entregar acceso a internet, sino de permitir que la red WiFi de invitado pueda tener acceso a la red principal. Aunque puede parecer un despropósito, no lo es tanto si esa red alterna tendrá una contraseña distinta a la de la principal, o se activan otras opciones para limitar el tiempo que estará operativa durante el día.

Controles parentales y de acceso a sitios de dudosa reputación

Aunque no es una opción común, también es algo que encontraremos como característica en algunos routers del mercado. A veces como una configuración global, tanto para la red de invitado, como para la principal.

Está de más decir que si en el hogar hay niños, es una forma de limitar el acceso a sitios a los que no tienen edad para entrar. Algo de especial utilidad en tiempos de cuarentena, donde los chicos pasan más tiempo en internet, ya sea tomando clases, o como una distracción.

¿Por qué son útiles en casa?

En un mundo donde la domótica se ha visto sumamente democratizada en los últimos años, y a su vez, dejamos poco a poco el control del hogar a varios dispositivos de forma local, es muy importante conocer y administrar el acceso a estos. Especialmente cuando solo los instalamos y no cambiamos ninguna de las configuraciones por defecto, como usuarios y contraseñas.

Precisamente porque un acceso no autorizado puede pasar de una simple broma —como apagar o encender las luces—, a que alguien ajeno al hogar pueda ver las cámaras de seguridad y saber con exactitud si estamos o no en casa. Claro está, se trataría de una violación de la privacidad bastante importante.

No obstante, si limitamos, aunque sea un poquito el acceso a la red —como con una red únicamente para invitados—, las posibilidades de sufrir un ataque así se reducen enormemente. Más en una red que no estará disponible todo el tiempo, que no tendrá más ventajas que el acceso a internet, y lo más importante, de la que tendremos un control pleno.

Dicho sea de paso, al tener una red con una contraseña fácil para un propósito exclusivo, podemos fortalecer la contraseña de la red principal. Justamente porque muchos hemos dejado una contraseña no tan fuerte para ser fácil de proporcionar cuando tenemos invitados.

Por último, es tan fácil de implementar como adquirir un router básico aparte, encenderlo y configurarlo. O si el actual tiene cualquiera de las opciones de red de invitado antes mencionadas, lo mejor será revisar el manual de usuario o explorar en la interfaz web para activarlas.

Juan Zago

Gamer ocasional, geek a tiempo completo, fotógrafo amateur y me gusta experimentar con lo que tengo alrededor. En Twitter soy @JuanZagoR.

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