Profluent lanza OpenCRISPR-1, un editor de genes creado por IA, ofreciendo nuevas posibilidades en medicina genética.
La inteligencia artificial generativa, conocida por su capacidad para crear desde poesía hasta programas de computadora, ahora se adentra en el campo de la biología con innovaciones que prometen transformar la edición genética. Un ejemplo reciente de esta aplicación es el desarrollo de OpenCRISPR-1 por parte de la startup Profluent, basada en Berkeley, California, que utiliza tecnologías de IA para diseñar editores de genes que podrían combatir enfermedades con una precisión y velocidad sin precedentes.
Publicado el lunes en un estudio, y presentado por Profluent, este avance se basa en tecnologías que emplean métodos similares a los de ChatGPT para generar nuevos editores de genes después de analizar extensos datos biológicos. Estos editores de genes derivan de técnicas que ganaron el Premio Nobel, empleando mecanismos biológicos conocidos como CRISPR, revolucionando ya cómo los científicos estudian y combaten enfermedades al modificar genes que causan condiciones hereditarias como la anemia falciforme y la ceguera.
Anteriormente, los métodos de CRISPR utilizaban mecanismos encontrados en la naturaleza, materiales biológicos obtenidos de bacterias. Sin embargo, según James Fraser, profesor y presidente del departamento de bioingeniería y ciencias terapéuticas en la Universidad de California, San Francisco, los nuevos sistemas aprenden de la naturaleza para crear editores que nunca habían existido. “Son completamente nuevos”, afirmó Fraser después de revisar el estudio de Profluent.
Aunque estos editores de genes generados por IA son prometedores, aún no han sido probados en ensayos clínicos, lo que significa que su capacidad para igualar o superar a los CRISPR tradicionales aún no está clara. Fyodor Urnov, pionero en la edición de genes y director científico en el Instituto de Genómica Innovadora de la Universidad de California, Berkeley, mencionó que, aunque existen abundantes editores de genes naturales, el cuello de botella está en el costo de llevar estos nuevos editores a través de estudios preclínicos y revisiones regulatorias.
Profluent ha tomado la decisión de ofrecer OpenCRISPR-1 bajo una licencia de código abierto, permitiendo que individuos, laboratorios académicos y empresas experimenten con la tecnología sin costo alguno, algo menos común en el ámbito biológico y farmacéutico. Esto podría acelerar el desarrollo y la adopción de nuevas tecnologías médicas, aunque también plantea preocupaciones éticas, especialmente en el uso de CRISPR para la modificación genética de embriones humanos, un área que continúa siendo polémica.
La incorporación de la IA generativa en la edición genética no solo abre nuevas posibilidades para el tratamiento de enfermedades, sino que también plantea preguntas importantes sobre los límites y la ética en la biotecnología.
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