¿Para quién es una televisión de 75 pulgadas?

En 2020 hemos llegado a un punto en donde muchos dispositivos se venden solo por los números. Ocho núcleos, 5G y cuantas otras cosas que escuchamos como argumentos de venta. Eso sí, creo que hay un número que sigue siendo una elección personal dependiendo de la necesidad: el tamaño del dispositivos que compramos. En un teléfono hay opciones, sí, pero en una televisión suelen haber muchas más. Hoy en día hay TV que llegan –e incluso superan– las 75 pulgadas. Entonces llega un punto en que te preguntas: ¿para quién es una TV de 75 pulgadas?

Creo que la respuesta fácil sería decir: para todos, porque una TV de ese tamaño hoy es mucho más accesible que en años anteriores. Por ejemplo, Samsung ofrece su línea Crystal UHD en este formato y cuesta un poquito menos de un millón de pesos.

Mientras más grande es mejor

Sin duda que ver todo en una pantalla más grande se siente más imponente. Ver el contenido en 4K que te gusta de YouTube en una superficie gigantesca es espectacular, ya que podremos ver –literalmente– hasta el más mínimo detalle. Eso sí, hay algunos “peros” que tenemos que tener en cuenta antes de optar por algo de este tamaño.

Lo primero, es efectivamente tener el contenido 4K que disfrutar en nuestra nueva TV. Esto lo digo porque el contenido que vemos en el cable, en su gran mayoría, está en SD, mientras que en un porcentaje menor encontramos contenido en 1080i (o como máximo 1080p) y esa imagen estirada a 75 pulgadas puede no resultar en verse tan bien como pensamos. En mi caso, uso principalmente esta TV para usar YouTube en 4K o el contenido en esa misma resolución que entrega Directv.

Ahora, el segundo punto es quizás una solución para el primero: ¿Dónde ubicar el TV y a qué distancia verla? Según varios expertos, la distancia mínima para ver contenido en una TV de 70 o más pulgadas es de 3 metros. Esto es algo que realmente querrán tener en consideración, ya que mirarla de más cerca comienza a provocar que tengamos que mover excesivamente el cuello para lograr ver cada parte de la imagen.

¿Y si lo quiero para jugar?

Ahí sí que sí. Creo que no me voy a cansar nunca de recomendar una TV grande si lo que quieres es jugar. Imagínate, yo tengo una Nintendo Switch, que no digamos que es una consola muy enfocada en las gráficas, y aún así la experiencia es magnífica. Jugar Zelda: Breath of the Wild con un mundo abierto de ese estilo se ve genial.

Extrapolando esta misma experiencia a una consola con resolución 4K, no hay duda de que se verá espléndido. Ahora, si quieres jugar un shooter o algo que exija mayor precisión, la recomendación vuelve a ser la misma: la distancia óptima es al menos de 3 metros, y aquí sí que será importante respetarlo, de lo contrario terminaremos con el cuello bastante debilitado.

En resumen, creo que es importante tener un par de cosas en mente: lo ideal es ir a ver la TV de 75 pulgadas que queremos comprar antes de decidirnos. Igual de importante es tomar las medidas de la pieza donde queremos ubicarla para ver que cumpla con los parámetros óptimos de visualización. Si después de cumplir estos dos pasos, ya estás decidido a ir por una: adelante, no te vas a arrepentir.