Nuestra primera experiencia con un televisor 8K: TCL X915 de 75 pulgadas

Introducción

El día de hoy les traemos un análisis bastante interesante aquí en Pisapapeles, ya que tuvimos la oportunidad de probar uno de los pocos televisores 8K que se venden actualmente en nuestro país: la TCL X915.

Se trata de un televisor de 75 pulgadas que cuenta con un panel QLED de resolución 8K, el cual es compatible con HDR10+, y cuenta con las tecnologías Dolby Atmos y Dolby Vision para mejorar la experiencia de audio y visualización. Además, este equipo viene con Android TV, lo cual está ideal para tener acceso a todas las aplicaciones que podamos necesitar en un televisor.

Ahora, todo esto implica que habrá que desenbolsar una gran cantidad de dinero… Mucho dinero (al momento de escribir esto, su precio es de CLP $2.999.990), por lo que es lógico preguntarse: ¿Valdrá la pena?

Antes de comenzar, debo mencionar que este análisis no contará con el típico esquema o formato que utilizamos habitualmente — por motivos que más adelante relatare. Este texto estará netamente centrado en la experiencia de uso, y no tanto en los aspectos más técnicos y en los detalles específicos del televisor. Espero sepan disculpar.

Vamos con el análisis:

Un gran mastodonte

En términos estéticos, la verdad es que esta TCL X915 no se destaca mucho más que por su gran tamaño. El frontal está dominado por ese tremendo panel de 75 pulgadas, el cual casi no tiene marcos, salvo por el que está ubicado en la parte inferior de esta.

Salvo por la suerte de mochila que tiene por atrás — la cual aloja todos los componentes principales, así como también los puertos —, el televisor es relativamente “delgado”, y en general no se ve tan mal, pero se nota que no hubo mucho empeño por parte de los diseñadores para otorgarle una identidad única.

Debido a sus grandes dimensiones, creo yo que lo mejor es tenerlo colgado en la pared, porque así uno se evita el gran espacio que ocupa en un mueble.

Y ya que estamos hablando sobre el espacio que utiliza, ahora dejenme comentarles mi anécdota con este televisor.

Puede sonar obvio que, al tener una pantalla de 75 pulgadas, esta TCL X915 iba a ocupar harto espacio en un hogar. Pero yo, ingenuamente, subestimé un poco (mucho) las dimensiones, y pensaba que igual podría caber en alguno de los muebles de mi casa.

Resulta que estaba equivocado. Solamente cupo en el comedor, y es que como las patas para apoyar el televisor se ubican a cada costado de este, sí o sí se va a necesitar de un mueble con al menos un metro ochenta de ancho para ubicar el televisor cómodamente. La otra opción es montarlo en una pared grande, pero en mi caso no se justificaba hacer unos cuantos hoyos para montar una TV que iba a estar temporalmente en mi casa.

Esto, en primera instancia, complicó bastante las cosas, porque bueno, había que posicionar el comedor de tal forma que se pudiera ver el televisor desde la sala de estar, lo cual generó varias inconveniencias e incomodidades en la casa.

Otro aspecto relevante a considerar es la caja en la que viene el televisor. Si eres de esos que prefiere tener guardadas las cajas, lo ideal será que tengas un espacio bastante grande para guardarla, porque mide 1.93 metros de ancho, y tiene una altura de casi un metro veinte.

Esto nos lleva al proceso de instalación, el cual según la caja lo ideal es que se haga entre dos personas, pero creo que lo óptimo es hacerlo de a tres. En mi caso, lo instalamos entre tres personas: dos sujetan el televisor, y el tercero se encarga de poner las patas, además de servir como otro apoyo más para poder levantar el equipo.

Esto último es importante, pues esta X915 pesa alrededor de 50 kilos, por lo que con la ayuda de una tercera persona se ahorra el tener que apoyar todo el televisor en el piso, y definitivamente hará mucho más ágil el proceso de instalación en caso de que sea montado en una muralla.

¿Y qué tal funciona?

Como se podrán imaginar, esta TCL X915 entrega una calidad de imagen espectacular, y por consecuencia, la experiencia de visualización es simplemente maravillosa.

Sobre esto tengo dos aspectos que destacar: en primer lugar, el panel QLED que utiliza es bastante bueno, y si bien no se llega a ver tan bien como un panel OLED (en mi opinión), entrega un muy buen nivel de definición y nitidez — lo cual es esperable, mientras que los colores se destacan por ser bastante brillantes y con un muy buen nivel de saturación. A esto hay que sumarle los otros aditamentos que tiene, tales como HDR10+ y Dolby Vision, los cuales sin dudas ayudan a mejorar la calidad de visualización.

Sin embargo, la principal gracia de este televisor es su gran tamaño. Con 75 pulgadas de pantalla, se podrán imaginar que la experiencia a la hora de ver series y películas es muchísimo más inmersiva. De hecho, cuenta con la certificación IMAX Enhanced, lo cual significa que es capaz de reproducir contenido grabado en este formato.

Ahora, yo sé que están esperando algún comentario al respecto sobre ver contenido en 8K, pero la verdad es que el contenido es tan limitado, que no pude probar mucho. Lo que sí puedo decir, es que todo contenido en resolución 4K se ve maravilloso, y creo yo que eso es lo que más importa para el día a día.

En temas de audio, este televisor no equipa parlantes en su chasis, sino que utiliza un soundbar Onkyo que viene incluido en la caja. Lamentablemente, la unidad probada no venía con el cable (que al parecer es propietario de la marca) para poder conectar el soundbar a la TV, por lo que tuve que ocupar un parlante que tengo aquí en casa para poder escuchar lo que estaba viendo.

En cuanto a la experiencia de uso, la verdad es que no tengo muchas quejas al respecto. El sistema operativo que utiliza es Android TV, por lo que el funcionamiento es bastante similar a otros televisores de incluso otras marcas, y que sin dudas es lo más conveniente que hay si es que eres usuario de algún dispositivo Android, porque facilita bastante los procesos de configuración.

No obstante, hubieron dos aspectos que no me gustaron. El primero, es que el televisor es algo lento, lo cual si bien no es necesariamente algo que esperaba, si puedo entender que suceda considerando que debe procesar una gran cantidad de pixeles en todo momento (de hecho, la TV se calienta bastante por la parte trasera).

En general, las aplicaciones se tardan algo en abrir, y de vez en cuando hay un poco de lag o atraso entre el momento en que presiono un botón y que el televisor realiza la acción necesaria. Solamente en una ocasión se me quedó congelado mientras navegaba por la tienda, y ahí tuve que apagar el televisor para que volviera a funcionar.

De todas maneras, siempre está la posibilidad de que esto sea corregido vía actualización de software.

Lo segundo que no me gustó fue el control remoto incluido, el cual es bastante compacto y bonito, eso si que no lo voy a negar, pero la forma que tienen los botones hacen que en muchas ocasiones uno presione el botón equivocado o varios botones a la vez (problema para quienes tenemos manos y pulgares grandes), lo cual sucede generalmente cuando estamos moviéndonos por la interfaz.

Fuera de eso, tanto la experiencia de uso como de visualización es sólida, lo cual es lo esperable si estamos pagando mucho dinero por un televisor.

Conclusiones

Honestamente, lamento no haber podido probar este televisor en mayor profundidad, porque sin dudas es una pieza de tecnología bastante interesante, que trae lo último y lo mejor que hay actualmente para la visualización de contenidos multimedia en nuestro hogar.

Esto es probablemente lo más cercano que he estado del famoso “cine en casa” gracias a la gran pantalla y a la alta resolución que ofrece, con el único gran pero de que no pude probar el sistema de audio incluido con este televisor.

Sin embargo, como mencioné anteriormente, el tema del tamaño me complicó bastante las cosas. La verdad es que no me sentía muy cómodo que un televisor de varios millones de pesos estuviera puesto en el comedor de la casa, ubicado en un lugar que si bien se veía excelente desde el living (porque igual con una TV tan grande se necesita tomar un poco más de distancia), si generó varias inconveniencias en el tránsito usual de ese sector.

Está más que claro que si estás pensando en comprar este o algún televisor grande (mayor o igual a 75 pulgadas), lo mejor es prepararse de antemano midiendo muebles y murallas, y también preguntar/investigar por las dimensiones generales del equipo y el tipo de sistema de audio que incluye — o incluso si es que viene con cualquier otro elemento externo al chasis del mismo –. Así te ahorrarás varios dolores de cabeza a posteriori.

Es por esto que finalmente esta TCL X915 estuvo un poco menos de una semana en mi casa. De todas maneras, agradecemos a la gente de TCL por facilitarnos una unidad para probar uno de los televisores más interesantes que están actualmente a la venta en el mercado nacional.