La medida presentada por Movistar ante la Corte Suprema, busca dos objetivos principalmente.
Advertida era la situación que ocurriría una vez comenzara la licitación por la nueva red 5G en Chile. Esto, porque la banda de 3.500 MHz sería la más disputada en el proceso. A eso debemos sumarle los problemas anteriores que ya habían existido en esta banda, como el congelamiento de parte de la subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) para Entel.
Ante esa situación, hace tiempo atrás, la compañía Movistar inicio una consulta ante el Tribunal para la Libre Competencia (TDLC), en la cual presentaba sus alegatos ante posible privilegios de Entel y Claro ante el desarrollo de una nueva red. Este lunes, la misma empresa ingresó un reclamo al TDLC, la cual también llevó a la Corte Suprema a modo de consultar sobre la tenencia de la banda y las ventajas que las empresas Entel y Claro podrían tener sobre este desarrollo.
Según señalan las 28 páginas presentadas por la compañía de capitales españoles -todavía-, ambas empresas quedarán eximidas de participar en el proceso licitatorio de la nueva red, ya que actualmente ya cuentan con espectro asignado en esa banda. «Esta prevención -aunque parece obvia-, pues no hace otra cosa que advertir a Subtel que debe cumplir con lo dispuesto en la LGT en lo que respecta a la forma en la que debe otorgar las concesiones de servicios de telecomunicaciones», argumenta el abogado Javier Velozo.
El mismo abogado solicita, a la Corte Suprema, que ordene a Subtel a fiscalizar el uso actual de la banda 3,5 GHz, además de que se explicite en las bases de licitación de la red 5G, «igualdad de condiciones para todos los concursantes, incluidos los actuales concesionarios». En simple, que Claro y Entel deban cumplir con las etapas, tiempos y obligaciones de los proyectos técnicos de las obras de la nueva red 5G.
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