Importadoras, eBay, Amazon y otros son mejor opción para conseguir la versión correcta del G5. ¿Por qué conformarse con un equipo recortado a precio premium?
Cuando LG lanzó el G5 durante Mobile World Congress 2016 aseguró que «La vida es buena cuando juegas más». Ninguno de los medios latinoamericanos que estábamos presentes ahí pensó que «jugar más» implicaría que LG jugaría con nuestra libertad de elegir el dispositivo que presentaron ese día.
En Pisapapeles destapamos horas más tarde que para nuestra zona vendría una versión deslavada y con un rendimiento muy por debajo de lo que vimos ese día en escena. La versión posteriormente denominada G5 SE fue confirmada por un ejecutivo local, para luego ser negada por otros ejecutivos en distintas partes del mundo.
A la larga, tendríamos razón.
Tras varias conversaciones con otros ejecutivos del LG Chile, explicaron que la decisión llega desde un nivel superior de la organización, y que poco podían hacer para cambiar la situación que afectaría a gran cantidad de países en Latinoamérica, además de Rusia y otros mercados.
Una movida arbitraria que se consuma con la llegada del LG G5 SE al mercado local. Un equipo que está en preventa ahora mismo, y que dentro de los próximos días estará disponible en tiendas. Sí, luce igual y se vende casi igual, pero no es ni más ni menos que una cachetada al mercado local en forma de smartphone.
Podría extenderme muchísimo en este tema, pero me permitiré explicar mi punto en tres elementos críticos.
Esta variante para mercados «especiales» que LG preparó no fue creado con el mismo amor que el G5 normal tiene. De partida, no tiene Snapdragon 820 sino un Snapdragon 652 y tiene 1GB menos de RAM.
En palabras sencillas, lo que mueve a esta variante del G5 está más cerca de la gama media que de la gama alta icónica de la que se disfraza.
Y sí, quizás en look sea igual, y en experiencia de uso sólo los más experimentados puedan notar la falta de poder… Pero los benchmarks no mienten.
El Snapdragon 652 que sustenta al G5 SE no tiene ni el poder de proceso ni gráfico que tiene el verdadero G5, y llega apenas a poco más de la mitad del rendimiento en pruebas.
Así se compara con otros equipos icónicos lanzados en 2016.
Nosotros mismos lo hemos dicho antes: El benchmark es algo vacío sin contexto, y la potencia por si sola no sirve de mucho puesto que la optimización también es algo fundamental para tener una excelente experiencia móvil.
Sin embargo, es importante que tengas este antecedente en cuenta porque más adelante la cosa se pone peor.
LG asegura que hizo este G5 SE porque el mercado latinoamericano «no valora» algunas características como el visor de realidad virtual que este aparato integra como parte de su ecosistema de «amigos» que también consideran una cámara 360, un robot, un DAC que mejora genialmente el audio del equipo, un control manual de cámara con batería extra y otros accesorios modulares que configuran un mundo de posibilidades interesantes aunque con incierta opción de crecimiento a futuro.
En castellano antiguo, LG dice que fueron los operadores y el retail los que le dijeron que VR en Latinoamérica no era algo que el cliente valoraría, por lo que decidieron sacar la realidad virtual de la ecuación y reducir características para llegar a un punto de precio más competitivo.
Entonces, dado esta decisión… ¿Para qué querría yo una cámara 360 si la piedra angular de este ecosistema — los lentes VR para consumir este contenido de forma idónea — no son compatibles con mi equipo?
La pregunta es válida considerando la propia estrategia de venta del G5 en otros lugares del mundo, donde VR es fundamental para justificar la venta del equipo y el resto de sus accesorios.
Lo que es peor, LG creó un modelo totalmente distinto para así capar de forma arbitraria el ecosistema que con bombos y platillos presentó en Barcelona y nos asegura que el SoC elegido para esta variante — el Snapdragon 652 — no es capaz de mover realidad virtual. Un error de conceptos que aclararemos más adelante.
Supongamos que estoy dispuesto a dejar de lado rendimiento, realidad virtual y características especiales si el precio acompañara de forma tentadora. De hecho, en sucesivas conversaciones con ejecutivos de la compañía surcoreana nos dijeron que uno de los argumentos que estaban detrás de esta decisión era el precio.
Pero ocurre que el LG G5 SE cuesta $619.990 si lo quieres comprar liberado en alguna tienda por departamentos, y su precio se empina muchísimo más allá si compras alguno de los packs con que la compañía ofrece este smartphone, convirtiéndolo en uno de los packs más caros del mercado.
¿Vale la pena pagar sólo $100.000 menos por tener casi 50% menos teléfono en comparación con la competencia? Muy personalmente, no lo creo.
Dentro del próximo mes y medio dirá presente en el país el ganador a nuestro premio como el mejor dispositivo de la feria mundial de móviles en Barcelona, el Alcatel Idol 4S.
¿Por qué menciono esto? Básicamente porque es otro aparato con Snapdragon 652, pero con 4GB de RAM y una característica que — supuestamente — los 652 no pueden cumplir según LG: Realidad virtual. De hecho, el Idol 4S permite usar su caja como visor de VR, así que no tienes que pagar extra por un accesorio para usarlo.
Considerando que ambas empresas no son particularmente brillantes en lo que a actualizaciones se refiere, y si puedes vivir sin una cámara doble o un lector de huellas digitales, podrás aprovechar muy bien las características de este dispositivo de procedencia china y diseño muy bien logrado.
Su precio debería estar rondando los $400.000, lo que no suena nada de mal.
Otro buen equipo disponible ya mismo en el mercado es el iPhone SE.
Comparten apellido con el infame equipo de LG, pero al menos en lo que a características se refiere, el iPhone SE es una copia feliz del iPhone 6S con un diseño algo más antiguo y una pantalla pequeña. El rendimiento es glorioso, y su precio también se empina por los $400.000.
Entre nos, es — al menos — una iteración más sincera.
No sé ustedes, pero si eres fan de LG me parece que conseguir un LG G4 a esta altura es una apuesta mucho mejor que la de conseguir un G5 SE. Hoy en día es fácil de conseguir de segunda mano, y si lo compras en una importadora podrías conseguirlo nuevo a un buen precio.
Si vas a comprar uno de segunda mano sólo procura no comprar uno robado o de suscripción porque podrías ser timado. Recuerda, eso es justo lo que estamos tratando de evitar con este post.
En el peor de los casos, este es un gran momento para comenzar a mirar más en serio a ciertas marcas chinas que llevan un buen rato haciendo las cosas bien. Si no te jode dejar de lado la calidad de la cámara, un Xiaomi MI5 ofrece un rendimiento muy competente por poco dinero.
Y si quieres algo con doble cámara, muy buen rendimiento y soporte en Chile, en las próximas semanas Huawei pondrá en tiendas el P9.
No te culpo si deseas tener uno, porque el G5 original es un dispositivo magnífico y de lo más innovador del último tiempo. Así que si quieres conseguir un LG G5, mi recomendación es que vayas y compres la versión correcta con Snapdragon 820 en una importadora, donde podrás conseguirlo por $499.990 o menos incluso si cotizas bien.
Procura comprar en un importador que ofrezca garantía, la ley está de tu lado.
Si eres más aventurero, o da la casualidad que viajas o tienes a algún amigo en Estados Unidos que viaje pronto a Chile, eBay es tu mejor proveedor. Por un equivalente a $420.000 aproximadamente podrás conseguir la versión H860, también conocida como G5 Snapdragon 820 Dual SIM, libre de logos de operador, totalmente liberado y con garantía global de LG.
Lo bonito de todo esto es que, incluso pagando el precio completo, te costará menos de lo que LG pretende cobrar por la versión descafeinada de su producto estrella, e igualmente podrás elegir si VR o algún otro de los accesorios es relevante o no para ti. La importancia de elegir es algo que NADIE debería quitarte.
Así las cosas, ¿realmente tenemos que gastarnos dinero en una versión recortada de un teléfono que prometía sacar a LG de la inercia, pero que finalmente termina demostrando que prefiere entregar el mercado latino a la competencia sin siquiera pelear? No. No tenemos por qué hacerlo, y ciertamente espero que no lo hagas.
Sí, LG nos rompió el corazón; y no, el G5 SE no es el equipo que esperábamos, y aunque en experiencia de uso podría tener alguna similitud, en lo que representa rendimiento puro y duro ni siquiera se acerca al verdadero G5.
En Pisapapeles creemos que existe un teléfono correcto para cada persona, y deseamos facilitarte el camino para que llegues a el.
El LG G5 SE no es ese aparato.
Estamos del lado de ustedes que juntan peso a peso para comprar un teléfono, e incluso de los que tienen plata o un buen plan para cambiar el equipo cuando se les antoje. Hoy en día comprar un smartphone puede ser un tema impulsivo, pero no es trivial, y no hablamos de poco dinero, tampoco en este caso.
Todo esto que leíste previamente es para explicar lo siguiente: Estas son las únicas palabras que escribiremos sobre el LG G5 SE, porque he decidido — y el equipo apoya esta decisión editorial — que en Pisapapeles no revisaremos ni comentaremos más sobre este smartphone a modo de protesta, porque no estamos de acuerdo con la decisión que LG ha tomado arbitrariamente para Latinoamérica, incluso haciendo distinción entre mercados en la zona.
Creemos que este smartphone induce a error, que el LG G5 SE es un producto poco llamativo en el segmento donde fue situado y — finalmente — su precio no se condice con lo que finalmente recibirás si lo compras. Eso último fue lo que nos lleva a tomar esta postura durante el fin de semana.
En un mercado extremadamente acelerado y competitivo como el que cubrimos, con tantas alternativas magníficas para llevar a la realidad nuestras expectativas en lo que a experiencia móvil se refiere, y con un sinfín de productos con una excelente relación precio-calidad, LG introduce un producto totalmente desposicionado desde donde sea que lo miremos, y — créeme — tú no quieres eso.
Seré muy directo con ustedes: no validemos estas prácticas absurdas que son fiel reflejo de la total desconexión del área móvil de LG global con el mundo real. El G5 SE no es el smartphone que parece ser. Háganle un favor al mercado y no lo compren.
Cuéntenle a sus padres que están a punto de cambiar el smartphone y no saben, cuéntenle a sus amigos que confían en ustedes para tomar decisiones de compra, y corran la voz.
En los próximos días tendremos el review del G5 a secas, el modelo que debió llegar y que — según LG — podría aparecer con desfase dentro de algunos meses en nuestro país, y que llegará a competir tardíamente con aparatos que vendrán de haber saturado el segmento, los que fueron lanzados en la misma época y con variantes locales que no afectan al consumidor.
Juzgue usted con esa evidencia si el smartphone que nos fue presentado en MWC16 es digno competidor en la categoría de teléfonos icónicos, porque el LG G5 SE no lo es… aunque en el punto de venta le digan lo contrario.