Conoce el funcionamiento, aplicaciones prácticas y riesgos de seguridad de la tecnología NFC en la vida cotidiana.
La tecnología Near Field Communication (NFC) está integrándose cada vez más en nuestras vidas, facilitando desde pagos móviles hasta el control de dispositivos inteligentes.
Esta tecnología permite la transmisión inalámbrica de datos entre dispositivos cercanos sin necesidad de contactos físicos. Esta tecnología se basa en la identificación por radiofrecuencia (RFID) y se popularizó a principios del 2000. Hay dos modos principales de operación: el activo, donde ambos dispositivos generan campos electromagnéticos para intercambiar datos, y el pasivo, en el cual un dispositivo responde al campo generado por otro. Los ejemplos incluyen tags que pueden contener datos como URLs o información de contacto.
La versatilidad de NFC se extiende a varios ámbitos:
“NFC es una herramienta segura que ofrece muchas posibilidades. Siendo conscientes de los riesgos y tomando las medidas adecuadas, se puede maximizar su uso seguro”, afirma Fabiana Ramirez, Investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
A pesar de su conveniencia, existen riesgos como el Malware NFC, el Sniffing NFC y el robo de datos. Para contrarrestar estos peligros, ESET recomienda usar aplicaciones de fuentes confiables, mantener los dispositivos actualizados y protegerlos con contraseñas robustas.
¿Te sientes seguro utilizando esta tecnología?