El medio Bloomberg reporta que Elon Musk echaría a 3.700 empleados de Twitter mañana viernes y les daría una indemnización por 60 días.
Imagen vía Flickr (OnInnovation)
Más que novela, esto ya es el culebrón entre Elon Musk y Twitter. Desde hace días la travesía del magnate en su nueva empresa da de qué hablar. Uno de sus primeros anuncios oficiales fue el aumento de Twitter Blue a 8 dólares, con otros cambios de por medio. Pero ahora tenemos más novedades en esta polifacética historia.
El medio Bloomberg reporta que Musk planea despedir alrededor de 3.700 empleados de Twitter. Aquellas personas que terminen despedidas serían notificadas mañana viernes. Tendrían una indemnización de 60 días por despido. El sitio The Verge difiere un poco en este tópico tras haber comentado que serían 3.800 puestos los afectados.
De todos modos, esa cantidad para cualquiera de los dos casos equivaldría — más o menos — a la mitad de la plantilla laboral de la organización. Vale la pena aclarar que, en primera instancia, se creía que el empresario suprimiría al 75% del personal. Luego él desmintió esa cifra… dijo que era inexacta.
Según Bloomberg, Musk pretende hacer regresar a los restantes trabajadores a tareas presenciales. Durante la pandemia, Twitter había asegurado trabajo remoto «de por vida» para su personal. Bueno, la cosa cambiaría con su nuevo dueño.
Además, se rumorea que ingenieros y directivos de Tesla revisaron la lista de los posibles despidos de Twitter. Dicha lista se habría elaborado a modo de ranking. Es decir, sería una clasificación de las contribuciones de las personas al código de Twitter durante el tiempo de Musk en la compañía.
La imagen superior a estas líneas refleja a Esther Crawford, Product Management de Twitter, mientras dormía en las oficinas de la empresa. Ella misma hizo retweet de esa publicación y agregó unas palabras:
Cuando tu equipo se esfuerza las 24 horas del día para cumplir con los plazos, a veces tú #SleepWhereYouWork (duermes donde trabajas)
Estos últimos días habría mucha presión y trabajo ante la llegada del nuevo dueño. Crawford dijo: «hacer cosas difíciles requiere sacrificio (tiempo, energía, etc.)». Agregó que esta situación es inusual:
Estamos a menos de 1 semana de una transición comercial y cultural masiva. Las personas lo están dando todo en todas las funciones: producto, diseño, ingeniería, legal, finanzas, marketing, etc.
A pesar de la alta demanda, está orgullosa del esfuerzo suyo y de su equipo. Destaca la «resilencia» con que sus compañeros afrontan el escenario.
El medio The Washington Post notificó que Musk quiere implementar una especie de muro de pago para videos. Sería una función conocida como Paywalled Video. Su implementación se daría en una o dos semanas.
El nuevo CEO de Twitter impone tiempos muy acelerados para los trabajadores. De todas formas, estos reaccionaron a esta intención y la calificaron de riesgo alto. En un supuesto correo electrónico enviado entre integrantes de la organización, esta idea de Musk generaría «riesgos relacionados con el contenido protegido por derechos de autor, los problemas de confianza del creador/usuario y el cumplimiento legal».
Según reporta Xataka, quienes quieran ver un video en suscripción abonarían entre 1, 2, 5 o 10 dólares. De hecho, el propio magnate justifica esto como algo «esencial». «¡Los creadores necesitan ganarse la vida!», anexa.
En otra arista, Genbeta comenta una emigración de usuarios de Twitter. Mastodon es una red social beneficiada ante esta alocada historia actual del pajarito azul.
El día que se definió la adquisición de Twitter, Mastodon registró 20.000 nuevos usuarios. Desde ahí hasta ahora contaría con casi 200.000 nuevos registrados en su plataforma. En otras palabras, sus números de clientes aumentaron un tercio en poco tiempo. En la actualidad tiene casi 609.000 usuarios.
Eso sí, la fuente indica que este fenómeno es algo ya visto. Cuando hay situaciones de incertidumbre, la gente sale de su zona de confort y va a lugares nuevos. Luego de un tiempo, vuelve a ver aquel sitio/cuenta y regresa. La cuestión en todo esto radica en que el paso de mandos en Twitter es turbulento. Y lo es tanto para empleados como para usuarios.
