Luego de que ayer pudimos ver un primer vistazo al LG G6, hoy tenemos una noticia que no nos alegra tanto. Según cuenta Forbes, el nuevo dispositivo de la surcoreana no podría utilizar el más nuevo procesador de Qualcomm, el Snapdragon 835.
¿El motivo? La producción de este nuevo chipset estaría muy limitada hasta después del lanzamiento del Galaxy S8 de Samsung, dispositivo que lo integrará entre sus entrañas. Esto deja contra la espada y la pared a LG, que justamente busca dar un golpe sobre la mesa después de su fallido intento con el G5.
Las soluciones que asoman en el horizonte son dos (una más probable que la otra): usar el Snapdragon 821 o elegir otro fabricante para su procesador. La primera opción parece ser la que se está llevando los votos en la interna de la empresa, ya que este chipset aún sigue siendo uno de los más potentes del mercado.
Esta información revela que cualquier dispositivo lanzado antes de abril, probablemente no podrá utilizar el Snapdragon 835 como base. Sí, esto quiere decir que Mobile World Congress estará –salvo sorpresa– plagado de teléfonos con Snapdragon 821.
