Drones con IA de DJI Dronespray mejoran la eficiencia y sostenibilidad en la agricultura chilena, mejorando la producción.
En el dinámico sector agrícola chileno, la innovación tecnológica marca la pauta hacia una mayor eficiencia y sostenibilidad. Una de las contribuciones más significativas en este ámbito es la introducción de drones equipados con inteligencia artificial por parte de DJI, compañía pionera desde 2011 en el desarrollo de soluciones para la monitorización y tratamiento de cultivos. La aplicación de esta tecnología promete transformaciones sustanciales en la gestión agrícola, desde la optimización del uso de recursos hasta la reducción de impactos ambientales.
Los drones, dotados de IA de nivel 1, se destacan por su capacidad de tomar decisiones críticas en tiempo real, como esquivar obstáculos durante la aplicación de productos, garantizando así la seguridad y eficacia del proceso. Jorge Álamos, ingeniero ambiental y cofundador de la empresa, enfatiza cómo estas capacidades no solo previenen accidentes, sino que también aseguran una aplicación más precisa y segura de tratamientos en los cultivos.
Más allá de la navegación autónoma, DJI Dronespray ha desarrollado soluciones de software que mejoran significativamente el análisis de datos post-vuelo. Estas herramientas permiten la creación de modelos ortomosaico en 2D o 3D y el uso de imágenes multiespectrales para evaluar el estado de los cultivos de manera precisa. Según Álamos, esta capacidad de análisis detallado conduce a un uso más racional de recursos y a la reducción de la cantidad de químicos necesarios, con impactos positivos tanto económicos como ambientales.
La tecnología de drones de DJI Dronespray se erige como un pilar para el avance hacia prácticas agrícolas más sostenibles en Chile. La optimización en la gestión de recursos y la minimización del desperdicio son apenas algunos de los beneficios que esta tecnología aporta al sector. Álamos concluye destacando el impacto favorable de los drones en el medio ambiente y en la reducción de la huella de carbono de las operaciones agrícolas.
En el stand de FIDAE 2024, estaba exhibido el dron para trabajo agrícola, el Agras T40 cuya especialidad es portar un estanque de 70 litros para realizar trabajos de pulverización, fertilizado y siembra. El Agras T40 tiene un rotor doble coaxial (en el mismo eje), que permite una carga útil un 30% más. La doble hélice por eje permite que se transporte 40kg de carga para rociado y 50kg para un líquido para esparcido.
¿Qué impactos adicionales crees que esta tecnología podría tener en el futuro de la agricultura?