Disputa entre Arm y Qualcomm pone en juego el futuro de PCs con IA, con posibles grandes repercusiones para el mercado tecnológico.
La innovación en el ámbito de las computadoras personales enfrenta un obstáculo significativo debido a un litigio prolongado entre Arm y Qualcomm, dos gigantes en el diseño de chips tecnológicos. Este conflicto legal, que se ha extendido por más de dos años, pone en riesgo el lanzamiento de una nueva serie de PCs equipadas con inteligencia artificial, las cuales prometen transformar el mercado y generar ingresos multimillonarios para Microsoft y sus asociados.
La disputa se originó cuando Arm demandó a Qualcomm en 2022 por no renegociar una licencia tras la adquisición de Nuvia, una empresa especializada en el diseño de chips, comprada por Qualcomm en 2021 por 1.400 millones de dólares. Según Arm, los diseños de Nuvia, que ahora se integran en las nuevas PCs Copilot+ de Microsoft, infringen las condiciones previamente establecidas entre las partes.
La expectativa de Microsoft de capturar aproximadamente el 5% del mercado de PCs basadas en Arm, con ventas proyectadas de entre 1 y 2 millones de unidades para fin de año, se ve amenazada. Además, casi dos docenas de modelos de empresas como Microsoft y Dell están programados para ser lanzados al mercado el 18 de junio, lo cual podría ser interrumpido si Arm gana el litigio.
Doug O’Laughlin, fundador de Fabricated Knowledge, destacó: «Definitivamente es un riesgo real. Cuanto más éxito tengan (las PCs), más tarifas podrá obtener Arm eventualmente». Por otro lado, Qualcomm defiende que su licencia actual cubre los nuevos diseños y ha rechazado las acusaciones de Arm. Ann Chaplin, asesora general de Qualcomm, afirmó en 2022: «La queja de Arm ignora el hecho de que Qualcomm tiene derechos de licencia amplios y bien establecidos que cubren sus CPU diseñadas a medida, y confiamos en que esos derechos se afirmarán».
A esta complicada situación se suma el vencimiento del acuerdo exclusivo de Qualcomm para suministrar chips a los fabricantes de PCs, lo que abre la puerta a competidores como Nvidia y Advanced Micro Devices. Aunque el programa inicial de Microsoft se basa en los procesadores de Qualcomm, el resultado del litigio podría redefinir la dinámica de colaboración y competencia en el sector.
A pesar de la interdependencia económica entre Arm y Qualcomm, el escenario de un acuerdo previo al juicio sigue siendo incierto. Con el juicio programado para diciembre en el tribunal federal de Delaware, el resultado de esta disputa no solo determinará el futuro de las nuevas PCs impulsadas por IA, sino también el paisaje competitivo de la industria de tecnología de chips.
¿Crees que Arm y Qualcomm encontrarán una solución antes de llegar a juicio, o veremos una interrupción significativa en el lanzamiento de estas innovadoras PCs?