Nuestra crónica sobre cómo se desarrolló la tercera carrera de la Formula E realizada en nuestro país.
«It’s race day!» es una frase bastante popular en el mundo de los fanáticos del automovilismo, ya que resume de muy buena manera las expectativas y emociones que hay durante las horas previas a una carrera, siendo en este caso el Santiago E-Prix 2020.
El día 2 es el más importante dentro de una fecha de la Formula E, ya que no solo se corre la carrera principal, sino que también se realizan las prácticas libres y las clasificatorias previas, encuentros que en otros eventos motorsport, como en la Formula 1, se llevan a cabo en días separados. Esto significa que, como podrán imaginarse, se trata de un día cargado sorpresas.
Las prácticas libres (conocidas como FP1 y FP2) corresponden a las primeras sesiones cronometradas de una fecha, y están para que los pilotos puedan probar sus monoplazas y acomodarse al trazado del circuito en donde se corre. Estas sesiones, además, sirven para que los equipos puedan ir realizando ajustes a los vehículos para optimizar al máximo el performance dentro de la pista.
La primera sesión se llevó a cabo a las 8 AM, en un Parque O’Higgins que — a mi parecer — ya contaba con bastante gente, pese a que era bastante temprano. La FP1 se realizó sin mayores complicaciones para los pilotos.
La segunda sesión fue bastante distinta, puesto que los pilotos ya le comenzaban a tomar confianza al circuito, y debido a esto, ocurrieron un par más de accidentes, entre los cuales se destaca el de Ma Qinghua, conductor de Nio 333 Racing, quien perdió ligeramente el control de su monoplaza, y chocó en uno de los costados de la curva 6. El piloto salió ileso, pero su vehículo sufrió daños en el frontal y en la suspensión.
A las 12 del día comenzaban las clasificatorias, las cuales definen la posición en donde parten los pilotos en la carrera. A diferencia de otras categorías, en la Formula E se cuenta con un sistema de qualy separado en cuatro grupos de seis pilotos cada uno. Cada conductor tiene 6 minutos para hacer su mejor tiempo.
Una vez terminada la sesión de calificación por grupos, vuelven a entrar a la pista los 6 pilotos más rápidos, en lo que se conoce como la Super Pole, la cual define quién podrá partir en el primer lugar de la grilla. Estos pilotos dan una vuelta extra, y el ganador de la tan codiciada pole position es quien obtenga el mejor tiempo. Para esta oportunidad, Mitch Evans, piloto de la escudería Jaguar Racing, obtuvo el primer lugar de la grilla.
A las 16:04 comenzó oficialmente el Santiago E-Prix 2020, y que se dio por finalizada a poco más de que quedaran 10 minutos para las 17 horas.
En efecto, las carreras en la Formula E tienen una duración de 45 minutos, más una vuelta extra, tiempo perfecto que permite que los pilotos expriman al máximo su monoplaza eléctrico sin que se queden sin batería.
La carrera en sí estuvo bastante entretenida. Hubo bastante acción entre los pilotos — aunque afortunadamente estuvo exenta de accidentes grandes –, y la suerte de quien fuera el ganador recién se selló a pocos metros de la meta en la última vuelta. Varios competidores, entre los cuales se destacan los dos pilotos de Porsche, se tuvieron que retirar por daños en los monoplazas tras algunos roces y choques.
Fue una carrera de locos, en donde Maximilian Günther, piloto alemán de la escudería BMW i Andretti Motorsport, obtuvo su primera victoria en esta categoría. El podio fue completado por el portugués Antonio Félix Da Costa, de DS Techeetah, quien obtuvo el segundo lugar, y por Mitch Evans, flamante ganador de la pole position.
Lo curioso de esta carrera es que ni Sam Bird — ganador del Santiago E-Prix del año pasado — ni Jean Eric Vergne, actual bicampeón de la categoría, tuvieron jornadas brillantes. Eso sí, quienes sacaron cuentas alegres fueron Stoffel Vandoorne y su escuderia, Mercedes Benz EQ, ya que gracias al sexto lugar obtenido por el piloto belga, se posicionó como el actual líder en lo que va del campeonato.
Por otro lado, el Parque O’Higgins estaba repleto; las graderías estaban completamente ocupadas y en el área de stands y del E-Village transitaba gente en todo momento. Desde la perspectiva de un fanático del automovilismo, es cuanto menos emocionante ver que una competición así atraiga a tanta gente, considerando que el deporte motor nunca ha sido relevante para el chileno.
Como mencioné en el artículo sobre el día 1, todo parece indicar que este será el último año de la Formula E en nuestro país, lo cual es una lástima, porque la carrera pone a Chile en el foco del desarrollo tecnológico de una forma de movilidad más sustentable, en un contexto de crisis climática que, según estudios, azotará con fuerza a nuestro país durante los próximos años.
La Formula E es mucho más que una carrera de autos eléctricos; es una vitrina al futuro, una muestra de lo que se puede hacer con tecnologías nuevas y sustentables, y como saben, eso es lo que nos gusta en Pisapapeles, la tecnología.
Si la carrera vuelve o no el próximo año queda a criterio de la organización. Ahora, dado que tenemos elecciones municipales en octubre, las negociaciones se complican un poco. De no concretarse algo, en el mejor de los casos, la carrera podría volver en dos años más, aunque esto es mera especulación.
Aún tenemos material por mostrarles, por lo que sigan atentos al sitio. También les recomendamos revisar nuestro Instagram, en donde hemos subido varias fotos del evento.