ExoRecovery, un exoesqueleto robótico diseñado para la rehabilitación motora de pacientes tras sufrir un Accidente Cerebro Vascular.
En un avance significativo para la medicina rehabilitativa, un equipo de investigadores chilenos, liderados por el académico Pablo Burgos de la Universidad de Chile, ha desarrollado un exoesqueleto robótico llamado ExoRecovery. Este dispositivo está diseñado para asistir en la rehabilitación de la extremidad superior de pacientes que han sufrido un Accidente Cerebro Vascular (ACV).
A diferencia de otros exoesqueletos convencionales, ExoRecovery utiliza una tecnología robótica basada en tendones. Este enfoque permite movilizar específicamente las articulaciones afectadas, facilitando una terapia más focalizada y eficaz. Según el Dr. Burgos, esta metodología no solo ayuda a levantar el peso del miembro del paciente, sino que también permite bloquear otros segmentos para trabajar de manera específica en la articulación deseada.
Este proyecto, financiado por FONDEF IDEA, ha pasado a la fase de prueba con un prototipo que ya ha sido probado en colaboración con el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el Hospital San José y el Hospital del Salvador. Los pacientes que participan en el estudio son aquellos que, después de sufrir un ACV, han mostrado un predictor positivo de recuperación con contracción mínima palpable.
La gran ventaja de ExoRecovery radica en su capacidad para permitir a los pacientes concentrarse en movimientos específicos y recuperar la funcionalidad en las áreas más afectadas. Por ejemplo, si un paciente necesita trabajar en la rotación del hombro, el exoesqueleto restringe todos los movimientos excepto aquellos necesarios para esa acción específica. Esto facilita un entrenamiento intensivo y dirigido que es crucial durante los primeros seis meses después del ACV, período crítico para la recuperación neurológica.
Si bien el tratamiento convencional se ha centrado en entrenar tareas completas, ExoRecovery propone un enfoque que prioriza la recuperación de habilidades básicas antes de avanzar a tareas más complejas. Este enfoque tiene el potencial de cambiar significativamente la manera en que se aborda la rehabilitación post-ACV, ofreciendo a los pacientes una mejor oportunidad para recuperar la funcionalidad completa.
ExoRecovery está actualmente en proceso de ser patentado y se está desarrollando un segundo prototipo, que promete integrar mejoras significativas. Este proyecto no solo destaca por su innovación tecnológica, sino también por el impacto potencial en mejorar la calidad de vida de miles de pacientes afectados por ACV cada año en Chile y potencialmente en todo el mundo.
¿Qué impacto crees que tendrá la introducción de tecnologías como ExoRecovery en la rehabilitación de pacientes con ACV en el futuro?