¡De no creer! ¡De película! Estamos ante uno de esos casos en los cuales la realidad supera a la ficción, o más bien a la imaginación. Explicado en palabras más simples y directas: un smartphone causó la quemadura de un hogar familiar entero.
El siniestro sucedió en Aberfan, al sur de Gales (Reino Unido). Allí la familia Meredith dejó uno de sus teléfonos celulares cargándose — sin conocer la marca ni modelo específico — mientras que Lana, Stuart y su pequeño hijo de siete años salieron a realizar compras al supermercado el martes pasado por la mañana.
Hasta ahí todo se dio medianamente normal y como una situación cotidiana en la vida diaria de las personas comunes. Sin embargo, la sorpresa viene apenas a los 10 minutos siguientes: cuando volvieron su casa estaba ardiendo en llamas.
Tuvieron que ser necesario tres carros de bomberos para apagar el fuego originado desde una de las habitaciones del segundo piso, lugar exacto en donde se estaba cargando el smartphone que dio origen a toda esta historia. Según se supo, la pila de este móvil se sobrecalentó durante su recarga y desató las llamas.
Mirando el «lado bueno» de esta historia, — si es que así puede decirse — por suerte no hubo ninguna víctima ni lesionado. No había nadie en la casa al momento de la quema.
La familia afectada ahora se encuentra habitando un domicilio temporal hasta que puedan reconstruir su antiguo establecimiento. Además, ya recibieron varios productos como donaciones directa y la campaña de un sitio web destinada a recaudar fondos dobló su meta. Al menos, una luz de esperanza parece ser más fuerte y cálida que la extensa llamarada azotadora de un simple smartphone.