ZTE se compromete a pagar unos 400 millones de dólares. Una vez depositado ese importe, las restricciones impuestas por parte de EE.UU. cesarán al instante.
Desde hace un tiempo ZTE viene siendo protagonista de hechos noticiosos, aunque no es precisamente por presentar smartphones nuevos. En realidad se debe a que la firma de origen chino está en disputas con el Departamento de Comercio de los Estados Unidos.
La situación es muy compleja, pero vamos a tratar de explicarte lo realmente importante y esencial de manera concreta.
La base de todo esto radica en saber que el comienzo de esta historia se debe a que la empresa violó los acuerdos de sanciones al vender tecnología estadounidense a Irán y Corea del Norte.
Considerando eso, en una acción posterior el Departamento de Comercio decidió suspender las exportaciones de sus productos hacia la compañía china. O sea, el país norteamericano no podría seguir cumpliendo su rol de proveedor.
La situación se tornó tan complicada y confusa que incluso hasta el propio presidente de USA, Donald Trump, intervino para intentar llegar a un arreglo inmediato. Igualmente, las cosas no salieron como se preveían en primera instancia.
Omitiendo muchos hechos de por medio que harían más enredada la historia — como cambios de ejecutivos en la organización y un largo etcétera — lo preciso y real es que Estados Unidos impuso una multa de 1.400 millones de dólares a ZTE. De ese monto, ya se han abonado USD $1.000 millones. Los restantes 400 millones son los que forman parte de ese primer gravamen.
Con respecto a todo esto, un representante del Departamento de Comercio estadounidense emitió las siguientes palabras:
El acuerdo de ZTE representa la sanción más dura y el régimen de cumplimiento más estricto que el Departamento haya impuesto alguna vez en tal caso. Disuadirá a los malos actores futuros y garantizará que el Departamento pueda proteger a los Estados Unidos de aquellos que nos harían daño.
El pago en sí debe concretarse en un día y, una vez cancelada esta deuda, la prohibición se levantará al instante.
Aquí es menester remarcar que es importante para ZTE apresurarse en el abono puesto que actualmente opera con una exención temporal que expira el 1 de agosto.
Por otro lado, hay un grupo bipartidista de legisladores estadounidenses que sigue preocupado por la amenaza de ZTE para la seguridad nacional de su país. Para nadie es un secreto a estas alturas que los Estados Unidos acusan a China de espionaje.
Es más, esas personas están presionando para la aprobación de leyes que dicten penas más duras.
Veremos cómo sigue esta historia. Por ahora, ZTE y Estados Unidos parecen querer darse la mano, aunque con un apretón por demás fuerte. Quizás quieren ver quién da el brazo a torcer primero.