Justamente lo que Samsung temía, está sucediendo gracias al Galaxy Note 7.
Una reciente encuesta realizada a un grupo de usuarios de Samsung en los Estados Unidos, reveló que aproximadamente un 40% los actuales usuarios no volvería a comprar un dispositivo de la compañía.
La encuesta preguntaba a dichas personas que cómo afectarían los problemas del Galaxy Note 7 en la decisión de su próxima compra. De ese 40% que dejará a la marca surcoreana, un 70% se mantendrá en Android, un 8% se inclinará por alguno de los nuevos Pixel de Google, mientras que el resto se pasará a un iPhone.
Esto era justamente lo que Samsung temía que sucediera, es por ello que tendrán que demostrar en el próximo Galaxy S8 que los problemas de las baterías explosivas fueron un pequeño gran traspié, razón suficiente para que los usuarios sigan prefiriendo sus productos.