Dos de los operadores más reconocidos juntan sus caminos para buscar entregar la mejor experiencia 5G.
Tras un largo periodo de rumores sobre intenciones de compra de una y otra compañía, ahora se ha hecho oficial que T-Mobile y Sprint se fusionarán, en una operación que superó los 26.000 millones de dólares. Ambas empresas se posicionaban dentro de las 5 más grandes de Estados Unidos, pero tras esta movida, se espera que queden posicionadas en el número 2, solo detrás de Verizon.
La empresa seguirá operando bajo el nombre de T-Mobile, por lo que el CEO seguirá siendo John Legere, quien obviamente se refirió al tema:
Queremos crear un feroz competidor con una escala de red que nos permita entregar más a los consumidores y empresas en la representación de menores precios, más innovación y una excelente experiencia de red y hacer todo esto más rápido que cualquiera de las dos compañías por separado.
El principal objetivo de ambas empresas es poder entrar fuerte al mundo del 5G, por lo que era muy importante tener ambas infraestructuras funcionando en forma óptima. Es más, incluso Legere afirma que se construirá un centro de desarrollo para 5G y que esto conllevará la creación de miles de empleos para el territorio norteamericano. Eso sigue por verse, ya que la llegada de esta nueva generación de redes está pronosticada para uno o dos años más, por lo que los inversionistas dudan de que los tiempos calcen.
Pese a que el trato ya se asume como hecho, todavía tiene que pasar por varios filtros regulatorios para aprobarse, como el antimonopolio, por ejemplo. Esto porque T-Mobile tiene el 19% del mercado, mientras que Sprint tiene un nada despreciable 12%. Si sumamos estos números llegamos a un 31%, lo que se acerca considerablemente al 36% que tiene Verizon.