Desde los tiempos de TouchWiz a lo que es actualmente One UI 4.1, Samsung está haciendo las cosas muy bien.
Han pasado largos años ya desde que las marcas sacaran sus propias capas de personalización de Android con muchos bugs, problemas de actualizaciones y demases. Pero hoy en día, y luego de mucho tiempo probando los distintos forks de Android, quiero compartir con ustedes el por qué One UI es, hoy por hoy, una de mis capas de personalización favorita de entre todas. He probado el nuevo One UI 4.1 en el Galaxy S22+.
Tiempo atrás, comprar un teléfono con una capa de personalización significaba el tener que sacrificar las actualizaciones de tu equipo pues Google no les da soporte directo y muchas empresas no destinaban el empeño suficiente en hacerlo.
Pero en la actualidad, Samsung ha creado un ecosistema que es confiable, es rápido y por sobre todas las cosas, es sinónimo de confianza gracias a una política de actualizaciones que en muchos casos supera hasta a la de la misma Google.
Para clarificar algunos aspectos, voy a estar usando dos de mis móviles con esta capa de personalización para poder demostrar los conceptos de mi opinión. Comencemos.
Desde un principio, si empezamos a usar un dispositivo de Samsung con esta capa de personalización, nos vamos a encontrar con elementos que son súper similares a lo que ofrece Android vainilla, mientras que otros no tanto.
Así, si deslizamos la barra de notificaciones hacia abajo, vamos a tener una opción de control de todos los dispositivos que tenemos en nuestra casa, ya sean parlantes con Google Assistant, televisores o asistentes personales.
También nos encontramos con la posibilidad de jugar con los controles multimedia, los que nos permitirán controlar todos los dispositivos bluetooth que estén conectados al equipo como audífonos, mouses inalámbricos, teclados y demases.
Esto se torna muy útil especialmente cuando tenemos conectado el modo DeX, que a mi juicio sigue siendo la mejor iteración de un computador de escritorio dentro del celular al día de hoy.
Los widgets han sido mejorados tremendamente con las últimas actualizaciones, y ahora tenemos hasta la opción de usar widgets inteligentes, los que nos dejan visitar el calendario, el tiempo, notas y listas de cosas por hacer, y estos widgets pueden ser nuevamente cambiados a nuestro antojo, incluyendo widgets dentro del mismo widget inteligente para tener todo dentro del mismo lugar.
A la hora de hablar de coherencia en el diseño de estos equipos, Samsung nos ha entregado detalles importantes con la actualización 4.1 de One UI. Así, si queremos cambiar el wallpaper de nuestro teléfono, vamos a tener la opción de cambiar la paleta de colores del sistema, por ejemplo.
Lo mismo ocurre con aplicaciones como la calculadora, la que cambiará de colores dependiendo de nuestra preferencia cuando hayamos cambiado el fondo, lo que la hace muy intuitiva de usar y muy coherente con el diseño de equipo.
El calendario también lo hará, permitiéndonos cambiar la vista del mismo solo deslizando de arriba a abajo o de abajo a arriba, todo con animaciones fluidas que en ningún momento se sienten pesadas como en otras capas.
La aplicación del teléfono también cambiará cuando modifiquemos la paleta de colores, lo que modificará los contactos también. Como dije, son estos pequeños cambios los que hacen que, como funcionan bien, no notemos lo bien que funcionan hasta que probamos la implementación de otras marcas.
Con la llegada de la nueva versión 4 de One UI, otra de las cosas que más cambió fue la del cuidado de batería y dispositivo, y aquí es donde me voy a detener en dos puntos importantes, partiendo por la batería.
Todos queremos darle la mejor vida útil posible a nuestra batería, y con One UI 4.0 las novedades que más me llamaron la atención tienen que ver con el cuidado de la misma. Así, no solo tenemos un detalle más grande de los consumos de la misma.
Si no que también tenemos añadidos como el poner en suspensión profunda aplicaciones que estén usando mucha batería o que estén generando bloqueos innecesarios, además de, por ejemplo, poner límites en el uso de segundo plano de las mismas aplicaciones.
Pero esto no termina ahí, pues el modo de ahorro de energía también ha sido modificado, y ahora nos permite cambiar el comportamiento de algunas aplicaciones cuando este se activa. De esta manera podemos elegir desactivar completamente el always on display cuando entramos en este modo, o limitar la velocidad de la CPU del procesador.
También con este modo de ahorro se nos cambiará la tasa de refresco automáticamente a 60 Hz y vamos a poder bajar el brillo de la pantalla.
Ahora, sin dudas mi parte favorita de todas está en los ajustes adicionales de la batería, pues desde aquí podremos tomar un control mucho más profundo de la misma, pudendo desactivar la carga rápida si queremos cuidar al máximo la misma cuando cargamos el equipo de noche, lo mismo con la carga super rápida (si nuestro equipo lo soporta) o la carga inalámbrica de la misma manera.
A la hora de medir nuestro consumo, Android 12 en su versión Stock nos deja básicamente mirar las estadísticas de las últimas 24 horas y nada más, pero Samsung ha decidido darnos el gráfico desde la última carga, entregándonos más control sobre las aplicaciones y un mejor monitoreo de las mismas.
Por si fuera poco, el cuidado que queremos darle a la batería, también tenemos una opción para proteger la misma, permitiéndonos limitar la carga a un 85% si así lo deseamos.
Todo esto hace que One UI nos entregue opciones de poder controlar a nuestro gusto un apartado tan sensible como el de la batería de nuestro equipo, mucho más que otras marcas, y al final del día esto se agradece mucho, pues lo que más queremos es simplemente tener la posibilidad de cambiar las cosas a nuestro antojo y no se nos impongan. Y para mí, estas opciones son aún mejores que las que nos entrega Android Stock.
Al momento de hablar de privacidad, tenemos las novedades presentes en Android 12 también en One UI, y es que cuando una aplicación esté usando nuestro micrófono o cámara, una luz verde nos indicará que los mismos están en uso, al igual que otras marcas y sus propias capas.
También tenemos la posibilidad de activar una localización más precisa con las aplicaciones que nosotros pensemos que lo merecen. Nuevamente, en la opción está la gracia, pues no se nos impone nada.
Pero quizás una de las mejores novedades es la que está en el apartado de privacidad, que nos entregará un detalle muy bueno de cuantas aplicaciones han usado nuestra cámara, micrófono o ubicación en las últimas 24 horas, y desde ahí entonces podemos revocar el permiso o garantizarlo.
Ahora, si queremos desactivar completamente el acceso a la cámara o al micrófono de todas las aplicaciones de una sola vez, también podemos hacerlo, y simplemente tendremos que activar o no el interruptor dedicado que One UI nos entrega.
Finalmente, la cámara ha sido también actualizada con la nueva versión de One UI, y nos permite ahora tener modos especiales como el de realidad aumentada, –que la verdad sea dicha yo no lo uso mucho–, pero también algunos como el modo de comida que nos permite sacar fotos mejoradas visualmente, o el modo de toma única que, en palabras simples, nos entrega la mejor toma para cuando tenemos que sacar una foto y no podemos decidir cuál de todas ha salido mejor.
También está la posibilidad de tomar grabar video en modo retrato si así lo queremos, y el mismo funciona muy pero muy bien, y es aquí donde se nota que estos apartados no están ahí solo por estar, si no que están hechos para que los usemos en el día a día si es que somos de los que usamos a diario este tipo de cosas, claro está.
Quizás una de las cosas que más buscamos en un teléfono cuando lo estamos usando es que no tengamos muchos bugs, que no se nos cierren las aplicaciones sin ninguna explicación cuando las estamos usando, o simplemente no estemos con miedo cuando una nueva actualización llegue al sistema, y justamente eso es lo que con el paso del tiempo nos ha dado Samsung.
Partiendo por su política de actualizaciones, la que nos ofrece la posibilidad de tener hasta 4 años de soporte de versión de Android en sus flagship, lo que es especialmente útil en la serie S22 de este año, pero tampoco dejando de lado a su gama media, que es donde más venden.
De esta manera, si tenemos un teléfono de la serie A, Samsung se compromete hasta con 3 años de actualizaciones, algo realmente inédito en la gama, pues la competencia la mayoría de las veces se queda tan solo en una actualización grande de sistema y parches de seguridad que muchas veces pueden llegar hasta 3 meses tarde.
Ni hablar si tenemos un flaghip, pues la mayoría de estos equipos además de tener una política de actualizaciones mejor a la de la gama media, también tienen la posibilidad de tener parches de seguridad la mayoría de las veces mensuales, corrigiendo potenciales errores, pero por sobre todo potenciales vulnerabilidades, las que todos sabemos que lamentablemente abundan en el mundo Android.
Y es justamente este sentimiento de estabilidad en el sistema el que me gusta mucho, y ha hecho que One UI me haya hecho olvidarme de los tiempos de TouchWiz, donde las cosas derechamente no funcionaban como debían muchas veces, además de sentirse como una interfaz pesadísima con muchos añadidos que no se justificaban.
A lo largo de todos estos años que he usado Android, muchas son las capas de personalización que han pasado por mis manos en mis teléfonos personales. Desde Flyme OS hasta One UI, pasando por MIUI, Realme UI y hasta Oxygen OS, y esta última iteración de One UI es mi favorita por lejos.
La empresa coreana parece haber aprendido de lo que hicieron otras marcas como OnePlus en el pasado, y dado el estado actual de dicha marca y sistema operativo, el trono ha sido pasado a Samsung. Con añadidos muy interesantes como el control de la batería, el balance entre lo que ofrece Android Stock y las novedades de One UI parece que encontramos la fórmula perfecta.
Si, algunas cosas se pueden mejorar, como el apartado de RAM Plus que parece ser un efecto más de placebo que otra cosa, o la presencia de un poco de bloatware cuando tenemos el teléfono por primera vez, claro que la gran mayoría –si no es que todas– dichas aplicaciones se pueden desinstalar.
Punto aparte es Bixby, el asistente que aún tiene mucho por mejorar, pero que se puede reemplazar por Google Assistant sin mayores problemas para no verlo más.
El control que nos ofrece Samsung sobre el dispositivo, sin imponernos muchas cosas, pero a la vez añadiendo funciones que son muy simples de usar, son exactamente lo que extrañaremos en el resto de capas de personalización de la competencia.
Muchos podrán creer que One UI es una capa de personalización aburrida, pero para mí, la funcionalidad y que las aplicaciones funcionen bien está por sobre los grandes efectos visuales, o las características más novedosas que vamos a usar solo una vez y ya.
Es esta madurez entonces, la que en pleno 2022 me tenga más que ansioso por conocer que es lo que nos va a traer Samsung con One UI 5.0 o 4.2 basado en Android 13, el que, si seguimos por el mismo camino que transitamos hoy, nos va a dejar nuevamente muy satisfechos.
Este artículo es meramente una opinión personal, y para el mismo utilicé tanto un Galaxy A52s como un Galaxy S22+ para tomar capturas y fotografías. Por ende, la falta de revisión de características del S-Pen.
