Samsung mata oficialmente al Galaxy Note 7

Fin de la historia. Portavoces de Samsung han confirmado que la compañía dejará de fabricar su más reciente buque insignia, el Galaxy Note 7, de manera permanente. Todo a causa de las sucesivas explosiones que afectaron a clientes alrededor del mundo tanto en modelos de la primera ola de fabricación como en los supuestamente corregidos.

La compañía declinó referirse a motivos exactos a la hora de realizar esta decisión, remitiéndose a explicar que con esto busca “la seguridad de sus clientes”, siendo esta su “máxima prioridad”.

La empresa ha pedido urgentemente a sus clientes que actualmente mantienen una unidad del Note 7 en su poder que la regresen a la brevedad al lugar donde la compraron, asumiendo y poniendo énfasis en lo inseguro que puede resultar la permanencia de este equipo en un hogar.

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Con esto también se suspende cualquier lanzamiento en países donde no haya sido presentado todavía, puesto que el equipo no volverá a ser comercializado.

Tras esta confirmación, las acciones de la surcoreana han caído un 8% durante este día, marcando esto su caída más grande en la bolsa en los últimos 10 años. Reuters asegura que esta rotunda falla le costará a Samsung cerca de USD $17.000 millones.

A esta altura una desactivación remota para las unidades que están todavía en la calle suena como el último estertor necesario para desincentivar su uso y forzar la devolución de los equipos que todavía están en la calle, probablemente en manos de clientes que piensan en conservarlo para reventa o rareza para ser vendido años más adelante. No lo conserves.

Así acaba la historia de uno de los modelos más llamativos del 2016, y que prometía acaparar todas las portadas… pero no de esta manera.