Probamos lo nuevo en realidad virtual de Samsung en conjunto con Oculus
Desde hace años que hemos visto el crecimiento de la tecnología de realidad virtual. Para hacer más realista la experiencia al momento de jugar o ver una película, hemos pasado por diversas tecnologías: Desde los típicos lentes de color rojo y azul, hasta los actuales cascos de realidad virtual.
Este último ha tenido una revolución durante los últimos 3 o 4 años gracias a Oculus, una empresa dedicada a desarrollar esta tecnología al punto de que sea asequible para el consumidor común. La versión actual permite conectarse a un computador por lo que su movilidad se ve bastante reducida. El Samsung Gear VR viene a solucionar este problema, a costa de reducir calidad de imagen.
La versión que nosotros recibimos fue la Innovator Edition 2. Esta es la segunda iteración del Gear VR, compatible con los Samsung Galaxy S6 y S6 Edge. La versión final, a lanzarse en noviembre, será compatible con todos los flagship Samsung lanzados este 2015 (Galaxy S6, S6 Edge, S6 Edge+, Note 5 y Note 4). No, otros dispositivos no son compatibles y la elección de dispositivos compatibles es relativamente acotada por lo que estarás obligado a desembolsar extra si planeas comprar un Gear VR y no tienes un smartphone Samsung reciente.
Muchos pensarán que tener un aparato como este en la cabeza por mucho rato puede generar molestias. Esto depende mayoritariamente del tipo de contenido que se vea y el ajuste previo de las bandas para sujetar. Las bandas están hechas de tal forma que no afectan el uso de audífonos over-ear por lo que puedes disfrutar lo que estás viendo sin molestar al resto.
La calidad de fabricación quizás no es la mejor, sintiendo un plástico un poco barato. Sin embargo, esto se debe a que el peso no puede ser muy grande para mantener la comodidad del usuario.
Con respecto al uso prolongado, vi una película casi completa en la app de Netflix sin problemas. El brillo es completamente regulable para evitar molestia en los ojos. Claramente, pasar más de 2 horas con una pantalla a pocos centímetros de los ojos puede resultar algo molesto, pero nada fuera de lo normal.
Uno de los problemas que me contaron amigos que usan lentes y que probaron el Gear VR es que el enfoque, al ser para ambos ojos al mismo tiempo, provoca que aquellos con problemas a la vista no puedan enfocar bien debido a que el grado es distinto en cada ojo. Además al principio de cada uso, los lentes se empañan debido al ambiente cerrado que se produce.
A diferencia del Google Cardboard, al ser un producto desarrollado junto a Oculus, este tiene sus limitaciones. Las aplicaciones que puedes correr son sólo aquellas que están en la tienda de Oculus. No puedes utilizar aplicaciones de la Play Store a menos que tengan una versión dedicada al Gear VR.
Las aplicaciones incluidas son bastante variadas. Desde videos en 360º hasta animaciones interactivas de The Avengers. Sin embargo, la poca cantidad en la tienda Oculus y la imposibilidad de agregar aplicaciones de la Play Store hacen que la oferta de aplicaciones sea un poco pobre. Si bien, hay suficientes demos para entretenerte unos días, no toma mucho tiempo pasar por todas las aplicaciones gratuitas y quedar con ganas de más.
Con respecto al rango de visión, este no es tan amplio como para cubrir todo el rango del ojo humano. Verás franjas negras a los costados que, si bien no molestan en lo absoluto, interrumpen la inmersión de la realidad virtual.
Claramente tener una pantalla encendida constantemente haciendo uso de acelerómetro, giroscopio y procesador gráfico reduce la duración de la batería drásticamente. En un par de horas de uso ya estarás buscando un enchufe. Por suerte el Gear VR incluye un puerto para cargar el teléfono mientras se está usando.
Con la aparición de nuevo contenido en 3D o de realidad virtual, estos aparatos están empezando a tomar una relevancia cada vez mayor. Si bien, al menos en el caso del Gear VR, no logré encontrar un uso práctico, puede servir como entretención o para consumir contenido especializado si realmente te interesa el mundo de la realidad virtual. Es un aparato cómodo y fácil de usar pero que tiene una inmersión reducida, algunos problemas de diseño y cantidad limitada de aplicaciones. Personalmente no encuentro que valga la pena todavía. Quizás en algunos años más, con equipos más potentes, podríamos ver una mejor calidad de imagen y mejor desarrollo de contenido.