El nuevo Samsung Galaxy Watch 3 ya está en Chile y en este review te contamos nuestra experiencia con este reloj.
Para el siguiente review, dejamos los productos que operan entre nuestras manos y nos vamos a un dispositivo clásico (pero ahora moderno) que funciona en nuestras muñecas: el reloj. Esto, porque durante el último Unpacked, Samsung presentó a su nuevo Galaxy Watch 3. La compañía coreana no ha sido la que más ha seguido la líneas de sucesiones en sus equipos, al menos el los relojes.
El 2018, la empresa presentó un Active y el primer Watch. Luego, el 2019, anunciaron únicamente un Active Watch 2 y ahora vemos un Watch 3, que es la unidad que probaremos en esta ocasión. El nuevo Samsung Galaxy Watch 3 trae de vuelta el bisel rotativo así como nuevas funciones en lo que al monitoreo de salud respecta.
El dispositivo está disponible en 45 y 41 mm. En esta ocasión probaremos el más grande de ellos, el que no cuenta con conexión LTE, como sí ocurre en otras regiones. Agradecemos a nuestros amigos de Samsung Chile por facilitarnos esta unidad y poder llevar hasta ustedes el review del Samsung Galaxy Watch 3.
Pantalla: Super AMOLED 1,2 pulgadas (360×360 px) Corning Gorilla Glass DX
Procesador: Exynos 9110 (dual-core, 1,15 GHz)
RAM: 1 GB Memoria: 8GB
Batería: 340 mAh
Conectividad: Wi-Fi 802.11n, Bluetooth 5.0
Resistencia: IP68 (5 ATM) / MIL-STD-810G
Dimensiones: 45 x 46.2 x 11.1 mm
Peso: 53 gr.
Otros: Micrófono, altavoz,NFC, GPS, LTE
Como es costumbre comenzamos con el diseño del terminal. Este, es uno de los aspectos fundamentales a la hora de hablar de relojes. En el caso del Watch 3 viene a generar un cambio respecto al Active Watch 2, ya que ahora trae de vuelta el bisel rotativo. Sin embargo, en comparación al Watch (2018) el diseño es prácticamente el mismo, aunque tenemos un dispositivo un tanto más refinado. Esto, porque esta nueva versión es un tanto más pequeña y delgada.
A pesar que la pantalla crece un 0,1″, llegando a las 1,4″, el equipo en sí reduce su tamaño. Respecto al grosor aquí también vemos una disminución en su medida, llegando a los 11,1mm. Si hablamos de peso, este es de 53 gramos sin considerar las correas. La construcción está realizada con acero inoxidable y correas de cuero (ya hablaremos de ellas). El cuerpo del equipo demuestra solidez en su diseño redondeado que solo es interrumpido por el soporte para las correas. La forma de los costados es curva, lo que facilita el movimiento y trayectoria del bisel texturizado, el que al moverse generará una «click» el que es acompañado por una vibración física y a través de software.
En el costado derecho nos encontramos con dos botones: atrás e inicio, además del micrófono. En la izquierda sólo tenemos un pequeño parlante que nos servirá para escuchar música, realizar llamadas e interactuar con Bixby. En la parte inferior o interna del Watch 3 tenemos el sensor que será el encargado de realizar las mediciones de salud, acompañado de una superficie imantizada para carga Qi. El nuevo Samsung Galaxy Watch 3 cuenta con Gorilla Glass DX, certificación IP68 y MIL-STD-810G, la que nos permitirá exponer el reloj no sólo al agua sino que bajo extremas condiciones al contar con certificación militar.
A diferencia de lo que habíamos visto en el anterior Watch Active, la correa que incorpora no es de goma sino que de cuero. Esta entrega otra experiencia en cuanto a apariencia y en usabilidad, ya que es mucho más cómoda en la gran mayoría de los aspectos. Aunque a la hora de realizar ejercicio con este reloj no sé si sea la más adecuada, en mi opinión. La calidad de estas es bastante premium. Si optamos por cambiarlas, al menos en la versión de 45 mm, la correa debe ser de 22 milímetros.
En mi opinión, y en términos generales, el diseño y construcción del Samsung Galaxy Watch 3 es el más clásico y realista en cuanto a lo que acostumbramos a ver en un reloj. Si bien no es el más pequeño y delgado que hemos visto, no es para nada incómodo o algo por el estilo. El bisel y los botones generan una experiencia aún más cómoda, el primero nos permite movernos fácilmente por la interfaz del dispositivo y los botones a generar ciertas acciones. Estos aspectos físicos generarán una sensación muy natural y física, sobre todo el bisel. Si tuviera que elegir un smartwatch por diseño, sin duda me quedaría con el Galaxy Watch 3.
En esta versión de 45mm la pantalla es una SuperAMOLED de 1,4″ con una resolución de 360 x 360 pixeles. Con su posicionamiento en el panel frontal ni siquiera podemos notar los bordes de la pantalla, ya que sobre estos tenemos el bisel y las métricas de los clásicos relojes.
Como era de esperarse en Samsung, la pantalla es una auténtica maravilla. La resolución es óptima, los pixeles son prácticamente imperceptibles, los colores vibrantes y saturados de manera correcta. Pero lo más llamativo del reloj es el brillo, el que podemos dejarlo automático y se ajusta de muy buena manera ante toda circunstancia de la luz ambiental. Si hablamos de negros, estos son los esperados en un panel AMOLED, esto genera una experiencia inmersiva por el contraste que se logra respecto a los colores llamativos del panel.
Saliendo de las características externas, el nuevo Samsung Galaxy Watch 3 incorpora un procesador Exynos 9110, dual core a 1,15 GHz. A lo que se suma una memoria RAM de 1 GB y los 8 GB de almacenamiento interno. Todas estas características se repiten respecto a las versiones anteriores, no me parece la mejor señal de parte de Samsung con un dispositivo de estas prestaciones.
Las características anteriores no nos darán una mala experiencia pero tampoco será la mejor. A la hora de ejecutar, el uso suele ser fluido al menos por el sistema, donde vemos un mayor esfuerzo es cuando abrimos aplicaciones y nos movemos por ellas, a veces no es del todo fluido. Insisto, tampoco es algo que obstruya al terminal, sólo bajo ciertas circunstancias no es el más rápido. Quizás sería bueno que Samsung actualizara la interna del Watch.
Hablando de fluidez, desplazarse por el sistema resulta bastante fácil y cómodo si lo hacemos utilizando el bisel. Esto, porque al tratarse de una pantalla mucho menor a las que acostumbramos, el estar tocando y moverse en este sistema puede no ser lo más cómodo. El bisel mecánico genera una gran experiencia y siento que es un punto fundamental en este reloj. Este nos sirve para desplazarnos por el menú y dentro de las aplicaciones. El sistema va de la mano con este.
Tras teléfonos que pasaron al olvido, el sistema operativo de Samsung, Tizen, quedó dentro de los relojes de la compañía. En este nuevo Watch 3 tenemos la versión 5.5.0.1 (actualizada hace poco) junto a una capa de One UI Watch 2.0. El sistema, como era de esperarse, sigue la misma línea de diseño de One UI en el resto de dispositivos móviles de Samsung. Las aplicaciones son exactamente las mismas que encontramos en teléfonos y tablets.
Respecto a estas, encontramos una amplia gama de opciones propias de la compañía, sin embargo no tenemos muchas opciones en la tienda en desarrolladores externos. Las más conocidas son Outlook (que la trae instalada), Spotify, Uber y Strava. El problema es que todas estas requieren estar vinculadas al equipo, y en gran parte deben estar instaladas en este también. El caso de Spotify no funciona de la mejor forma, ya que incluso el inicio es un tanto tedioso y está pensada para utilizarla como si fuera un dispositivo aparte. En ese caso el control multimedia de nuestro teléfono, el que aparece en el reloj al conectarse por Bluetooth, sirve de mejor manera para manejar la música. Creo que este aspecto es uno de los que más utilicé junto con las llamadas que podemos gestionarlas y hacerlas a través del Watch.
A pesar de eso, el nuevo Samsung Galaxy Watch 3 resulta ser un dispositivo bastante independiente del teléfono con el que lo tengamos vinculado. Si bien nos pide, en la gran mayoría, vincular las aplicaciones con la versión del móvil, estas después de eso pueden funcionar de manera autónoma. Además, el Watch cuenta con almacenamiento interno que nos permite guardar música, la que podemos escuchar por el parlante del mismo dispositivo o conectando audífonos directamente con el reloj. Probablemente sea un reloj que nos permita dejar el teléfono de lado. Lo mismo ocurre con el funcionamiento en sí, aparte del inicio su uso no está llegado a ciertas características de los teléfonos de la marca.
La gestión de notificaciones, sin duda, es uno de los mayores usos que le podemos dar en el día a día. Estas, podemos configurarlas desde la misma aplicación del Watch. Una vez que recibimos una notificación, contaremos con respuestas rápidas, teclado, emojis o dictado por voz. En mi experiencia fue bastante util en el caso de mensajes de Whatsapp, por ejemplo, los cuales veía aquí y si eran de mi interés sacaba el teléfono, lo mismo ocurría con los correos. Si queremos olvidarnos de las notificaciones, entonces basta de un simple gesto para desaparecerlas. Me gustó mucho que podamos elegir las aplicaciones que se notificarán en el reloj. Por otro lado, al estar conectado al teléfono este no notificará.
Para que conozcas más del sistema, te dejo el siguiente recorrido:
En síntesis, mi experiencia con el Watch 3, en este apartado, resultó ser bastante satisfactoria. El desplazamiento -como notaste- a través del sistema y de las aplicaciones un muy cómodo, intuitivo y fluido. Claramente el sistema se adapta muy bien con la construcción y características externas del reloj, lo que ayuda a una mejor experiencia. La mayoría de las aplicaciones que usaremos serán las propias de Samsung, ya que aparte de tener pocas opciones (externas) las que están no son las mejores.
Siguiendo con el review, ante tanta característica y uso, obviamente necesitaremos de energía. En el caso del nuevo Samsung Galaxy Watch 3, contamos con una batería con 340 mAh de capacidad, al menos en esta versión de 45 mm. Para cargarlo, Samsung incorpora su cargador sin en el enchufe, como siempre ha ocurrido en los smartwatch.
El uso que le di al reloj, en general, fue para recibir las notificaciones de las aplicaciones de mensajería y correos, monitorear mi sueño, y el registro de actividades ya sea rutinarias como de ejercicios. Así, mi consumo fue de aproximadamente 48 horas antes de tener que volver a cargarlo, aunque esto se reducía a un día y medio en caso de realizar más ejercicio, ya que el monitoreo en ese momento es constante. Respecto a la carga, esta tarda cerca de 2:20. Al ser carga a través del estándar Qi, podemos cargarlo con el teléfono o cualquier cargador inalámbrico.
Una vez que tenemos el reloj en nuestras manos, necesitamos vincularlo a un smartphone para poder configurarlo y finalmente poder utilizarlo. Para esto necesitamos dos aplicaciones: Galaxy Wearable y Samsung Health. La primera de ellas es la que nos permitirá configurar el reloj, conocer su estado, administrar las aplicaciones y notificaciones de este, así como poder agregar contenido al almacenamiento interno del Watch. En esta también podemos activar y configurar los gestos o acciones ante caídas.
En la sección «describir» es donde vamos a encontrar las aplicaciones que podemos instalar en el Watch 3, que como ya te dije no son muchas las opciones. Una de los menús principales es el de carátulas, ya que con esta podremos elegir la «imagen» que queremos para nuestro reloj. Las opciones son variadas y se muestran según el formato que queramos.
La siguiente aplicaciones es la que nos ayudará a conocer todos nuestros resultados de salud y estilo de vida. Esta es una aplicación bastante completa, ya que es la que nos mostrará todos los datos que obtiene el reloj, visualizándolos de manera llamativa y clara. Aquí podemos encontrar mayor detalle respecto a las mediciones o datos de salud que cada uno ha agregado a la aplicación.
También encontraremos un espacio dedicado a los logros que hemos alcanzado y aquellos que nos faltan respecto a las mediciones. Así como la sección de «Together», la que nos sirve para comparar datos con nuestros contactos.
En general, ambas aplicaciones tienen un desempeño bastante bueno y mucho mejor de lo que podríamos esperar. Sin embargo, la configuración inicial suele ser un tanto lenta. Respecto a eso mismo me quería referir, ya que en otros terminales Android -no Samsung- este proceso es muy lento, ya que aparte de instalar ambas aplicaciones, tendremos que instalar ciertos plugins. Después de eso el funcionamiento del reloj es una experiencia completa, y no notamos grandes diferencias respecto a los terminales de la marca coreana.
Lo mismo ocurre con Apple, sí porque también puedes usar el nuevo Samsung Watch 3 en el iPhone. Aquí también tendremos que instalar ambas aplicaciones y tendremos similar experiencia. La principal diferencia la encontraremos cuando queremos gestionar las llamadas o notificaciones, ya que sólo nos sirve para visualizarlas pero no para responder. Respecto a las mediciones de salud estas funcionan al igual que con un terminal Samsung.
Claramente el reloj no requiere de una arquitectura propia de una compañía para poder ser vinculado. A pesar que de existan pequeñas diferencias tanto con otros terminales Android como con el iPhone, el reloj sigue funcionando en su máximo desempeño. Al menos en mi experiencia las diferencias en el teléfono de Apple no son trascendentales.
Como te decía en la sección de diseño, en la parte inferior del nuevo Samsung Galaxy Watch 3 incorpora un sensor de luz verde el que mide una serie de variables que nos termina entregando el reloj. Sin hacer algún tipo de acción, este nos muestra constantemente la cantidad de pasos que hemos dado, monitoreo cardiaco y los pisos que hemos subido. Todas estas mediciones, más las calorías consumidas, se muestran en un corazón que se va llenando de acuerdo a las metas que vamos cumpliendo en esos apartados.
De forma predeterminada, además, el reloj hará seguimiento a nuestros movimientos, sugiriendo movernos después de un tiempo en que no lo hemos hecho. Para esto emplea una serie de llamativas animaciones que nos muestran y celebran movimientos. En total, las funciones de medición que realiza el reloj son:
Las últimas mediciones se encuentran marcadas (*) ya que no están disponibles en nuestra región, al menos de manera oficial debido a las regulaciones a las que se deben regir. Lo mismo ocurre con Samsung Pay, el cual cuenta con la tecnología NFC en el dispositivo pero no está en nuestro país.
Creo que dos de las funciones que utilicé en el Watch 3 son las ppm y el monitoreo del sueño. Ambos se ejecutan de manera automática, en el caso del monitoreo del sueño este distingue las diferentes faces del ciclo del sueño y entrega resultados muy certeros y completos, sirve si quieres manejar tus horas para descansar. En el caso de las pulsaciones por minutos, estas se realizan cada 10 min -configurable- y continuamente mientras hacemos ejercicio. Dicha medición es bastante similar a la realidad, me atrevería a decir que no hay grandes discrepancias a mediciones hechas con otros métodos.
En general, me parece una buena idea el integrar los objetivos respecto a nuestras actividades. Además, la forma en que el sistema las hace parte es, sin duda, una buena manera de hacer que busquemos cumplir esas metas sin siquiera estar acostumbrado a hacer ciertas actividades. Por ejemplo, tiene como meta 6000 pasos diarios y si los llegas a cumplir el reloj te lo hace saber. Todos los resultados además se muestran en el teléfono.
Creo que una de las cosas que más destaca en el dispositivo son los deportes, la actividad física y las metas respecto a estas. Si de deportes se trata, el nuevo Galaxy Watch 3 se encarga de detectarlos automáticamente y te muestra su seguimiento 10 min después de comenzada la actividad, considerando el tiempo que lo hizo sin avisar. El que más realizamos, obviamente, es el de caminar, aunque este se comienza a monitorear cuando tu tramo es largo y a una velocidad mayor a la que usaríamos para movernos dentro de la casa. Lo que sí hace sin condiciones es el contar los pasos.
Lo anterior, en general resulta bastante bien, la determinación de los deportes se hace bien aunque si lo exigimos un poco más puede fallar. En mi caso, más de una vez me detectó que estaba andando en bicicleta pero yo sólo estaba caminando, pero más errores que ese no. Si lo vamos a utilizar para realizar natación, lo mejor es ponerlo en dicho modo para que este bloquee la pantalla y nos impida acciones involuntarias. Además, si metemos al agua el Watch 3, el sistema incorpora un modo que nos permitirá, a través de sonidos y vibraciones, destapar los parlantes una vez terminada la exposición.
La función de detección automática es bastante cómoda si no quieres ser tú quien tenga que ir al listado de deportes. En este apartado encontramos deportes como: correr, nadar, ciclismo, entrenador para correr, excursiones, nado en exteriores, caminadoras, elíptica, musculación y circuitos. Pero además nos permite ir a otro lista de «más entrenamientos» en el que encontraremos incluso yoga.
Mientras hacemos el ejercicio, encontraremos la información respecto al ritmo, calorías, tiempo, pulso y las funciones de música. Respecto a la calidad de las mediciones, estas son muy óptimas, fieles y en el caso de movimientos puede que haya un leve margen. Las acciones durante el ejercicio, al igual que siempre, se gestan a través del bisel y de los botones físicos. Los programas de ejercicios podrían ser bastante óptimos si necesitas un entrenamiento personalizado y acorde a lo que tú requieres. Todos los resultados después se ven reflejados en las metas y en la aplicación de Samsung Health.
Me parece muy cómodo que todos los resultados del entrenamiento queden reflejados en la aplicación y además dentro de los retos que te establece el reloj a diario. Para utilizarlo mientras se entrena es ideal, hace un fiel recuento y monitoreo así como guía las acciones si lo pedimos. El único inconveniente que tuve en este apartado fue que mientras corría no noté que había desactivado el GPS y el registro de los metros no fue realmente los que eran, por lo que tuve que pausar el entrenamiento y activar el seguimiento. Aparte de eso, la experiencia es espectacular, incluso en deportes al interior y en puntos fijos.
En terminos generales, el nuevo Samsung Galaxy Watch 3 me parece que es uno de los pocos smartwatch que puede competirle al Apple Watch. Menciono este último porque Apple ha apostado fuerte en dicho segmento y lo ha logrado. Sin embargo, el Watch 3 de los coreanos no se queda atrás, no sólo en cuanto a características, sino que también respecto a la experiencia completa. Esto, porque no sólo se comporta bien, sino que te sumerge en un ecosistema de la compañía, ya que te fija retos, monitorea tus movimientos constantes y se vuelve más que un accesorio tecnológico, termina siendo un complemento de tus actividades.
Si bien no es el diseño más fino que hemos visto en un reloj, sí me parece que es el que mejor experiencia en este apartado puede entregar. Integrar los botones físicos, así como un bisel que se siente completamente mecánico, por muy exagerado que suene te entrega otra experiencia: básicamente la de un reloj. Además, el sistema se ajusta y logra su mejor desempeño a través de estos. Me quedo con la sensación que es un reloj que te ofrece buen desempeño para actividades diarias y también para monitorear tu entrenamiento, cosas que solemos encontrar por separado.
Creo que el punto más débil de este Galaxy Watch 3 es la poca renovación que han tenido sus componentes internos. Si bien estos no generan ningún problema en el desempeño, a veces sí notamos que estamos ante un procesador que se viene utilizando desde hace tiempo. Punto seguido para las aplicaciones, las nativas de Samsung funcionan de manera correcta, pero las pocas de desarrolladores externos que encontramos, o no están disponibles o si lo están funcionan mal. Uber jamás la pude utilizar, Spotify sí pero claramente le falta.
En conclusión, es un dispositivo que recomiendo pero en lo absoluto, probablemente sea un producto que por sí solo te genere una buena experiencia.
El nuevo Samsung Galaxy Watch 3 está disponible en nuestro país desde los $379.990 (41 mm) y por $399.990 (45 mm) en colores Mystic Silver y Bronze. Agradecemos, una vez más, a nuestros amigos de Samsung por facilitarnos esta unidad de prueba.
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