Pusimos a prueba al nuevo buque insignia de Samsung, el S23 Ultra, y aquí te contamos todo lo bueno y lo malo de este equipo.
La nueva familia Galaxy S23 de Samsung llega para competir de lleno en el mercado de la gama alta en Android durante este 2023, pero a diferencia de años anteriores, en esta oportunidad estamos mayormente frente a cambios incrementales; leves mejoras respecto a la generación anterior.
¿Bueno o malo? Supongo que depende de cómo uno lo vea. No cabe duda que lo que vimos con los S22 fue una fórmula exitosa, especialmente en el modelo Ultra, el cual empezó a incorporar varias características de la otrora serie Galaxy Note, por lo que es de esperar que la compañía haya decido seguir esta línea.
De hecho, el modelo que nos convoca el día de hoy es justamente el Galaxy S23 Ultra, el buque insignia de los surcoreanos, y que nosotros estamos probando literalmente desde el día en que fue presentado, por lo que ya hemos tenido un buen tiempo para poder sacar varias opiniones. ¡Vamos con el review!
El packaging del S23 Ultra es bastante sencillo -- pues obviamente se sumaron a esta tendencia de sacar cargadores y otros aditamentos de la caja, so pretexto de ser más "ecológicos" (amigos, sabemos que es más por un tema de reducción de costos).
No tenemos nada más que: el teléfono, la herramienta para sacar la bandeja de la tarjeta SIM, un cable USB-C por ambos lados, y el manual de inicio rápido.
A pesar de que a primera vista el nuevo Samsung Galaxy S23 Ultra se vea prácticamente igual a su antecesor, hay algunos cambios que valen la pena hacer notar.
Pero antes, con varias líneas rectas y un diseño rectangular, creo que no hay dudas de que estamos frente a uno de los teléfonos más elegantes que existen en la actualidad. A esto se le suma el color verde de nuestra unidad — que es por lejos mi favorito de toda la paleta disponible —, y una parte trasera con un acabado mate que minimiza las marcas de nuestras huellas dactilares.
Su construcción y materialidad también es excelente, con ambos frentes del equipo recubiertos en vidrio (Gorilla Glass Victus 2), y unos bordes de aluminio, hacen que se sienta increíble en la mano.
Es un teléfono grande: con 163.3 mm de alto, 77.9 de ancho, y 8.9 milímetros de grosor, así como también sus 6.8 pulgadas de pantalla, no es precisamente un equipo para todo tipo de manos. También es relativamente pesado (su masa es de 234 gramos, aproximadamente), pero esto permite que en términos de sensaciones sea super sólido.
Aquí es donde quiero detenerme un poco, y hacer una suerte de fe de erratas sobre un punto en el artículo de primeras impresiones que realizamos sobre este teléfono: no es más grueso que el S22 Ultra, aún cuando al sujetarlo se sienta así. En realidad, Samsung redujo las curvaturas de ambos vidrios (frontal y trasero), lo cual se traduce en una mayor superficie de agarre (y por eso las puntas son más cuadradas). Es una sutileza, pero que de todas maneras se nota.
Donde también hay un leve cambio estético es en el módulo de las cámaras. Capaz no se note en las fotos, pero las protuberancias de las cámaras son ligeramente más grandes que en el modelo anterior, y los bordes de estos también son más gruesos.
Más allá de eso, el S23 Ultra sigue manteniendo exactamente las mismas líneas vistas el año pasado, y que se diferencia de sus dos hermanos menores al tener una mayor reminiscencia a los diseños de la antigua familia Galaxy Note. Lo más entretenido de todo, es que justamente los S23 y S23+ recibieron cambios estéticos muchos más importantes que este modelo, y por tanto, son más fáciles de diferenciar con respecto a su generación anterior (ya que ahora no tienen ese espacio dedicado para el módulo de cámaras trasero).
La pantalla del Galaxy S23 Ultra es — para sorpresa de nadie — impresionante, aunque de nuevo, no hay cambios sustanciales con respecto al modelo anterior. De hecho, es exactamente la misma: 6.8 pulgadas, panel Dynamic AMOLED 2X, resolución QHD+ (1440 x 3088 pixeles), 120 Hz de tasa de refresco, 240 Hz de muestreo en el modo juego,1750 nits de brillo máximo, HDR10+, entre varias otras cosas más.
Yo creo que es fácil la mejor pantalla que puedes encontrar en el mercado actual. Ofrece colores vívidos, con negros super profundos, y un brillo máximo que a mi parecer es insuperable: todo contenido se ve espectacular, aún cuando estamos bajo plena luz del sol.
Los 120 hercios de tasa de refresco también permiten que la pantalla siempre se vea fluida, y al ser un panel del tipo LTPO, esta puede variar constantemente entre 1 y 120 Hz, con el fin de poder ahorrar batería en momentos en donde no es necesario estar actualizando la pantalla 120 veces por segundo (como por ejemplo, cuando estamos en una misma pantalla por mucho rato, o cuando activamos el Always-On Display).
Todo esto significa que es probablemente uno de los mejores teléfonos que hay para consumir contenido multimedia, tales como fotos, videos o juegos. Gracias a su gran pantalla y excelentes capacidades técnicas — sumadas a un set de parlantes estéreo que se escuchan de maravilla —, no cabe duda que uno tendrá una excelente experiencia en este apartado.
Eso sí, que el único cambio relevante sea que la pantalla ahora es más plana (aunque siguen existiendo unas leves distorsiones generadas por la curvatura), llama la atención. Raro, por un lado, considerando que estamos hablando de un Samsung (líderes en la industria de las pantallas), y por otro, porque Apple logró los 2000 nits de brillo máximo en su iPhone 14 Pro Max.
Ojo: no me estoy quejando — sin haber probado el 14 Pro Max aún, me da la sensación de que no debe ser mucha la diferencia entre 1750 y 2000 nits de brillo. Pero sí creo que era un apartado en donde los surcoreanos tenían un margen para “mejorar”. Quizás para S24 veremos ese cambio.
El Samsung Galaxy S23 Ultra viene con Android 13 preinstalado, equipando la más reciente versión de One UI (5.1). Esto significa que es un equipo cargado de características, incluyendo — entre otras cosas — compatibilidad con el S-Pen y Samsung DeX.
El S-Pen es, de hecho, el mismo que se usó en el modelo del año pasado. No hay cambios significativos en cuanto a su funcionalidad ni en su "rendimiento", por lo que la latencia sigue siendo la misma, y sigue ofreciendo las mismas características, tales como escribir sobre la pantalla, firmar documentos, tomar pantallazos, usarlo como trigger para la cámara, entre otros. En lo personal, me parece un elemento super útil, y que sé que muchos usuarios -- especialemnte aquellos viudos de la familia Note -- valoran mucho. Mi caso de uso favorito es cuando uno necesita tomar notas rápidamente (en este caso, con la función de poder escribir con la pantalla apagada).
En cuanto a One UI, este es un sistema super maduro, y que está muy bien optimizado. Viene con una cantidad justa de aplicaciones propias, y por sobre todo, incluye varias funcionalidades que aportan a la experiencia general de Android.
En cuanto a las especificaciones técnicas, este equipo viene con el Snapdragon 8 Gen 2, aunque en su versión “for Galaxy”, el cual es una variante con un leve overclockeo que está disponible en este equipo y en los S23 y S23+. Este chip viene acompañado con 8 o 12 GB de memoria RAM, y con 256, 512 GB o 1 TB de almacenamiento interno. La unidad que nosotros estamos probando monta los 12 GB de RAM y 256 de almacenamiento.
Lo bueno es que, por primera vez en mucho tiempo, solamente viene en una única versión de procesador para todo el mundo. Atrás quedaron esos chips Exynos que se vendían en algunos lugares (incluyendo Latinoamérica), y que tenían un evidente rendimiento inferior en comparación a su contraparte de Qualcomm.
Y sí, obviamente que el Snapdragon 8 Gen 2 funciona de manera impecable en este equipo. No es una sorpresa, porque ya sabíamos que funcionaba bien en los otros teléfonos que lo utilizan; y les mentiría si les dijera que se nota una diferencia entre la versión normal y la for Galaxy. En teoría hay algo, pero en la práctica es algo casi imperceptible por el usuario, a menos de que uno se ponga activamente a buscarlo (a través de pruebas sintéticas, por ejemplo).
Sea en tareas del día a día, navegando a través de la interfaz, o utilizando aplicaciones o juegos muy demandantes en potencia gráfica y de procesamiento, el S23 Ultra siempre vuela, y en ningún momento me encontré con lag o con bajones en el rendimiento. Eso es lo importante.
Con 5000 mAh de batería, y aprovechando al máximo las capacidades del Snapdragon 8 Gen 2 para Galaxy, estamos frente a un teléfono sumamente competente en el apartado de la autonomía.
Dependiendo del uso que le demos, podemos fácilmente alcanzar entre un día a un día y medio de uso sin problemas. Todo esto, utilizando las configuraciones por defecto del equipo: pantalla en resolución Full HD+, tasa de refresco a 120 Hz y Always-On Display activado. De igual forma, utilizando una mezcla entre WiFi y datos móviles (lamentablemente solamente en 4G y/o 4G+, porque me encuentro probando el equipo fuera de Santiago).
El uso que yo le doy usualmente es moderado, y principalmente paso mi tiempo viendo redes sociales, y de vez en cuando, tomando fotos. También uso mucho YouTube. Durante el último tiempo es muy raro que juegue con el teléfono, pero cuando lo hago, me entretengo con juegos relativamente ligeros, tales como BBTAN o Hill Climb Racing.
Así, con todo esto en consideración, en varias ocasiones logré llegar al final del día con alrededor de un 50% de batería disponible (a eso de las 22 horas), y con 4 horas de pantalla encendida, lo cual es excelente, y permite usar el equipo sin mayores problemas durante al menos medio día más (consiguiendo así un total de 6 a 7 horas de pantalla).
Ante un uso más intenso (por ejemplo, cuando estamos tomando muchas fotos, especialmente en el modo de 200 MP, o cuando estamos usando aplicaciones o juegos más pesados), en promedio uno llega con un 20 a un 30% de batería disponible al final del día, lo cual está super bien.
En cuanto a la carga, este S23 Ultra soporta carga rápida de hasta 45 W (con un cargador que, por supuesto, no viene incluido en la caja); mientras que en carga inalámbrica lo hace hasta 15 W. Si bien no es necesariamente el teléfono con la carga rápida más potente del mercado, me parece adecuado, y un buen equilibrio entre velocidad y maximización de la vida útil de la batería.
En el apartado de las cámaras es donde tenemos uno de los principales cambios con respecto al pasado S22 Ultra.
Particularmente, el gran angular recibió un cambió de sensor: pasamos de 108 a 200 megapíxeles de resolución máxima. ¿Por qué? No lo sé. ¿Lo necesitamos? No lo creo. Pero bueno, es un cambio que Samsung decidió realizar para esta nueva generación del modelo Ultra.
Obviamente que no siempre tomaremos fotos a 200 MP. Por defecto, el teléfono las capturará a 12 megapíxeles, estando así en línea con las otras cámaras que incorpora, las cuales son: un ultra gran angular de 12 megapíxeles y dos teleobjetivos, de 3 aumentos y 10 aumentos, ambos con una resolución de 10 megapíxeles.
En esta parte quiero abordar específicamente la experiencia de la cámara a nivel general, por lo que el detalle de las especificaciones técnicas y otras cosas más específicas de las fotografías me los guardaré para un análisis en profundidad de la cámara de este equipo. Así que estén atentos.
En simple, las fotografías capturadas por este equipo son bastante buenas, aunque por supuesto tienen ese "estilo" típico Samsung, con imagenes cuyos colores son bastante vibrantes, y en ocasiones, con un procesamiento de nitidez y reducción de ruido un poco excesivo.
Lo bueno es que esto realmente se nota en situaciones en donde la luz llega a ser casi excesiva -- por ejemplo, cuando la luz del sol llega muy directamente a la toma hacia donde estamos apuntando. Por lo general nos encontraremos con fotos que están muy bien balanceadas, con un muy buen nivel de exposición y harto detalle capturado.
Otro punto a destacar es la consistencia entre las distintas cámaras. No hay cambios de colores entre uno y otro sensor ni tampoco en el nivel de detalle que capturan (con el excepción del sensor principal cuando estamos a 200 MP). Si puede ser que el ultra gran angular tenga los bordes levemente más suaves, pero más allá de eso, la única diferencia que nos encontraremos es en la capacidad de poder capturar luz (especialmente cuando estamos de noche).
Y ya que hablamos de fotos nocturnas, estas también son bastante buenas. Bien la exposición, y los colores son adecuados. Obviamente que el que mejor funciona es el gran angular -- es el que logra capturar mayor detalle, y el que tiene menos ruido y suavizado en general --, pero los otros en ciertas ocasiones también se defienden.
La cámara frontal, ahora de 12 megapíxeles, también es buena. No soy mucho de tomar selfies, pero a mi parecer cumple adecuadamente; las fotos se ven bien, con tonos realistas y un muy buen nivel de detalle . Otra cosa buena: ahora soporta nightography. Algo malo: creo que le falta un gran angular más amplio (en mi experiencia, se queda algo corto para selfies grupales).
En video también tengo buenas noticias. La principal novedad en este aspecto, es el que la grabación en 8K ahora tiene un crop mucho menos pronunciado, y ahora graba a 30 cuadros por segundo, en vez de 24 como era en generaciones anteriores.
Obviamente que los videos se ven bien. La estabilización es por lejos lo que más resalta de este equipo -- de hecho les recomiendo ver el video grabado con el lente de 10 aumentos, encuentro que es una maravilla. La calidad de imagen y audio es top notch, con buena nitidez y colores.
Si bien me parece que no necesariamente se ve mejor que un iPhone (que es por lejos la mejor cámara de video que hay en smartphones), si creo que es uno de los mejores en Android.
La verdad es que este Samsung Galaxy S23 Ultra tiene muy pocas cosas que reprocharle. Es un teléfono que en líneas generales es bastante redondo, y ofrece una experiencia de uso que por lejos es una de las mejores que hay a día de hoy en Android.
El equipo tiene una excelente pantalla, rendimiento, cámaras, batería… Me parece que rinde bien en cualquier cosa que uno le exija, y no hay realmente un punto flaco. Se me ocurre que quizás el tamaño puede ser un punto en contra (es gigante, pero para uno que es de manos grandes, no es tan problemático), y que la cámara sigue entregando resultados muy sobreprocesados.
Eso sí, el verdadero pero, como en muchos casos, está en el tema del precio. El S23 Ultra parte en $1.5 millones de pesos, lo cual obviamente es mucho dinero. No es un teléfono para todos, pero si además consideramos el contexto macroeconómico local y global, para muchos se complica aún más el desembolsar semejante cantidad de plata.
Yo creo que si vienes, por ejemplo, de un S22 o S21 Ultra (o incluso de un S20), creo que no se justifica el cambio todavía. Pero si vienes de algún otro equipo anterior a esos (y/o similares, como por ejemplo, de un Note 9 o Note 10), o de cualquier otro dispositivo de gama media de hace dos o tres años atrás, y buscas hacer un upgrade, creo que esta es una excelente opción.
Lo bueno es que Samsung, al igual que Apple, tiene un argumento convincente para que desembolses lo que cuestan sus principales teléfonos: tienen una vida útil mucho mayor. En el caso de los surcoreanos son 4 años de actualizaciones principales, y 5 de parches de seguridad. Así que, en teoría, es un teléfono que estará “vigente” por al menos los siguientes cuatro años (es decir, hasta al menos 2027).
Ahora, reitero la idea de que no es un teléfono para todos los gustos. En ese caso, si buscas un teléfono igual de competente, más "barato" y con un menor tamaño, los otros dos modelos de la familia S23 son tremendas opciones.
El Samsung Galaxy S23 Ultra ya se encuentra disponible para su compra. Su precio parte en los CLP $1.449.990, y se puede encontrar en:
Entre otros.