El Nokia 5.3 llegó a batallar en la gama media y acá te contamos todos los pro y contras del dispositivo.
Ya terminando el año, y con un 2021 inminente donde tendremos muchas novedades, hoy llega un teléfono de una marca que no ha hecho demasiado ruido en el año, pero que siempre es referencia de confiabilidad y de resistencia. Hablamos de Nokia.
Presentado originalmente en marzo de este año, es hora de revisar el recientemente presentado en Chile Nokia 5.3, equipo que busca competir en el siempre difícil segmento de la gama media, y que trae algunas ventajas que lo hacen único, especialmente en lo que a software se refiere.
Siempre que hablamos de Nokia se nos viene a la cabeza inmediatamente el recuerdo de antaño, y el día de hoy nuestro protagonista llega con un micro procesador Qualcomm Snapdragon 665, una pantalla de 6.55 pulgadas con relación 20:9 y 4 cámaras principales para poder sacar partido a todas las situaciones de luz y de versatilidad que necesitemos.
Como es de esperar, el Nokia 5.3 llega con una construcción que destaca por sobre sus competidores, con un diseño simple pero que se siente muy bien construido, y con una sensación al tacto que es placentera. Sobresale su acabado matte, donde no tendremos ningún problema con las huellas dactilares de nuestras manos, pues no quedan marcadas como en otros terminales de su misma gama, y su acabado un tanto escarpado no deja espacio ni a rayas ni a ningún tipo de suciedad que se pudiera quedar pegada en el equipo, algo que se agradece en este segmento de precios.
No te confundas, su construcción sigue siendo de plástico, pero la sensación que da en mano es bastante mejor que lo que su diseño sugiere a primera vista. No se siente para nada como un teléfono barato ni da la sensación de que se nos ensuciará tras unas horas de uso.
El diseño frontal opta por la tradicional gota para la cámara, mientras que en la parte inferior del frontal nos encontramos con un borde bastante pronunciado que tiene grabado el logo de la marca, donde sin dudas nos hubiera gustado que hubieran aprovechado de mejor manera el frontal.
De todos modos, la pantalla de 6.55 pulgadas es bastante grande para poder consumir contenido multimedia gracias a su relación de aspecto 20:9, y su resolución HD+ hace también que se alivie el impacto en el consumo de batería del teléfono.
Al mencionar esta última parte, seguramente muchos pensarán que la pantalla se ve mal, pero puedo decir que no es el caso, la pantalla es de muy buena calidad, y teniendo personalmente un equipo con pantalla a 1080p para uso diario, puedo decir que no he notado ninguna diferencia masiva en calidad con la de este Nokia 5.3.
En el costado derecho contamos con los botones para subir y bajar volumen, además del botón para prender y apagar la pantalla, ambos de muy buena calidad y que no «bailan» al momento de tocarlos o pasarles la mano por encima. Acá nos encontramos con una sorpresa, pues dicho botón de desbloqueo las hace también de luz de notificación, algo que no había visto hasta ahora en teléfonos de esta gama y que es una gran solución ante el crecimiento de los teléfonos todo pantalla que han dejado de lado el LED de notificaciones.
En el costado izquierdo, en tanto, contamos con un botón dedicado a Google Assistant que es bastante útil para no tener que desbloquear el teléfono cada vez que queramos preguntarle o dictarle algo al asistente, finalmente contamos con la bandeja para la tarjeta SIM, que es híbrida y nos permite usar 2 tarjetas SIM más una tarjeta microSD al mismo tiempo, sin dudas una gran decisión de Nokia.
En la parte inferior nos encontramos con un puerto de carga USB de Tipo-C 2.0 y con el altavoz del equipo, mientras que en la parte superior nos encontramos con nuestro viejo y querido jack de audio de 3.5mm y que cada vez parece que tenemos que agradecer más que lo incorporen los fabricantes en vez de darlo por sentado.
Concluyendo, puedo decir con toda seguridad que este Nokia 5.3 sigue con la línea por la que es conocido, es decir, un diseño sobrio con materiales de buena calidad y que dan una gran sensación en mano, junto con algunos detalles como el LED de notificaciones que se agradecen bastante.
El consumo multimedia es lo que la mayoría de los usuarios consumimos en nuestros teléfonos. Como mencioné anteirormente, el Nokia 5.3 cuenta con una pantalla IPS LCD de 6.55 pulgadas con resolución HD+ de 1600x720p y 268 ppi que es de muy buena calidad.
Tenemos colores vibrantes, buenos ángulos de visión y un buen comportamiento con la luz directa del sol, nada de lo cual alardear, pero suficiente para poder ver la pantalla a todo sol y con gafas puestas andando por la calle, por ejemplo. Además, contamos con un control de balance de blancos incluidos en Android 10, así que si no estás satisfecho con los colores que entrega el equipo, puedes cambiarlos de fábrica.
Su relación de aspecto 20:9 hace que consumir contenido multimedia sea una experiencia placentera, y también contamos con protección Gorilla Glass 3, que es una de las mejores generaciones de esta protección por si eres de aquellos que gusta de usar los teléfonos sin protección frontal. Lo que si no recomiendo es usar el teléfono bajo la lluvia, pues no cuenta con ningún tipo de certificación IP.
Eso si, no contamos con una gran resolución, ni con certificación HDR ni una tasa de refresco alta como varios equipos de este rango de precios, así que si te eres de aquellos que valora ese tipo de prestaciones, aquí no lo encontrarás. Lo que si encontrarás es una buena pantalla con una buena reproducción de colores y una buena visibilidad. Es decir, lo básico acá se hace muy bien.
Como es típico, y sobretodo en este rango de precios, Nokia ha apostado por el viejo y confiable lector de huellas trasero para este Nokia 5.3, el lector está en la parte trasera del mismo, y como es de esperarse, funciona muy bien, no notamos ningún tipo de problemas más que el ocasional mensaje de que pusimos mal el dedo una que otra vez, así que en este apartado está todo en orden.
Personalmente, y luego de haber probado sensores de huellas en la parte trasera, frontal y el lateral, prefiero que el lector de huellas dactilares siempre esté en la parte trasera, pues es el lugar más natural para posar nuestro dedo y es el mecanismo que menos fallas presenta, al menos en mi experiencia personal.
Si no queremos usar el lector de huellas, el Nokia 5.3 también cuenta con reconocimiento facial, el cual no tiene sensor de infrarrojos ni nada por el estilo, por lo que es esperable que en condiciones de luz buenas el mismo funcione muy bien, pero a medida que va pasando el día y la luz va apagándose, el mismo ya no funciona tan bien. De todas formas, los sensores biométricos del equipo son de buena calidad.
Nokia ha decidido que este modelo venga con 4.000 mAh de batería, lo que lo sitúa más o menos en la media de este segmento de precios, y el rendimiento de la batería del equipo es más o menos lo que esperábamos.
En un día de uso intenso de redes sociales, consumiendo videos de Youtube, un par de horas de Spotify con audífonos Bluetooth conectados y jugando ocasionalmente, el Nokia 5.3 se las arregla para poder llegar al final del día con un poco de batería de sobra como podemos ver en las imágenes. Ojo acá porque el Nokia 5.3 solo cuenta con Bluetooth 4.2 y no la versión 5.0 como estamos acostumbrados en terminales similares.
Ahora bien, si no jugamos con el teléfono, y nos dedicamos solo al consumo multimedia, el teléfono puede llegar al día y medio de uso. Como ejemplo en un día con un uso poco intensivo del teléfono pude llegar a las casi 6 horas de pantalla con 40% de batería al final del día como podemos ver más arriba. Cabe destacar que estos resultados fueron la mayoría del tiempo conectado a una red Wi-Fi y con brillo medio-alto, así que pueden no condecirse con el uso que cada uno le de al teléfono.
La segunda medición es con el teléfono en brillo medio alto pero jugando cerca de 2 horas el Genshin Impact y usando la cámara bastante durante el día. En estas condiciones tuve que cargar el teléfono al final del día y llegué a las 6 horas y media con 20% de batería restante.
En cuanto a la carga, aquí nos encontramos con un punto al debe, pues el teléfono incorpora solo una carga de 10W de poder, bastante menos de lo que acostumbramos en teléfonos de este rango, así que tendremos que armarnos de paciencia para poder tener una carga completa desde 0% a 100%.
Una de las grandes ventajas de este Nokia 5.3 cuenta con el programa de Android One, lo que quiere decir que contamos con actualizaciones de versión de sistema operativo por al menos 2 años y parches de seguridad periódicos por al menos 3, dándonos la idea de que el dispositivo se actualizará hasta Android 12, sin dudas una gran noticia, pues la mayoría de los terminales de este precio, si no es que todos, solo tendrán soporte de versión de Android por 1 versión, y con parches de seguridad que llegarán tarde mal y nunca.
Al ser un equipo con Android One, el Nokia 5.3 tiene muy integrados los servicio de Google, y nos llama la atención la cantidad de maneras que tenemos de usar el asistente. De partida, contamos con el típico Ok Google si no queremos usar las manos, que funciona muy bien.
Además, contamos con el botón dedicado el asistente de Google que tenemos en la parte lateral izquierda del equipo, y que también podemos usar con la pantalla bloqueada, lo que obviamente despertará la misma para que empecemos a hablar.
También contamos con la posibilidad de, con la pantalla, prendida pero bloqueada, deslizar el dedo desde la parte inferior de la pantalla hacia el centro o en diagonal hacia el centro, y nuevamente podremos invocar a este asistente. Lo mismo ocurre con el launcher por defecto del equipo, pues bastará con deslizar desde una esquina hacia el medio de la pantalla para repetir este proceso en cualquiera de las páginas de nuestro launcher.
Por si fuera poco, finalmente contamos con la posibilidad de tocar en el micrófono en la parte inferior de nuestro launcher junto a la barra de búsqueda de Google, lo mismo ocurre en la multitarea, pues solo bastará con entrar a la misma y tocar el micrófono en la parte inferior.
Como podemos ver, no hay excusa para no usar el asistente de Google en este equipo, y que por suerte funciona muy bien, pues de lo contrario sería un cacho tener tantas maneras de llamar a un mal asistente.
El Nokia 5.3 cuenta con un micro procesador Qualcomm Snapdragon 665 y la GPU Adreno 610 acompañados de 4GB de memoria RAM, por lo que si bien el procesador no rompe ningún récord de rendimiento en AnTuTu ni en GeekBench, tareas diarias como el consumo de contenido multimedia, el uso de redes sociales y sacar fotos funcionan muy bien y hasta podemos jugar juegos gráficamente complejos.
No nos engañemos, de ninguna manera el rendimiento de este Nokia 5.3 y su Snapdragon 665 se van a comparar con el de los grandes flagship de otras marcas con sus procesadores de última generación y tope de línea, pero el rendimiento en específico de este equipo destaca de buena manera en relación a su competencia.
Si nos encontramos con caídas de frames o un ocasional lag a la hora de jugar, pero como mencioné, si quieres jugar juegos gráficamente muy demandantes, o que requieran de una precisión muy fina, un Snapdragon 665 en cualquier equipo no va a ser suficiente.
Como ejemplo, pude jugar Genshin Impact en el teléfono, y el mismo respondió de buena manera sin calentamientos demasiado notorios ni caídas de frames que hicieran imposible poder jugar. Si queremos jugar PUBG, los gráficos estarán en medio.
A la hora de usar el teléfono con un uso más liviano, el mismo cumple sin problemas. Las transiciones funcionan correctamente, la multitarea también funciona bien con el teléfono manteniendo en memoria las aplicaciones abiertas durante un buen tiempo por lo que este apartado no debería ser un problema para la mayoría de las personas.
El secreto es simple, se trata nuevamente de Android One, pues al contar con este programa no tenemos bloatware, aplicaciones de terceros, publicidad ni nada por el estilo, si no que simplemente Android, sin tampoco Game Booster, Turbo o similares, simplemente la optimización de Android 10.
Lo primero que notamos en las cámaras del equipo es su disposición, pues contamos con una suerte de anillo donde tenemos todos los sensores y que nos recuerda a los iPod de antaño, más con el color gris del equipo. En mi experiencia, esta disposición me gusta bastante, ya que brilla con colores propios.
El sensor principal del teléfono es de 13 megapíxeles con apertura focal f/1.8, y como podemos ver, en condiciones de buena luminosidad, el teléfono logra tomar fotos de muy buena calidad, con reproducción de colores muy fiel a lo que es la realidad, un buen rango dinámico y con un nivel de detalle sorprendentemente bueno.
A la hora de tomar fotos con menos luminosidad, la cámara baja su calidad como es de esperarse, y es ahí donde podemos notar más ruido en las fotos. Eso sí, el modo nocturno nos puede ayudar para tomar fotos en estas condiciones, con resultados bastante positivos para este nivel de precios, y que honestamente me sorprendieron bastante.
Luego tenemos un sensor secundario de gran angular de 5 megapíxeles, que nuevamente en condiciones de buena luminosidad entrega buen nivel de detalles y un rango dinámico adecuado, y de día no tendremos quejas. Eso sí, pude notar que este lente tiende a distorsionar los colores de las fotos comparado con las fotos tomadas con el sensor principal, y esta diferencia es bastante notoria. De noche la historia es otra y la verdad no es una gran idea tomar fotos con el gran angular bajo esas condiciones.
Finalmente contamos con dos sensores de 2 megapíxeles, uno macro y uno de profundidad. El sensor macro cumple con su función, aunque sinceramente no sé quien podría usar un sensor macro en el día a día para tomar fotos. De todos modos, si pudiera poner este sensor en un ranking de sensores macros de teléfonos de esta gama, estaría por sobre la media. Eso sí, cuesta que enfoque bien.
Uno de los aspectos que yo destacaría más acerca de este teléfono es el de la cámara frontal. Contamos con un sensor de 8 megapíxeles con apertura focal f/2.0 que logran un buen nivel de detalle, sin ese filtro de belleza tan pronunciado que vemos en otras marcas, con una reproducción de colores adecuada y hasta en fotos nocturnas tenemos buen detalle si tomamos selfies con el flash delantero de la pantalla.
También podemos tomar fotos con modo retrato con la cámara delantera. Eso sí, el nivel de desenfoque que tenemos por defecto es bastante alto, por lo que personalmente tuve que bajarlo de 5 a 3 para tomar la foto que podemos ver a continuación.
A la hora de referirnos al vídeo, nos encontramos con la posibilidad de grabar a resolución 1080p 30fps o 4K también a 30fps. También podemos grabar con el lente de gran angular, claro que la resolución entonces será solo 720p.
El nivel de detalle del lente principal en modo video es similar al que encontramos en las fotos, es decir, una buena reproducción de colores y un rango dinámico óptimo. Lo malo es que en ambos modos no encontramos estabilización, algo que si vemos en la competencia, así que mientras no nos movamos demasiado, no tendremos problemas.
No podemos cambiar de lente una vez iniciada la grabación con alguno de ellos, y naturalmente, a medida que la luz va desapareciendo, también el nivel de detalles que podemos capturar sufre un golpe. De todas maneras, en condiciones normales el detalle y colores son buenos.
El Nokia 5.3 llega a batallar en un segmento de mercado que está lleno de equipos que ofrecen en el papel mejores prestaciones que este, pero lo que hace único a Nokia es que lo básico lo hace muy bien. Con esto quiero decir que el rendimiento del equipo es bueno a pesar de sus 4GB de memora RAM, su cámara principal otorga excelentes resultados a pesar de no contar con muchos megapíxeles como la competencia.
En cuanto a su batería, el equipo también se desempeña bien a pesar de no tener sobre 5.000 mAh y su construcción es muy buena y no se siente barato.
Si, no tenemos una pantalla con tasa de refresco de 120Hz, no contamos con una batería inmesa de 6.000 mAh con carga de 30W ni 8GB de memoria RAM. Pero con lo que si contamos es con Android One –por lejos la mejor forma de disfrutar Android–, 2 años de soporte de versión del sistema operativo (algo extremadamente raro en la gama media), 3 años de actualizaciones de seguridad, cámaras confiables y una construcción que para mi es uno de los puntos más destacados del equipo.
Si me preguntan a mi, creo que este puede ser uno de los mejores terminales para regalarle a un familiar que no está interesado en todas las cosas que brillan en otros terminales, y que simplemente quieren un teléfono que funcione, y funcione bien, por al menos 2 años, sin tener que jugar con los permisos de las aplicaciones, optimizaciones de batería o anuncios en aplicaciones que no vamos a usar nunca. Especialmente si lo podemos encontrar un poco más barato que el precio sugerido en las próximas semanas.
Cualquier consulta o duda déjenla en los comentarios y con gusto la responderé apenas pueda.
El Nokia 5.3 está disponible en color Charcoal con un precio de CLP $199.990.