Review iPadOS

En la WWDC de este 2019 nos llevamos una sorpresa. No solo vimos las típicas novedades que conciernen a los iPhone (con iOS 13) y a los Mac (con MacOS Catalina), sino que también, por primera vez, se mostró al mundo el sistema operativo propio de sus tablets: iPadOS.

Si bien desde las últimas iteraciones de iOS se contaba con una versión específica para los iPad, la llegada de este nuevo sistema operativo es el acto simbólico de que Apple se está tomando enserio esto de que las tablets pueden ganarse ese tan complicado espacio que hay entre un teléfono móvil y un computador.

En el presente review les comentaré sobre las diversas novedades que iPadOS trae bajo la manga, además de la experiencia general de uso durante las primeras semanas después de haber sido lanzado al público en general. Por cierto, cabe destacar que esta prueba se está realizando en un iPad de séptima generación, review que verán muy pronto en el sitio.

Novedades estéticas

Por el momento, se puede decir que iPadOS sigue la misma lógica que mencioné anteriormente: es una versión de iOS exclusiva para los iPad. Esto significa que estéticamente no tenemos muchas novedades exclusivas para el iPad.

La principal diferencia entre este SO y iOS 13, es que ahora en la pantalla principal tendremos un acceso directo a los widgets que tengamos habilitados, tales como el del clima, batería de los gadgets que tengamos conectados, calendario, etcétera. Esto es bastante útil, ya que nos entrega toda la información que podamos necesitar en un solo vistazo, y nos evita ese es paso extra de tener que acceder al centro de notificaciones para poder revisarlos.

La inclusión de los widgets en la pantalla de inicio significa que se reduce el espacio utilizable para los iconos. Para solucionar esto, Apple redujo ligeramente el delta que hay entre cada icono de aplicación, para así poder aprovechar al máximo el espacio utilizable gracias a las grandes pantallas que estos dispositivos cuentan. De todas maneras, si no te gusta el aspecto nuevo, puedes volver al formato anterior de iconos más grandes, y sin la columna de widgets.

El resto de las novedades a nivel diseño son las mismas que vienen en iOS 13. Se incluye el tan esperado modo nocturno, el cual está muy bien logrado, y se integra de forma excelente sobre todo el sistema y en algunas aplicaciones nativas. La galería de fotos también recibe un facelift importante: incluye un nuevo editor de fotos — el cual es bastante completo —, así como también la nueva pestaña que te muestra tus fotos de acuerdo al día, mes o año.

Novedades a nivel de función

Si bien la gracia de iPadOS no se encuentra en el apartado de diseño, sí la vamos a encontrar en el lado de las nuevas funcionalidades que se incluyeron para mejorar la experiencia de uso de un iPad.

Partamos por la multitarea, la cual, a mi juicio, es la que más se ha visto beneficiada con esta nueva actualización. De partida, ahora podemos acumular varias aplicaciones en una ventana reducida. Esto es particularmente útil para cuando utilizamos aplicaciones ligeras y que no sean muy complejas en cuanto a su funcionamiento.

Siguiendo con el tema de la multitarea, ahora podremos tener abierta la misma aplicación dos veces gracias a la pantalla dividida. ¿Utilidad?, bastante. Por ejemplo, si estamos navegando en Safari y queremos tener abierto otro sitio web a la vez, basta con arrastrar el icono de la misma app (que debe estar en el dock de aplicaciones, por cierto) al costado de la pantalla, et voilà!. También sirve con aplicaciones como Word, por lo que su uso se puede extender también a tareas típicas de estudio u oficina.

Hablando de Safari, el navegador ahora funciona como si fuese uno de desktop, es decir, te abre los sitios web en su forma y aspecto original, y no en la versión móvil. Por otro lado, ahora podremos realizar descargas desde Safari, y se incluyó un gestor para este propósito.

Complementado a esto último, el gestor de archivos incluye un nuevo aspecto basado en cuatro columnas de información: de izquierda a derecha, que parte desde lo más macro (las locaciones de los archivos) hasta lo más micro — toda la información relacionada con el archivo que tengamos seleccionado. Además, iPadOS ahora soporta pendrives, discos duros externos y tarjetas SD, los cuales puedes conectar a través del puerto de tu iPad. Cabe mencionar que si no cuentas con un iPad Pro de última generación, vas a requerir un adaptador para poder conectar estos objetos a través del puerto Lightning. Yo no cuento con dichos adaptadores, por lo que no lo pude probar.

iPadOS también trae nuevos gestos enfocados al trabajo con textos, los cuales no son los más cómodos de utilizar, y claramente requieren de un cierto aprendizaje antes de poder utilizarlos de forma expedita. Para poder copiar algo, debemos hacer un gesto de pinza hacia arriba con tres dedos. Para pegar, hacer el mismo gesto pero hacia abajo. Para deshacer se debe deslizar — con tres dedos — de derecha a izquierda, mientras que para rehacer se hace lo contrario.

Para finalizar este apartado, existe un grupo de pequeñas funciones que también fueron añadidas al sistema. Por ejemplo, realizando un gesto de pinza con el teclado abierto, éste tomará el aspecto de un teclado de iPhone, con acceso a QuickPath (es decir, podremos escribir deslizando nuestro dedo a través del mismo, tal y como se puede hacer en Android desde hace varios años atrás).

Si deslizamos desde una esquina de la pantalla con el Apple Pencil, se tomará un pantallazo que podremos editar de manera inmediata. Por último, el sistema ahora es compatible con mouse, los cuales podremos conectar a través del puerto del iPad, o bien, vía Bluetooth.

Rendimiento

Lo último que me corresponde hablar sobre iPadOS, es sobre su rendimiento en general, y aquí tengo sensaciones mixtas.

En primer lugar, iPadOS se siente rápido, muy rápido. Todo corre de manera muy fluida, las aplicaciones abren un poco más rápido que antes, y no hay ningún tipo de lag notorio. Sí, es cierto que mi experiencia en estos momentos es en el más reciente iPad de Apple, el cual vino con este SO de fábrica, pero también lo he probado en mi iPad de sexta generación, y también he notado varias mejoras en cuanto al rendimiento general dentro del sistema.

Sin embargo, al tratarse de un sistema operativo nuevo, es natural encontrarse con una gran cantidad de bugs y errores molestos. Mi gran queja en ese aspecto, es que al dispositivo a veces le cuesta gestionar la memoria RAM, lo que resulta en que varias aplicaciones no se mantengan abiertas en segundo plano y/o se queden pegadas, y eso es algo que me ha pasado tanto con este iPad, como con el de sexta generación.

Yo creo que esto se debe a que aún no está al 100% optimizado, por lo que de a poco se irá corrigiendo a medida de que sigan mandando nuevas actualizaciones del sistema.

La precisión del Apple Pencil también fue mejorada. Según Apple, la latencia de este periférico bajó de 20 milisegundos a 9 ms, sin embargo, desconozco que si es que esto solo aplica para el Apple Pencil de segunda generación o para ambos, porque yo al menos no he notado una verdadera diferencia en el feeling del mismo. De todas maneras, aunque estos iPad no cuenten con el panel de alta tasa de refresco, la precisión y sensación del Apple Pencil sigue siendo bastante buena.

Conclusiones

Muchos esperaban con ansias el momento en el que Apple finalmente accediera a dedicarle un sistema operativo propio al iPad, y ciertamente con iPadOS no han decepcionado. Y es que por mucho tiempo trataron de vender su diversa gama de iPad como si fuesen casi un reemplazo de los computadores convencionales, en particular, de los laptops.

Pero para muchos, la principal traba que alejaba esa idea era justamente el sistema operativo: iOS simplemente no era el SO ideal para realizar tareas de computador. Existían muchas limitaciones, por lo que realmente no era conveniente optar por un iPad si es que lo queríamos para realizar tareas de laptop.

Con iPadOS, se cierra un poco esa brecha que existe entre un sistema operativo de teléfono móvil y de una computadora. Claro, aún no sirve para programar o para jugar juegos triple A de Steam o Origin, pero para utilizarlo en tareas de tipo “oficina” (navegación web, realización de PPTs, hojas de cálculo en Excel, etcétera), es más que suficiente para la mayoría de las tareas que tengamos que realizar en un día común.

Quizás no soy muy fan de los gestos nuevos (siempre se me olvidan que existen), ya que cuentan con una curva de aprendizaje bastante importante. Las mejoras en la multitarea son bastante buenas en general, e invitan a poder utilizar el iPad como si realmente fuera un computador normal en ese aspecto. De igual manera, el renovado gestor de archivos (junto con el soporte de memorias externas) ayudan a que la experiencia se lleve más allá de lo que podíamos hacer antes.

La cantidad de bugs que tiene el SO entorpecen un poco la experiencia de uso, pero es esperable considerando que se trata de un sistema operativo nuevo. Esperemos que Apple vaya corrigiendo lo más pronto posible todos estos errores.

En general, iPadOS es un buen primer paso para darle cabida a una tablet como un dispositivo esencial para el día a día. Sí, se sigue pareciendo a iOS estéticamente, pero ya es posible notar una importante diferencia en la cantidad de funciones que tenemos a mano para ocupar, y que no estarán disponibles en un iPhone. Este es la primera versión de ojalá varias más, por lo que el futuro de los iPad se ve bastante brillante — mientras que, por otro lado, el de la competencia se sigue viendo peor.