La firma china Hisense puede sonar algo desconocida en nuestro mercado. Tiene sentido, pues entraron recientemente a nuestra región, por lo que sus productos aún deben agarrar fuerza para llegar a ser una marca medianamente reconocida en el país.
Por lo mismo, probablemente muchos se deben preguntar sobre qué tal son estos televisores (especialmente si los vieron durante el pasado CyberDay). Bueno, para eso estamos. Hoy tenemos uno de los primeros modelos que la compañía ya tiene puesto a la venta en tiendas del retail nacional: la ULED H8G, en su versión de 55 pulgadas.
Esta Hisense ULED H8G propone entregarnos un panel LED 4K compatible con HDR10+, a un precio bastante interesante. ¿Valdrá la pena? Comencemos a verlo:
Partamos hablando sobre el aspecto físico de este televisor, el cual si bien no tiene nada que realmente llame la atención a primera vista, si destaco que sea un modelo bastante elegante.
Los marcos ennegrecidos son relativamente pequeños, siendo el más grande el de la parte inferior del panel, el cual además de contar con el logotipo de la marca, tiene una banda de un color cobrizo que recorre todo el largo del televisor, el cual se ve bastante bien, y le añade un toque distintivo al mismo.
Las patas tienen un tono bastante similar, y su diseño consta de dos arcos que se posicionan a cada costado de la parte inferior del mismo.
En la parte trasera nos encontramos con todos los puertos que podamos necesitar: tres HDMI, dos USB-A, entradas RCA, ethernet, audio óptico y varios más. Estos están ubicados en una posición bastante cómoda de alcanzar: apuntando hacia la izquierda, y sin ningún tipo de cavidad que moleste (salvo las entradas RCA y puerto de red). Muy bien ahí.
En general, la H8G es un televisor bastante redondo en este aspecto. Por un lado, se ve bastante bien, y por el otro, es bastante práctico, ya que los puertos están en una posición que resulta muy cómoda tanto para quienes la mantengan sobre una superficie, como para quienes la quieran montar en una muralla.
Definitivamente este es uno de los apartados que más me gustó de este televisor.
Como mencioné anteriormente, nosotros contamos con el modelo 55 pulgadas de esta ULED H8G. El panel es uno del tipo LCD de resolución 4K, es compatible con HDR10+.
Es un panel bastante simple a decir verdad. No cuenta con ningún tipo de tecnología extra además de las mencionadas anteriormente. Sin embargo, aquello no es algo malo — especialmente considerando el precio —, ya que de por sí, la pantalla se ve bastante bien.
Los colores son buenos, no excelentes, pero cumplen. Eso sí, los negros son espectaculares, y la verdad es que esta fue una de las cosas que más me sorprendió de este televisor. El brillo máximo es muy bueno también, y en general, las imágenes se ven claras y nítidas, sin ningún tipo de problema aún cuando le llega el sol o algún otro brillo. El único pero que le encontré, fue las esquinas tienen un desvanecimiento de colores bastante notorio.
Donde tuve una experiencia más o menos irregular, fueron con los distintos modos de imagen.
El modo juego en particular lo encontré un desastre: en vez de potenciar una imagen óptima para jugar, me entregó una con colores un tanto lavados y desaturados, mientras que con el modo cine, este me anduvo bastante bien: optimiza la imagen para aprovechar al máximo las capacidades HDR del televisor. Continuando con el tema de los juegos, para los más casuales el input lag es está ok, sin embargo, para shooters me resultó algo incómodo.
Más allá de la calidad del mismo — que es bueno dentro de todo –, son esos detalles los que me indican que el panel es acorde al precio al que se ofrece este televisor. Quizás le falta algún tipo de optimización vía software, o a lo mejor alguna que otra calibración.
Por último, en cuanto a audio, aquí tampoco tenemos muchas cosas que comentar al respecto. ¿Dolby Atmos? Nope, y la verdad es que se extraña, porque el audio es probablemente uno de los puntos más débiles de este televisor. Cumplen, pero no esperes escuchar tanto detalle a través de ellos. Lo ideal, para aprovechar al máximo la experiencia, es conectarlo a algún soundbar o equipo de audio externo.
En otros mercados, este televisor incluye Android TV en su interior, pero a nuestro país solamente llega con un SO propio de la compañía llamado VIDAA U.
Este sistema operativo incluye algunas aplicaciones como Netflix, YouTube, un navegador web e incluso unos cuantos juegos. Su interfaz es muy simple e intuitiva de utilizar, y para mi gusto, cuenta con una cantidad pequeña, pero suficiente de configuraciones — suficientes como para no marearme con tantos ajustes.
Además, la interfaz se mueve con total soltura. No es necesariamente el televisor más rápido que haya probado, pero al menos no existe ningún tipo de lag o retraso a la hora de movernos por los menús.
La navegación es bastante sencilla. Con presionar el botón home del control remoto accedemos al menú principal, desde donde podremos acceder a todas las funciones que necesitemos, e incluso podemos dejar aplicaciones, canales o fuentes en favoritos, para así tener un acceso directo mucho más rápido. Además, la interfaz nos muestra la fecha y hora, la temperatura y la red WiFi a la que estamos conectados.
En general, el sistema operativo incluido es bastante decente dentro de todo, pero definitivamente no se acerca a la experiencia que te puede entregar Android TV.
En cuanto al control remoto no tenemos mucho de que hablar al respecto. Es de esos que bastante simples en cuanto a forma y funcionamiento.
Tiene una cantidad suficiente de botones — que, dicho sea de paso, es muy satisfactorio presionarlos —, e incluye algunos accesos directos a Netflix, YouTube y al modo fútbol. Ah, y un buen detalle que tiene, es que tanto el botón de encendido, como los de control de volumen y cambio de canales están acompañados de una escritura en braille.
Es de un tamaño medio y es bastante ligero, es muy cómodo de tener en la mano. Eso sí, este control está construido en un plástico que definitivamente se siente muy barato, aunque no se siente para nada débil.
De esta Hisense ULED H8G me quedo con una cosa sumamente importante: que en el mercado actual hay tremendas opciones por precios relativamente bajos.
Esto es, por supuesto, algo bastante bueno. Habiendo tenido la oportunidad de probar otros televisores de mayor gama, es interesante saber que por el rango de los precios bajos a medios hay opciones bastante competentes, y este televisor definitivamente pertenece a uno de ellos.
De partida, la H8G es un televisor que se ve bastante bien estéticamente, es muy discreto, y me gusta bastante el detalle en color cobre de la parte inferior. En cuanto a la pantalla, bueno, es lo que hay para mantener el precio relativamente bajo, y lo importante es que anda bien para la gran mayoría de las situaciones, a saber: ver series, películas, la TV y algún que otro videojuego.
El audio es probablemente el punto más bajo, pero era de esperarse considerando que es un televisor relativamente barato. Al software, aunque no llega ni de cerca a Android TV que sí lo ofrecen en otros mercados, le doy jumbitos por ser amigable y fácil de utilizar. No es el más bonito ni el que tiene más funciones, pero cumple.
Más que eso, no hay mucho que decir. ¿Lo recomiendo? Claro, pero con un gran asterisco.
Como mencioné anteriormente, hay muchas opciones de televisores por menos de $400.000 pesos, y no creo que esta sea necesariamente la mejor de todas. Por este televisor estás principalmente pagando por dos cosas: una muy buena estética y un pantalla 4K HDR bastante competente para la mayoría de nuestras exigencias. Nada más. Así que ojo con eso.
Además, encuentro una lástima que para nuestro mercado venga con menores características que en otros países. Es cosa de ver la lista de especificaciones de la versión que se vende en Estados Unidos. Ojalá en un futuro llegue esa versión.
Puedes encontrar este y otros modelos de Hisense en tiendas Falabella. Nuestro modelo — la ULED H8G de 55 pulgadas — se encuentra disponible a un precio de CLP $399.990.