Black Ops 6 es la nueva entrega de Call of Duty, y aquí te contamos nuestras impresiones del primer CoD con cuatro años de desarrollo.
Como ya es tradición, a finales de cada año recibimos un nuevo Call of Duty, y ahora es el turno de Treyarch con Black Ops 6.
Este juego es casi la antítesis de lo que fue Modern Warfare III (la entrega del año pasado), porque en esta ocasión, los desarrolladores sí tuvieron el tiempo necesario para hacer un juego triple A, siendo en este caso, cuatro años de desarrollo — esto en contraste con el año y medio que tuvo Sledgehammer Games en el juego anterior.
En ese aspecto, Black Ops 6 promete ser una de las entregas más ambiciosas y completas de la era moderna de Call of Duty, contando con los tres principales pilares de esta saga: campaña, multijugador, y zombies. Veamos si así en este review:
Si alguna vez jugaste alguna otra campaña de un Call of Duty desarrollado por Treyarch (World at War y la serie Black Ops), entonces estarás muy familiarizado con los tipos de historia que suelen contar, con
narrativas intensas que van más allá del mero conflicto bélico, y con varios giros argumentales y misiones que te revuelven la cabeza.
Black Ops 6, por supuesto, sigue la misma tónica, con la diferencia de que esta vez no fue desarrollado por Treyarch, sino que fue hecho por Raven Software — los mismos devs que están a cargo del battle royale Warzone —, y vaya que lograron entregar una campaña espectacular.
Pero antes de hablar de eso, pongamos un poco de contexto. Call of Duty Black Ops 6 es una secuela directa de la entrega anterior, Black Ops Cold War; pero también, es una secuela aún más directa de la historia contada en Black Ops 2, específicamente de la parte que se desarrolla en los años 80.
Esto significa que de golpe nos vamos a encontrar con varios cambios en la parrilla de personajes si lo comparamos con la entrega anterior: Alex Mason y Jason Hudson ya no están presentes, mientras que Frank Woods ahora está en una silla de ruedas. El que sabe, sabe; y sino, te recomiendo encarecidamente que juegues Black Ops 2, porque es un juegazo.
Ahora, en el título de esta sección puse que es la mejor campaña de la era moderna de Call of Duty (que comprende desde Modern Warfare 2019 en adelante), y el motivo es sencillo: no es el típico modo historia que solemos ver en estos juegos.
Bueno, al verlo a nivel general, sí es la típica historia de CoD, en donde hay una nueva amenaza para el mundo, y es el trabajo de los protagonistas el detenerlo. En este caso, esa fuerza antagónica se llama Pantheon.
El twist está en que Pantheon es un enemigo mucho más complejo, que no se reduce a un solo villano (aunque para efectos de la historia sí hay uno, pero que no es ni la cabeza de esta organización), y que además, sabemos que nace desde la interna de la CIA.
Esto último es sumamente importante, porque significa que aquí la narrativa no es contra una nación o contra unos terroristas, sino que es contra la misma organización a la que nuestros protagonistas pertenecen. Esto hace que el juego adopte un tono distinto al típico juego de guerra, y se parezca más a uno de detectives o espías.
Esto obviamente tiene impacto en la jugabilidad de este modo.
Si bien están las típicas misiones en donde eres un soldado más (el juego aprovecha la Guerra del Golfo y el régimen de Saddam Hussein para contar parte de la historia), el grueso de estas son actuando encubierto o de manera clandestina, por lo que aquí el equipamiento que usamos y la forma en que encaramos las misiones son aún más relevantes.
Para esto último existe el refugio (safehouse), concepto que vimos en Black Ops Cold War, y que sirve como el punto de “descanso” entre cada misión.
Desde aquí podemos mejorar habilidades y equipamiento, las cuales podemos adquirir con dinero (el cual uno va recolectando en cada nivel); conocer más sobre la historia que nos están contando y el background de los personajes; y por supuesto, empezar la próxima misión.
Además, Black Ops 6 retoma la idea de las misiones “a mundo abierto” que vimos en Modern Warfare III, pero aquí están mucho mucho más contenidas. De hecho, más que ser de mundo abierto, son con múltiples objetivos a los cuales uno tiene la libertad para escoger el orden en el cual completarlos, mientras que a su vez la narrativa sigue avanzando (algo que no pasaba en MWIII).
En general, es una historia muy buena y que está muy bien contada. Hay algunos niveles que literalmente te vuelan la cabeza, y el villano está fácil dentro del top 3 de la serie Black Ops.
Puntos negativos realmente no tiene, salvo por el hecho de que nuestro protagonista, “Case”, no habla, lo cual me parece insólito dada la relevancia que tiene el personaje en el desarrollo y entendimiento de la trama. Además es raro porque que en este juego uno no puede personalizar el nombre ni el sexo del protagonista, como sí era el caso en Cold War.
También debo admitir que el grupo antagonista no me termina de convencer al 100%, porque no se siente tanto como una amenaza real si se compara a Perseus (el de la entrega anterior). Yo creo que esto es porque cuando se descubre quien es el villano, el foco rápidamente cambia hacia esa persona, dejando casi de lado cualquier desarrollo asociado a Pantheon.
Fuera de eso, es una campaña que además está llena de contenido, y se toma su tiempo para contar la historia. De hecho, es una de las más largas de los últimos años, con un total de 11 misiones, te puedes demorar fácilmente 7 a 8 horas en completarlo si vas avanzando “tranquilo”.
Como todos los años, lo que define el éxito o el fracaso de un Call of Duty (para la comunidad) es su modo multijugador.
Por lo general, los juegos de Treyarch son los que tienen el feeling más arcade de los tres estudios principales que trabajan en esta franquicia. Esto se traduce en un gameplay mucho más frenético, con mapas relativamente pequeños, en donde se fomenta mucho el movimiento y con un mayor énfasis en las habilidades del jugador con su arma.
Eso es exactamente Black Ops 6. Es muy similar a cómo se jugaba Black Ops Cold War, Black Ops 4… Pero con una importante diferencia.
Ahora existe el nuevo sistema de omnimovemento (omnimovement), que básicamente significa que ahora puedes correr, deslizarte o tirarte al piso en cualquier dirección. Además, añade la posición supina como alternativa a la hora de estar tumbado — es decir, estar acostado boca arriba con las piernas extendidas.
Este cambio, por más que suene como una nimiedad, es tremendo. Poder esprintar en todas las direcciones no solamente significa que todo se vuelve aún más intenso y frenético, sino que también se traduce en un gameplay mucho más fluido, y que además potencia el aspecto arcade que un CoD siempre debe tener.
Es fácil el cambio más importante que ha sufrido la franquicia desde que se introdujo el denominado “movimiento avanzado” (con jetpacks y poder correr por las murallas) en Advanced Warfare, Black Ops 3 e Infinite Warfare; con la diferencia de que este tiene, a mi parecer, un menor impacto en la jugabilidad (y por lo tanto, no crea un gran skill gap entre jugadores que lo usan versus los que no), además de generar momentos muy entretenidos, dignos de películas de acción.
En general, todo el multijugador de Black Ops 6 está muy bien logrado. El gameplay es muy entretenido, especialmente gracias al omnimovimiento y la existencia de mecanismos clásicos (como las rachas de bajas, el sistema de ventajas, y el regreso de las wildcards); tenemos una muy buena variedad de armas, y hasta el sistema de gunsmith ha sido simplificado y enriquecido con más información de los aditamentos y su impacto en las armas.
Pero este juego tiene un problema notable: los mapas. Los números en el papel suenan bien: doce locales de 6v6, cinco de 3v3 y ahora que ya empezó la primera temporada, se sumaron un total de cinco mapas nuevos, por lo que en total hay 22 mapas para jugar. El problema está en que la gran mayoría no están muy bien planteados.
Treyarch promocionó los mapas de este juego como pequeños y con la clásica distribución de 3 caminos. Lo primero si se cumple (en realidad es una mezcla entre mapas medianos y pequeños), pero lo segundo se cae un muchos casos.
La distribución en buena parte de los mapas es desordenada, y en otros, ocurre que el flujo se corta en muchos de los caminos, generando puntos en donde no puedes “controlar” el espacio porque los enemigos te pueden venir desde varias direcciones a la vez. Me imagino que este diseño responde un poco a la implementación del sistema de omnimovimiento, especialmente para evitar que todo sea excesivamente frenético.
El tema con eso, es que genera que muchos jugadores opten por jugar en los mapas más pequeños, como Nuketown o los que son para 3v3, quitándole así variedad al gameplay. Aunque siendo justos, este problema viene aquejando a la franquicia desde Modern Warfare (2019), y no es algo exclusivo de este juego.
Dejando eso de lado, quiero cerrar este apartado con algo positivo. Después de varios años, por fin regresa el sistema de prestigio, el cual fue última vez visto en 2018, y que permite “reiniciar” nuestro nivel a cambio de varias recompensas. Y vaya que hay una gran cantidad de recompensas.
En total son 10 prestigios, que básicamente consisten en diez sets de 55 niveles cada uno. Cada prestigio tiene su propio icono — basados en los juegos anteriores de Treyarch —, y cada 10 niveles se desbloquean nuevas tarjetas, skins para los operadores o blueprints de armas. Al llegar al nivel 55 del prestigio 10, podemos entrar a prestigio maestro, y ahí son otros 1000 niveles más que tenemos que alcanzar para ahí recién poder desbloquear todo.
El sistema de progresión es uno de los puntos más fuertes de Black Ops 6, y es fácilmente el juego con más cosas por hacer y desbloquear de los últimos años. El prestigio permite que siempre nuestra experiencia ganada en el juego valga para algo, aún cuando ya llegamos al nivel máximo o completamos el pase de batalla.
Después de varios años, por fin vuelve el modo zombies basado en rondas, y vaya que lo hizo con todo en Black Ops 6. El juego llegó con dos mapas en su lanzamiento: Terminus y Liberty Falls; dos experiencias similares pero con objetivos distintos.
Terminus es el mapa para los jugadores más experimentados y que siguen la historia de este modo, que se conoce como el Dark Aether, el cual, recordemos, es casi un reboot de la historia original que llegó en Call of Duty Black Ops Cold War.
Este mapa es grande, fácil uno de los de mayor tamaño dentro del modo basado en rondas. Se trata de una isla que funciona como un complejo de investigación del Dark Aether, y que viene a ser la continuación directa de la última parte de la historia que se vio en Black Ops Cold War.
Es un lugar con mucha verticalidad, y hasta se apoya en el uso de zodiacs para movernos entre la isla central y las adyacentes que componen este mapa. Tiene muchos espacios por descubrir, por lo que toma varios intentos para poder aprenderse de memoria todo lo que ofrece.
Por su parte, Liberty Falls tiene un layout más pequeño y sencillo, el cual se basa en una ciudad de West Virginia en Estados Unidos.
Es un mapa que si bien tiene su relevancia dentro de la narrativa del juego, fue pensado para entregar una experiencia mucho más distendida comparado al otro. Es la mejor opción para los jugadores más novatos, o para aquellos que quieren ganar más experiencia, subir de nivel las armas o para desbloquear camuflajes.
Además, ahora en la primera temporada llegó el tercer mapa de este modo, llamado Citadelle des Morts, el cual es simplemente espectacular. Es fácilmente uno de los mejores mapas DLC que han salido desde Black Ops 3, y lo mejor de todo, es que es gratis.
En términos de jugabilidad, la premisa es prácticamente la misma que existe desde los zombies de Call of Duty World At War (2008): la dificultad del juego aumenta en la medida en que vamos avanzando las rondas; y uno va abriendo distintas partes del mapa en la medida en que uno va juntando puntos por matar zombies.
Comparado a Black Ops Cold War, la jugabilidad se tornó un poco más difícil. Las armas son más débiles en general (o más bien, pierden efectividad mucho más rápido), y pasada la ronda 31, empiezan a salir más enemigos especiales. De Black Ops 3 vuelven los chicles o gobblegums, que otorgan ventajas o habilidades temporales una vez son consumidas.
Lo más destacable de este juego, es que por fin volvemos a tener esa atmósfera propia de un juego de este estilo. Terminus y Citadelle des Morts en particular son visualmente espectaculares, tienen mucha personalidad y hartos elementos que complementan la narrativa que se quiere contar.
Además, Treyarch quiere potenciar aún más la narrativa de este modo, y eso se ve reflejado en dos cosas.
Primero, en la existencia de un modo «dirigido», el cual te guía en los pasos para poder completar la misión principal del mapa (el famoso easter egg). Lo bueno es que este modo no elimina la tradicional búsqueda del easter egg y sus pasos durante los primeros días, ya que recién se habilita un par de semanas después de haber sido lanzado el mapa.
Segundo, en el regreso de un «equipo» dedicado para el modo, en donde debemos usar uno de los cuatro personajes principales para poder tener la experiencia completa de la historia que se nos está contando.
Este era una de las mayores críticas que los jugadores más dedicados tenían de los zombies de Black Ops Cold War, Vanguard y Modern Warfare III, ya que uno estaba obligado a jugar con los mismos operadores que ocupábamos en el multijugador, resultando en interacciones y animaciones extrañas, porque son soldados genéricos que casi no hablan ni forman parte de la historia como tal.
Todo parece indicar que este será un muy buen año para la tremenda comunidad que tiene este modo de juego, el cual en los últimos años se ha visto un tanto decepcionada por el desastre que fue Vanguard Zombies y lo poco relevante que fue Modern Warfare Zombies el año pasado.
Este es el primer Call of Duty de la saga Black Ops que adopta el nuevo motor gráfico que se viene utilizando desde Modern Warfare 2019, y como tal, no es ninguna sorpresa que el salto visual se note bastante si lo comparamos la entrega anterior, Black Ops Cold War (2020).
Ahora, a diferencia de los juegos desarrollados por Infinity Ward o Sledgehammer Games, Treyarch por lo general adopta un estilo más caricaturesco o colorido, que refleja la naturaleza más arcade que sus juegos suelen tener si se comparan a los que son hechos por los otros dos estudios.
Esto significa que aquí no nos encontraremos con gráficos más realistas ni tanto contraste en la iluminación. En cambio, tenemos más colores y efectos visuales mucho más llamativos, que van en función de facilitar la detección de enemigos u objetos, lo cual obviamente mejora el flujo de las partidas.
En términos de rendimiento, Black Ops 6 en general está super bien pulido desde su lanzamiento, al menos en la versión que estoy jugando (PS5).
Más allá de los típicos problemas de balance en el modo multijugador, no hay (ni hubo) ningún bug ni exploit que afectara el funcionamiento general del juego, ni tampoco problemas gráficos o de audio que al menos yo me pudiera topar.
Donde sí hay problemas es con los servidores y la calidad de las conexiones en general. Es muy común encontrarse con serias pérdidas de paquetes cada cierto tiempo, resultando en que el juego se quede pegado por un brevísimo periodo de tiempo. Este problema afecta tanto el modo multijugador como en zombies (incluso jugando solo!), y lo peor de todo es que a poco más de un mes y medio de lanzamiento, las cosas no han mejorado mucho.
Call of Duty Black Ops 6 es el fácil el mejor juego de la era moderna de esta saga (desde 2019 en adelante), y eso, en parte, se explica por esos cuatro años de desarrollo. Es por lejos el CoD más pulido y completo que hemos recibido en muchos años, está lleno de contenido, y se nota que los desarrolladores tuvieron el tiempo que necesitaban para poder ejecutar bien la idea.
El modo historia es excelente, con una de las mejores narrativas que hemos visto en mucho tiempo en esta franquicia. Se agradece que tenga mucho contenido y se tome su tiempo para contarla, porque la verdad es que las últimas tres entregas (Vanguard, Modern Warfare II y Modern Warfare II) han sido bastante deficientes en este apartado.
Por su parte, el multijugador se siente refrescante gracias al nuevo sistema de movimiento, aunque queda algo cojo con los mapas de lanzamiento. Esperemos que los locales de en las próximas temporadas de contenido gratuito se mejore en ese apartado.
Zombies es la guinda que completa esta torta. Treyarch tomó prácticamente todo el feedback que la comunidad ha entregado en las versiones anteriores, y ha mejorado casi todo el modo para entregarnos una versión de zombies que a mi parecer es casi perfecta.
Obviamente no todo es color de rosa. Como mencioné antes, el hecho de que nuestro protagonista sea mudo le quita bastante a una historia excelente; mientras que en el modo multijugador, además del problema de los mapas, el sistema de matchmaking sigue siendo un dolor de cabeza para muchos jugadores que sienten «castigados» porque muchas veces optimiza más por habilidad que por conexión.
El tema de calidad de la conexión también es un problema. Y bueno, también están los hackers, que han sido el gran dolor de cabeza en este juego, e incluso el mismo equipo detrás del sistema de anticheat que tiene el juego ha admitido que no han estado a la altura para resolver este problema.
En fin, podría decir más cosas, pero creo que en general Black Ops 6 queda muy bien parado, no solo al evaluarlo como un Call of Duty más, sino que también como juego. Creo que es una muy buena entrega tanto para novatos como para veteranos de la saga.
Además, tiene la ventaja de que no es necesario pagar los 70 dólares que cuesta para poder acceder a él. Si tienes Xbox o una PC, tienes la opción de poder jugarlo con gamepass, lo cual hace aún más accesible para nuevos jugadores.