El extremadamente delgado iPhone Air llegó a nuestras manos y probamos todo lo bueno, lo malo y lo nuevo. Ven a conocerlo!¡

Partimos el último cuarto del año y todos sabemos lo que eso significa: la llegada de los nuevos iPhone a nuestro país. En este ocasión, Apple ha lanzado cuatro nuevos dispositivos, los ya conocidos iPhone 17, iPhone 17 Pro y iPhone 17 Pro Max, pero además suma un nuevo integrante a la familia: el novedoso iPhone Air.
Ya pusimos nuestras manos sobre él y lo hemos estado probando por las últimas semanas, así que ya estamos en condiciones para contarles todo lo bueno, lo malo y lo nuevo que encontramos en este aparato. Vamos con el review.
Hace algunos días estuve hablando con un buen amigo y colega del medio, donde conversamos que desde hace un buen tiempo no se sentía ese factor ¡wow! en una presentación de tecnología y, creo, que si no hubiésemos tenido tantas filtraciones hoy en día, el iPhone Air es uno de los pocos teléfonos que lo hubiese logrado.
El diseño es realmente una obra de arte de ingeniería. Primero, obviamente es el iPhone más delgado a la fecha, logrando unos mínimos 5.6mm de grosor, pero detrás de eso hay un montón de decisiones muy bien hechas. Lo primero, es que para lograr ser así de delgado, muchos de los componentes se movieron hacia la parte superior, donde está el bump de la cámara. Lo primero que pensé cuando supe eso es que el balance de peso debe ser horrible, pero lograron que se sienta muy balanceado en la parte inferior también. Punto para Apple.
Todo el cuerpo está hecho de titanio, lo que permite mantener un peso bajo y muy buena durabilidad. Obvio sabemos que dado eso, los bordes se manchan muy fácilmente, aunque son tan pequeños que llega a ser casi imperceptible a ratos. Hablando de bordes, los botones y ranura USB-C están muy bien logradas para caber perfectamente, pero dejando un mínimo de holgura para no parecer incómodos.
Ojo, un tema muy relevante sí es que para haber logrado ser así de delgado Apple tuvo que tomar una decisión crítica, que es remover la bandeja de la SIM en todas sus variantes, así que este iPhone Air pasa a ser el primer iPhone en Chile en no ofrecer la opción de SIM física. Si quieres usarlo, tendrá que ser sí o sí con eSIM.
Una de las cosas a las que me ha costado acostumbrarme es al tamaño, ya que encontramos un formato de 6.5 pulgadas, siendo que –desde mi perspectiva– el tamaño ideal hubiese sido los mismos 6.3 pulgadas de los modelos base de iPhone 17 y de iPhone 17 Pro. Por otro lado, yo suelo tomar el teléfono con el dedo chico apoyando la parte de abajo y, por lo delgado que es el teléfono, termina molestándome mucho antes que otros dispositivos más gruesos.
Poniendo todo en la balanza: el diseño es exquisito, y de verdad se siente muy distinto a todos los teléfonos actuales. Llama la atención desde el primer momento, cosa que desde hace rato otro lanzamiento no lograba. Como les decía, el factor ¡wow!.
La pantalla (de 6.5 pulgadas, tal como comentaba más arriba) tiene el mismo altísimo estándar que la del iPhone 16 Pro, incluyendo el mismo panel XDR, ProMotion con hasta 120Hz de tasa de refresco, Always On Display y Dynamic Island.
En esta generación el nivel de brillo máximo en su peak es de 3.000 nits, lo que se nota muchísimo al ver contenido directamente bajo la luz del sol. Además, como ya es costumbre, encontramos una calibración de color exquisita y un revestimiento antireflejo que hace bastante bien su trabajo, aunque claramente al ser una pantalla más «glossy» es difícil que esto sea 100% efectivo.
En la parte frontal también encontramos Ceramic Shield 2, por lo que ahora deberíamos esperar aún mejor resistencia contra rayones y, la verdad, en la práctica no he visto ni una sola raya en la pantalla, incluso tratando de «forzar» que aparezcan algunas dejando el teléfono en el mismo bolsillo que las llaves a ratos.
Les diría que el resto de la pantalla es un poco más de las mismas mejoras iterativas que venimos viendo año a año con Apple, pero esto lo digo como algo tremendamente positivo. Yo, al menos, soy muy fan de estos paneles.
Cuando vimos que Apple anunció un teléfono de 5.6mm de espesor, seguro que todos pensamos lo mismo: ¡el rendimiento y la batería deben ser terribles! Bueno, voy a ocupar este espacio para contarles que no es para nada así y, aunque me lo expliquen con ciencia, sigo pensando que es una especie de magia negra. Vamos con el detalle.
Primero, es importante aclarar que gran parte del «computador» dentro del iPhone está en el bump de la cámara en la parte superior, y es por eso que Apple decidió poner un solo lente en este dispositivo, por temas de espacio. En la parte inferior vamos a encontrar –en gran parte– solo la batería.
En sus entrañas encontramos el A19 Pro, mismo procesador que encontramos en la familia Pro, lo que evidentemente nos entrega un tremendo rendimiento como base. La verdad es que la elección de titanio hace que el dispositivo no se caliente tanto en el cuerpo completo, pero los bordes sí se empiezan a calentar relativamente rápido cuando lo exiges más de la cuenta, como con juegos pesados, por ejemplo.
Eso sí, hablando de juegos, la verdad es que la experiencia es excepcional, pudiendo correr sin problemas incluso aquellos con los gráficos más exigentes. Quizás lo único que no me termina de convencer es el audio, que aunque no es para nada malo, no es tan bueno como el efecto estéreo que logramos con los Pro. Seguro esto es algo que mejora en próximas iteraciones del producto.
Y sobre la batería, como decía en el principio de esta sección: ¡magia negra! Un dispositivo así de delgado uno esperaría que se quedara corto, pero todo lo contrario. Consistenemente logré cerrar los días (partiendo bien temprano, tipo 7:00 y terminando bien tarde, tipo 23:00) con al menos un 30% restante. No te va a durar dos días, pero no me pasó ninguna vez que tuviera que preocuparme de la batería durante el día.
Sabíamos que tenía que haber algún sacrificio con este diseño, así que vamos a hablar objetivamente sobre la cámara. Apple acá decidió ir con un solo lente (que es un muy buen lente, de 48MP, de 26mm, con apertura de f/1.6 y todas sus últimas tecnologías.
En condiciones normales, el lente realmente se luce. Logra un altísimo nivel de detalle, fotos mega balanceadas y me sería muy difícil criticar en lo más mínimo. Eso sí, cuando empezamos a exigirla un poquito más, empiezo a echar de menos todo lo bueno que tenía el iPhone 16 Pro y todo lo bueno que trae ahora el iPhone 17 Pro. Vamos con algunos ejemplos concretos.
Modo macro: no me di cuenta cuanto te extrañaba hasta que no te tuve. Es desesperante el querer sacar una foto muy de cerca y tener que alejar el teléfono, y creo que esto marca un tremendo punto en contra. Son muy pocos los teléfonos de este precio que no te permiten lograr este tipo de fotografías.
Nativamente encontramos un zoom de 1x y 2x, siendo ambos digitales. Eso sí, el de 2x está muy bien logrado, dado que reduce la fotografía a 24MP y logra –lo que Apple llama– calidad óptica. Eso sí, una vez que aumentamos más aún hasta llegar a los 10x llegamos a resultados mucho más ambiguos y poco consistentes.
Pese a que Apple dice que este teléfono incluye cuatro lentes en uno, creo que es justo decir que no es así. Eso sí, para tener un solo lente, sí es una cámara bastante versátil y es muy entretenido jugar con las distancias focales y con el modo retrato, que realmente funciona increíble.
Donde sí quiero poner todos mis elogios es en la cámara frontal: ¡vaya upgrade nos mandamos, Apple! Hace mucho rato que no sentía una mejora así en una cámara de un año a otro, tanto en la calidad como en las funcionalidades que añaden. Sobre estas, me encantó tener Center Stage y también el encuadre automático cuando quieres tomar fotos en grupo. No quiero alargarme en este párrafo, solo decir: esta es la nueva vara para cámaras frontales en el mercado.
Y, bueno, en video, seguimos logrando una excelente calidad (como siempre) con algunos detalles que pueden ser mínimos para algunas personas, pero para otros no tanto (como ese típico reflejo de luz cuando grabas de noche), pero creo que no hemos visto tantas mejoras en este aspecto respecto a años anteriores.
Quiero cerrar este review un poco distinto a los anteriores, porque no quiero centrarme en si deberías comprarlo o no (que obvio igual lo conversamos al final), si no en lo que significa el statement que hizo Apple al anunciar este dispositivo. Para mí, este es el futuro del iPhone. Creo que en los próximos 3 o 4 años, el iPhone Air –a medida que mejore– va a empezar a quitarle terreno al iPhone base, y eventualmente lo va a borrar del mapa. Es un desafío de ingeniería tremendo, pero siento profundamente que el futuro va hacia allá.
Ahora, ¿vale la pena comprarlo? Te diría que depende lo que estés buscando. Si estás buscando un diseño innovador, la respuesta es que sí. Es un teléfono que se va a robar todas las miradas y es muy agradable de mirar y usar. Pero, si quieres ser más práctico, el iPhone 17 «base», hoy por hoy, es una mucho mejor alternativa en relación precio-calidad.
Es una apuesta atrevida de Apple, pero necesaria para volver a estresar el mercado de los smartphones y volver a fomentar la innovación y competencia, y ya sabemos que los únicos beneficiados con esto somos nosotros, los consumidores finales.
Le pongo una estrella gigante a la marca por atreverse y por lograr lo que parecía un tanto imposible: buen rendimiento y una muy buena batería, aunque hay que saber que tendrás ciertas limitaciones, como una cámara no tan versátil como la gama más Pro. Además, recuerda que solo podrás usarlo con eSIM, que a día de hoy no es algo que esté tan maduro en Chile.
Y ustedes, ¿qué opinan del nuevo iPhone Air?