El teléfono de entrada a la familia iPhone 14 también tuvo un aumento de precios este año. ¿Vale la pena? Te invitamos a descubrirlo.
Luego de revisar el iPhone 14 Pro Max, llega el turno de la versión más pequeña de la familia en esta generación: el iPhone 14. La versión estándar de Apple para esta ocasión viene con menos novedades en el papel, pero con un aumento no menor en el precio.
Ahora que lo pudimos probar por algunas semanas, podemos aventurarnos en determinar si comprar la versión más sencilla este año vale realmente la pena. ¿Preparados? Vamos con el review.
Bueno, creo que cada vez hay menos cosas que hablar del diseño, dado que Apple ha insistido muchísimo en repetirlo año tras año. Y, bueno, no puedo culparlos, porque es un diseño que les ha resultado extremadamente bien a través del tiempo. Eso sí, ya llegamos a un punto de madurez buenísimo, donde todo se siente muy sólido y bien posicionado, pero con los mismos materiales que ya conocimos en la generación pasada.
Lo que sí quiero destacar son los colores, que vaya que se ven bien este año, particularmente el morado que tenemos en nuestras manos. Y hablando de tenerlo en las manos, en general hablamos de un diseño compacto y conocido, donde el único cambio visible es que los botones en los lados están un poquito más abajo, lo que los hace un poco más alcanzables al utilizar el teléfono con una mano.
Ah, también la manzana en la parte posterior es un poco más grande y está un poquito más abajo. Y en la versión que llega a Chile todavía vemos la querida bandeja para SIM física, dado que en nuestro país todavía es un trámite muy engorroso sacar una eSIM en cualquiera de las compañías que lo permiten.
La verdad es que pocas novedades encontramos este año en la pantalla. En resumen: es la misma pantalla del iPhone 13, sin mayores cambios. Ojo, eso no quiere decir que sea una mala pantalla, por el contrario, encontramos un panel OLED de 6,1 pulgadas con una resolución de 2532 x 1170 pixeles, logrando una densidad de 460ppi.
Eso sí, creo que este es el último año en que Apple tendrá argumentos para vender un teléfono de un millón de pesos sin subir la tasa de refresco a 120Hz. No me malentiendan, no es que si ocupamos el teléfono vayamos a notar algo lento ni mucho menos, pero después de ocupar por un par de semanas un teléfono que sí tenga una tasa de refresco mayor, sí se nota muchísimo la diferencia.
Para quien no haya probado un iPhone hace algunos años: este es un panel con buen brillo (hasta 800 nits), una exquisita calibración de color y muy buena definición. El contenido se ve igual de bien que siempre, creo que siempre lo digo: «no se como lo hace Apple para lograr esto con un panel que muchos otras marcas podrían estar usando».
Después de probar el iPhone 14 Pro Max y pasarme al iPhone 14, sentí algo inmediatamente: vaya que extrañaba usar un iPhone en formato más pequeño. Ojo, igual son 6,1 pulgadas, pero se siente mil veces más cómodo en la mano para navegar y, sobretodo, para ver contenido multimedia.
Este formato está tremendamente maduro y creo que ha resuelto muy bien el como entregar una excelente experiencia para ver videos o películas, ya que realmente fue un disfrute usarlo para ver YouTube o Netflix, respectivamente. Incluso creo que la resolución es más que suficiente para un tamaño así. algo mayor sería solo lucirse en el papel.
Además, los parlantes suenan tremendamente bien, sobretodo para ser un teléfono de formato pequeño. Apple en este sentido ha ido mejorando año tras un año una experiencia que ya era súper buena, logrando altos y medios muy contundentes y un bajo más que aceptable.
Ya, hablemos de la cámara. Sinceramente pienso que el iPhone 14 podría pelearle el trono a cualquier teléfono en el 99% de los escenarios en los cuales querríamos tomar una foto. De día logra resultados magníficos, incluso en movimiento o situaciones poco óptimas. De noche, yo le pondría nota 9/10, realmente llegamos a capturas que muy poco teléfono pueden hacer y solo le criticaría que, a diferencia de los modelos Pro, sí demora un poquito más en procesar con modo noche.
Pese a que no vemos grandes cambios en el hardware entre una generación y otra, he encontrado consistentemente mejores resultados al usar el iPhone 14. De todas maneras, en el 1% restante de los escenarios se nota mucho la diferencia con sus hermanos Pro. Estas diferencias son en su mayoría detalles, pero creo que por el precio que pagamos en estos teléfonos vale la pena fijarse en ellos.
En pocas palabras: obtendrás una cámara que tomará muy buenas fotos, con un par de lentes (12MP ambos, gran angular y ultra gran angular) que están super probados y que, en combinación con iOS, logran ser un golazo.
¿Y el video? Creo que noté menos diferencias grabando respecto del año pasado, donde ya teníamos la posibilidad de grabar hasta en 4K a 60 cuadros por segundo. Quizás la gran novedad es el Modo Acción, que nos permite grabar escenas en movimiento con mayor facilidad, pero tampoco es algo que ocuparemos tan seguido. De hecho, ahora que lo escribo, pienso que esto debería ser más una opción general dentro de la grabación de video más que una sección aparte de la cámara.
El Modo Cine me gusta más, porque nos acerca un poco a algo que hace un par de años parecía una locura en un teléfono: tener un desenfoque relativamente natural en el fondo y darle mucho más protagonismo a los protagonistas, valga la redundancia. Es bueno tenerlo en el teléfono más básico de esta familia, aunque –de nuevo– por el precio es lo mínimo que debe ofrecer la marca. Puedes ver un ejemplo en el review del iPhone 14 Pro Max, se ve prácticamente igual (además todas las fotos de ese review están tomadas con el iPhone 14).
Este año vimos la polémica decisión de Apple de dejar su nuevo procesador, el A16 Bionic, solo para el iPhone 14 y el iPhone 14 Pro, dejando al iPhone 14 (y 14 Plus) «solo» con el A15. ¿Qué implica esto en la práctica? La verdad es que absolutamente nada. El A15 sigue superando por muchísimo a su competencia directa de Qualcomm y Mediatek, y es que sabemos que pese a que su hardware es super bueno, lo que lo hace diferente es su sinergia con el software.
En el día a día realmente nunca noté que el teléfono se sintiera algo más lento ni mucho menos, de hecho, todo lo contrario, creo que uno de los puntos fuertes es el rendimiento general de este aparato. Todo fluye al son de iOS y, ni intentándolo, vas a lograr que se ponga lento.
Eso sí, vengo con una crítica bastante clara: Apple, independiente de que el A15 sea extraordinariamente bueno, los clientes que pagan un millón de pesos por este teléfono merecen tener lo último, aunque en la práctica no les signifique ninguna diferencia.
La batería es súper buena. Con el iPhone 12 y 13 hemos visto varios casos donde nos quedábamos algo cortos al finalizar el día, pero con el iPhone 14 logré terminar la jornada con algo más del 25% casi siempre, lo cual para mi es más que aceptable. Ahora claro, si lo que quieres es un teléfono en cual no te tengas que preocupar para nada por esto, quizás es mejor mirar al iPhone 14 Plus o directamente a la familia Pro.
Bueno y, entonces, ¿lo compramos? Vamos a cubrir distintos escenarios: si tienes un iPhone 12 o 13, no, no te lo compres. ¿Por qué? Porque francamente vas a ver muy pocas diferencias respecto de lo que tienes hoy y además tendrás que desenvolver una buena diferencia por el cambio.
Ahora, si vienes de un iPhone 11 o inferior, yo creo que verás un cambio tremendamente notorio, partiendo por la pantalla. El teléfono es excelente en todas sus aristas, por lo que es una decisión de compra en la que vas a ir muy a la segura (asumiendo que no quieres mirar hacia la vereda de Android, porque por este precio si encontrarás opciones muy buenas también).
El iPhone 14 no será una opción para quienes quieran un teléfono con una tasa de refresco alta y, tal como lo decía en el review, creo que este es el último año en que veremos que esto suceda. Podría apostar que el iPhone 15 vendrá al menos con una tasa de refresco de 90 Hz, aunque me inclino más hacia que tendrá 120. Y justamente por esto creo también que si no estás apurado por comprar tu nuevo iPhone, quizás valga la pena esperar hasta la próxima generación.
Al final, todo se inclina hacia una sola cosa: el precio. Si no te duele pagar los CLP $999.990 en que parte este teléfono, entonces te estarás llevando un excelente dispositivo a casa, con una gran cámara, una muy buena pantalla y un rendimiento excepcional. La decisión es tuya (y de tu billetera).