Un teléfono grande en todo aspecto: calidad, precio y prestaciones.
¿Te gustan los teléfonos grandes? Durante las últimas semanas he tenido en mis manos uno de esos teléfonos grandes de verdad. Hablamos del iPhone 12 Pro Max, que es lo mejor que tiene para ofrecer Apple en esta generación, en un formato aún más extenso que su predecesor.
Además de un renovado diseño (¡al fin!), este año vemos un gran salto en sus cámaras, en su procesador y en varios detallitos que han mejorado bastante la experiencia de uso de este dispositivo. Sí, es una gran inversión la que hay que realizar para acceder a él, así que vamos a dedicar este rato para explicar si vale o no la pena.
¡Vamos con el review!
Si en algún momento de tu vida tuviste un iPhone 5, el diseño del iPhone 12 Pro Max te resultará absolutamente familiar. Apple decidió volver a los bordes cuadrados, pero todavía seguiremos viendo varias curvaturas en la esquinas y otros lugares del teléfono. La parte posterior de vidrio luce un acabado mate, mientras que los lados son de acero inoxidable que logran un look muy brillante y elegante, aunque se llena de huellas dactilares muy rápido.
A simple viste hay una cosa que destaca inmediatamente: el modulo de la cámara es aún más grande que el año pasado, provocando una inestabilidad al momento de ponerlo en una mesa plana. Personalmente me ponía nervioso tener el teléfono apoyado en los lentes, independiente de que no vi ningún signo de desgaste, no es algo que recomendaría a la mayoría de la gente. Los botones para el encendido y el volumen ahora también son planos, y pese a que se siente bastante bien al presionarlos, son un poco menos “clicky” que el iPhone 11 Pro Max.
Sus 6.7 pulgadas lo hacen realmente un teléfono grande, que está pensado solo para quienes tienen las manos grandes o que tienen decidido usarlo con ambas manos a la vez. Quizás lo que más ayuda es la forma cuadrada, y por más que me di vueltas en algunas explicación técnica, la verdad es que simplemente es más cómodo. Otra cosa importante es que el peso está mejor distribuido, ya que aunque pesan casi lo mismo con el 11 Pro Max, el nuevo modelo se siente mucho más liviano.
También aparece en la parte posterior (aunque de forma imperceptible), un imán circular que Apple está llamando MagSafe. En el podremos conectar distintos accesorios, como cargadores inalámbricos, soportes para el auto y otras cosas que de seguro veremos en el futuro cercano. Además, cada vez que conectamos un accesorio compatible, el teléfono desplegará una pequeña animación.
El resto ya es territorio conocido, un notch que incluye la cámara frontal y los sensores de Face ID más un pequeño parlante, que sirve como complemento al que se ubica en la parte inferior para crear sonido estéreo. Ah, y por si a alguien le quedaban dudas, todavía está el clásico interruptor para poner el teléfono en silencio. Y sí, el motor de vibración sigue siendo el mejor en cualquier teléfono, con muchísima diferencia.
En resumidas cuentas, el teléfono luce muy elegante y se siente muy (pero muy) premium. Apple asegura además que es el iPhone más resistente a las caídas que hayan creado, aunque sinceramente agradezco no haber probado esta característica aún.
Llevo varios años usando teléfonos grandes, pero este es —sin duda— el más grande que haya usado. Para mi ha sido una muy buena experiencia, pero antes de hablar de la pantalla, quiero volver a recalcar que realmente es muy grande, y de seguro querrán sentir el teléfono en la mano antes de pagar por él. El factor forma es una de las piedras angulares de como sentimos un teléfono, por eso soy tan reiterativo con este tema.
Cumpliendo con mi deber cívico de dejar muy en claro el tamaño, el resto es todo de mil maravillas. La pantalla OLED de 6.7 pulgadas (que Apple llama Super Retina XDR) es sencillamente fenomenal. ¿La clave? Tanto el panel como la calibración del mismo están muy bien logradas, asegurando que se ve bien en cualquier contexto, incluso cuando la vemos directamente bajo el sol, gracias a su altísimo brillo.
Pese a que finalmente Apple no incluyó una tasa de refresco de 120Hz en esta generación, todo se ve extraordinariamente fluido. Lo que sí incluyeron fue la posibilidad de grabar (y reproducir) contenido directamente con HDR, y vaya que se ve bien. Nos adentraremos en esto un poco más adelante cuando hablemos de la cámara y sus capacidades.
Respecto del software, no vemos mucho más cambios, pero eso no es para nada algo malo. Todavía tenemos True Tone, que hace que el balance de blancos se adecúe de forma contextual a la situación de luz que haya en ese momento y Night Shift, que nos permite proteger nuestro ojos ante situaciones de baja luminosidad.
Desde hace varias generaciones que los procesadores de Apple vienen marcando la pauta en la industria, pero sinceramente a estas alturas sencillamente parece que estuvieran en una competencia totalmente distinta. El A14 Bionic viene a confirmar esto, logrando rendimiento en benchmarks que nunca antes habíamos visto, pero, lo más importante, es que logra plasmarlo en el uso que le damos día a día a nuestro teléfono.
Para los fanáticos de lo que va en el papel, el iPhone 12 Pro Max integra 6GB de RAM y una batería de 3.687mAh, y aparece en configuraciones de 128GB, 256GB y 512GB de almacenamiento interno. De todas formas es importante recalcar (para quien no lo sepa) que la optimización que se logra al tener el desarrollo del hardware junto con el software hace que esto pase absolutamente a segundo plano.
Sin tantos números de lado, el teléfono corre de forma fantástica todo lo que queramos hacer sin ningún tipo de esfuerzo. Sinceramente, en estas tres semanas no tuve ningún tipo de lag ni ninguna ocasión en que se me quedara pegado. 10 de 10 en este apartado, Apple.
Al iniciar el teléfono, de inmediato nos solicitará instalar iOS 14.3, la más reciente versión de su sistema operativo. En esta ocasión (y sobre todo con una pantalla más grande) vienen muy bien los nuevos widgets que podemos ocupar en nuestra pantalla de inicio. Además, siendo completamente honesto, parecía una locura que Apple no tuviera la posibilidad de personalizar en ningún grado nuestro «escritorio».
Si eres un usuario de iOS desde hace un tiempo, ya sabrás la base de todo lo que viene empaquetado en este nuevo dispositivo. En caso de que vengas de Android, creo que es justo decir que este año ambos sistemas operativos tienen más similitudes que nunca y que, le guste a quien le guste, han ido aprendiendo cosas uno de otro para lograr entregar a sus usuarios lo que de verdad quieren.
Aparte de que el rendimiento es destacable, también lo es la duración de la batería. Al principio tuve mis dudas sobre que tanto podría aguantar una batería relativamente pequeña en este tremendo dispositivo, pero la mejor de las noticias fue que no tuve que preocuparme en ningún minuto de ello.
En un día normal, que para mi suele ser bastante movido, llegué al final de la jornada con 6 horas de pantalla y todavía un 20% o 30% restante de batería. Para quien se pregunte cual es mi uso diario: estamos hablando de mucho Spotify, algo de YouTube, mucho WhatsApp y correo, además de varios minutos de navegación (y eso que estoy usando Chrome, no Safari).
Incluso en día en que me tocó viajar de Chillán a Santiago por el día (y utilizando muchísimo Google Maps y GPS), alcancé a llegar de vuelta con algo de batería. Eso sí, aquí si tuve que recurrir al modo de ahorro de batería.
Recordemos que ningún iPhone esta temporada va a incluir cargador en su caja, por lo que si quieres tener carga rápida, tendrás que invertir en el adaptador de 18W o 20W, que cuesta al menos unos 23 mil pesos. En caso de que prefieras ir por el cargador MagSafe, de igual forma tendrás que comprar el adaptador de corriente, ya que tampoco lo incluye en la caja.
Como algunos de ustedes sabrán, durante varios años de mi vida usé teléfonos Pixel de Google. A muchos de mis amigos les comenté que esos dispositivos eran los únicos que hacían que me dieran ganas de tomar fotos, y pese a que el iPhone 11 Pro Max tiene una cámara muy buena, todavía no lograba equiparar ese sentimiento. Me da gusto decir que el iPhone 12 Pro Max sí logró hacerlo: esta es la mejor cámara del mercado, y punto.
Vamos punto por punto. Primero hablemos de la fotografía en el día a día, que creo que es para lo que la mayoría lo usará. Aquí el teléfono se comporta de manera fantástica, destacando en situaciones complicadas de luminosidad y eligiendo muy bien que características y configuraciones usar en cada ocasión.
Foto tras foto me encontré con resultados que me dejaron muy conforme y, nuevamente, me daban ganas de seguir tomando fotos con él. Quizás en el único apartado donde tuve que poner un poco más de cabeza fue en el modo retrato, donde hay que probar un par de veces antes de lograr exactamente lo que queremos. La cámara eso sí es muy versátil, ya que tenemos un lente ultra gran angular y un telefoto, para ocasiones donde necesitemos alejarnos o acercarnos, respectivamente.
En esta generación se ha incorporado un sensor LiDAR, el cual ayuda a identificar los cuerpos que tenemos frente al lente. Esto ayuda a que las fotografías de noche salgan aún mejor, y vaya que se nota. Ya el año pasado teníamos muy buenas fotos en oscuridad, pero ahora son bastante mejores. Mejor aún, las fotos en modo noche se demoran muchísimo menos en procesar. La cámara frontal también ha dado un pasito adelante, sumando también ahora la posibilidad de tomar fotografías en modo nocturno.
Y, bueno, en la grabación de video pasa más o menos lo mismo: sigue alargando la tremenda diferencia que tiene versus sus competidores inmediatos. Para no extendernos tantos, solo decir que cumple con todo lo necesario: estabilización, calidad, configuración, sonido y cualquier otra cosita que se me pueda estar escapando.
Pero la gran novedad es que ahora podemos grabar video con HDR Dolby Vision y verlo directamente en nuestro teléfono. Muy interesante es también que el procesamiento va pasando en tiempo real, por lo que podemos ver directamente en el visor como se verá la imagen final. Miren, yo no soy ningún afamado director ni nada por el estilo, pero esta herramienta hace que nuestro contenido evolucione automáticamente.
Hay que recalcar que este video debe ser visto sí o sí en una pantalla compatible con este formato, de lo contrario podría verse muy saturado.
Me encantaría decirte de inmediato que sí, pero este dispositivo vale CLP $1.199.990. Esto es lo más caro que ha costado un iPhone en la historia, por lo que creo que esta ocasión merece una explicación más detallada para decidir la compra. Hay dos situaciones en que la respuesta siempre será sí: si quieres el mejor iPhone o si quieres el iPhone más grande. Recordemos que este año la única opción de acceder a una pantalla de este tamaño es el iPhone 12 Pro Max, ya que el resto bajan hasta las 6.1 y 5.4 pulgadas.
Si este no es tu caso, entonces acá hay que –inevitablemente– recomendar el iPhone 12 a secas, que creo será el mejor vendido este año con muchísima diferencia. ¿Por qué? Este año incluye una pantalla OLED, a diferencia de la LCD que incluyó el iPhone 11. Esta era una de las mayores diferencias respecto de las versiones Pro, pero ahora ha logrado achicar la diferencia de manera notable, sobretodo si consideramos que la calidad de la cámara es casi idéntica (salvo LiDAR, el lente telefoto y un par de detallitos). Con todo esto en mente hay que poner en la balanza si estás dispuesto a pagar casi 400 mil pesos adicionales por todas estas cosas.
Ahora, si evaluamos el teléfono sin considerar el precio y las otras opciones de la marca, este es sencillamente el mejor iPhone que haya pasado por mis manos. Tiene una pantalla fenomenal, se siente muy bien construido y tiene una experiencia multimedia como muy pocos. Además, incluye la mejor y más versátil cámara del mercado, junto con el mejor procesador que podamos encontrar.
En fin, a lo que quiero llegar es que si decides pagar el precio que vale el iPhone 12 Pro Max, en ningún caso te verás decepcionado y, muy seguramente, tendrás una genial experiencia con tu nuevo juguete.