Ven a conocer los nuevos audífonos de entrada de Apple, que vienen con un diseño renovado y más funciones.
Ya llevamos varios años en que los AirPods son el estándar en lo que a audífonos inalámbricos respecta. No por nada son los auriculares más vendidos a nivel mundial por varias temporadas consecutivas. Después de probar en otros segmentos con los AirPods Pro y los AirPods Max, Apple sabía que tenía renovar de manera consistente el modelo original.
Acá es donde aparece su tercera generación, que –por primera vez– renueva el diseño y suma alguna nueva funciones, además de cambiar la calidad de sonido. Tuvimos la posibilidad de probarlos por algunas semanas y ya estamos en condiciones de compartir nuestras impresiones con ustedes.
¡Vamos con el review!
Los Airpods de primera y segunda generación eran exactamente iguales en diseño, para bien y para mal. Esta tercera generación viene a cambiar un tanto las cosas, acercandose muchísimo más al diseño de los Airpods Pro. El estuche de carga cambió completamente, y ahora tiene una posición mucho más a lo ancho que a lo alto, pero en rasgos de diseño sigue siendo de la misma línea que la generación anterior.
Sobre los audífonos en sí, ahora son muchísimo más cortos que antes. Además, se perciben un poquito más “cabezones”, pero poniéndolos lado a lado, no es una diferencia significativa. En resumidas cuentas, creo que es una evolución lógica en el diseño, aunque sin ser revolucionaria.
Y aquí viene para mí lo más importante en el diseño de unos audífonos: saber que tan cómodos quedan en la oreja. La verdad es que los AirPods originales nunca fueron muy cómodos para mí. Después de tenerlos 20 o 30 minutos, ya me empezaban a doler las orejas. No se si eso será por la forma particular de mi oreja o algo así, pero era la realidad.
Con los AirPods de tercera generación, al principio, me pasó lo mismo. Eso sí, acá probé muchas «posiciones» más, hasta que encontré una donde no me molestaban para nada. Tuve que sacrificar lo firmes que quedaban, pero considerando que no los uso para hacer deporte, fue un intercambio que estuve dispuesto a realizar.
Ya, hablemos de que tan inteligentes son estas cosas. En los nuevos AirPods, la forma de interactuar con el teléfono es apretándolos. Sí, apretándolos. Al principio fue un poco extraño acostumbrarse, pero la verdad es que funciona bastante bien. Apretar una vez para pausar/reanudar, apretar dos veces para pasar a la siguiente canción/video, y así. Lo que sí faltó es una forma de invocar a Siri sin tener que decir «Oye Siri», porque a mi todavía no me acomoda hablar solo en la calle o algo así.
Y como estamos hablando de Siri, bueno, todavía es Siri, con todo lo que eso conlleva. Ha crecido mucho en los últimos años, pero sigue estando a años luz de Google Assistant, tanto en como entiende lo que digo como en los resultados que entrega tras preguntarle un par de cosas o darle algunas instrucciones.
Además, al igual que las generaciones anteriores, cuenta con varias funciones ya conocidas, como la sincronización entre todos los dispositivos que tengan tu Apple ID, que si te sacas un audífono se pausa automáticamente la música y otras cositas que ya hemos explicado anteriormente.
¿Otra cosa nueva? Traen audio espacial. Básicamente esto hace que te ubiques «al frente» de la música, por lo que si te mueves, el audio se moverá hacia ese lado. Es un poco difícil de explicar en texto, pero es una función que sinceramente no utilicé mucho y parece más un chiche. Además, creo que solo se aprovecha de verdad en Apple Music.
Donde sí encontramos una diferencia tremenda es en la calidad de audio. Los nuevos Airpods se escuchan una enormidad mejor que los de segunda generación. Pese a que esta diferencia se nota en los altos y en los medios, donde más resalta es en los bajos. Realmente se escuchan muy bien, aunque se echa de menos no tener al menos una cancelación de ruido pasiva para bloquear algo del exterior.
Eso sí, el volumen máximo es considerable, por lo que si realmente quieres desconectarte de todo lo demás, podrás lograrlo subiéndolo todo. Y hablando de sacar provecho, acá me encontré con que realmente Apple Music es la app que mejor está optimizada para escuchar en ellos. Punto importante es el audio espacial, característica que te permitirá tener un sonido envolvente y que funciona realmente bien la aplicación de Apple.
Creo que, en el segmento, son una opción muy válida si solo consideramos calidad de audio. Quizás el gran punto en contra es que no tienen cancelación de ruido activa (ni tampoco pasiva), y sí hay otras opciones en el mercado que por ese precio la ofrecen. De todas formas, esta es la tónica de la mayoría de los productos de la marca, por lo que si están pensando en comprarlos, probablemente ya estás acostumbrado.
Para ir cerrando, queda hablar de uno de los temas más importantes a la hora de elegir audífonos inalámbricos: la batería. Acá es importante aclarar que, al igual que generaciones anteriores, el estuche de los AirPods también tiene una batería incorporada que se encargará de tener ojalá siempre en 100% tus audífonos.
La batería de los audífonos en sí la encontré buena para el segmento, pero nada de otro mundo. En general pude ocuparlos por tres o cuatro días sin necesidad de cargarlos. Según el fabricante son casi 30 horas en el papel, pero creo que mi experiencia estuvo algo más cercana a las 24 o 25 horas. De todas formas, nada que preocuparse en este sentido. Sí noté que teniendo activado Audio Espacial la batería se agotaba un poco más rápido.
La novedad es que el estuche de carga es compatible con MagSafe. Esto quiere decir que tiene una serie de imanes que lo dejarán pegado al cargador, aunque no noté una diferencia considerable en la velocidad de carga comparado, por ejemplo, con los AirPods Pro. Igual esto resulta bastante cómodo, ya que a veces cuesta dejar bien ubicado los audífonos en otro cargado inalámbrico.
Entonces, ¿me los compro? La respuesta corta es: sí. Apple tiene super claro qué es lo que tiene que hacer (o seguir haciendo) para que los AirPods sigan el rumbo de los audífonos inalámbricos más vendidos en el mundo, y es por eso que acá tomó puras decisiones a la segura.
Los AirPods de tercera generación son una evolución lógica, mejorando dónde tenían que mejorar, pero sin pisarle todavía los talones a los AirPods Pro en el gran ítem que los diferencia: la cancelación de ruido. En calidad de audio cumplen sin ningún problema, pero la insonorización es clave para muchas personas a día de hoy.
Particularmente pienso que por 200 mil pesos esperaría a encontrar los AirPods Pro en oferta, pero no podría juzgar a nadie que opte por elegir los de tercera generación. Creo que en 180 mil pesos hubiesen sido un golazo, pero el dólar y la economía chilena -a estas alturas- no se lo pueden permitir.