Sin embargo, es Nougat la versión de Android con mayor presencia en el mercado actualmente estando instalado en 3 de cada 10 móviles con el OS de la gran G.
Un nuevo reporte acerca de la distribución oficial de Android actualizada al 23 de julio de 2018 se acaba de hacer oficial por parte de Google.
A continuación apreciarás las diferentes versiones que hay en la actualidad. Eso sí, desde la empresa remarcan que han descartado aquellas variantes de su software que tengan un 0,1% o menos de instalación.
En la imagen superior a estas líneas puede verse una tabla comparativa y detallada con cada versión y porcentaje.
Gingerbread es la más pequeña al contar un 0,2% y le sigue Ice Cream Sandwich con un 0,3%.
Luego está Jelly Bean que, sumando todas las variantes de esta misma versión, nos otorga un 3,6% de instalación en smartphones con el sistema operativo de la gran G.
KitKat es la última que posee cifras de un solo dígito entero con el 9,1%.
Pasando a Lollipop el número se agranda hasta el 20,4% si tenemos en cuenta tanto Lollipop 5.0 como 5.1. Marshmallow dice presente en el 23,5% de los móviles.
Y llegamos a Android Nougat… la variante con mayor cuota de mercado en la actualidad.
Nougat 7.0 posee 21,2% de presencia, mientras que Nougat 7.1 está instalado en el 9,6% de los terminales con Android. Ahora bien, si sumamos ambas eso nos da un 30,8% de disponibilidad.
Para finalizar, Oreo, la que viene a ser la última versión oficial, se encuentra en el 12,1% de los móviles con Android.
Si uno se pone a analizar todas estas cifras, una de las cosas más importantes a destacar — y que salta más a la vista — es la fragmentación característica de y en Android.
Y aquí es donde uno puede establecer una comparación con iOS con una dicotomía de por medio.
Es decir, habrá quienes digan: iOS actualiza más rápido, evita fragmentación y mantiene a muchos de sus dispositivos a la última versión. Lo cual es cierto, y hasta envidiable en cuanto a la velocidad con que un update está disponible.
No obstante, estarán aquellos otros que manifiesten que varias actualizaciones terminan ralentizando el dispositivo y te «obligan» a comprarte uno nuevo para estar con lo último y con un funcionamiento correcto.
Lo que quiero decir aquí es que cada sistema operativo tiene sus características y facetas. Y asimismo, cada una de ellas conlleva sus cosas buenas y cosas malas.
Soy alguien que piensa que es imposible conformar a todos con lo referente a versiones de software. Sin embargo, también soy de aquellos más pragmáticos en este sentido.
Lo que realmente me parece primordial es tener un sistema operativo — sea cual sea y con la variante que venga — pero con un funcionamiento aceptable. Eso es lo que hace a la experiencia de usuario.
La mayoría de las personas viven el día a día accediendo a su teléfono para realizar determinada acción. Lo toman como una herramienta. Como un medio para alcanzar un fin.
Lo importante es que ese aparato nos solucione nuestra situación de manera óptima, eso es lo verdaderamente esencial. Después de todo, ¿de qué nos serviría tener Android Oreo pero con un lag tremendo y sin poder ejecutar acciones cotidianas?