Categorías: Columnas

[Opinión] Obsolescencia programada: derrochismo in crescendo

Una pequeña reflexión sobre un silencioso enemigo.

Compartir

Es sabido por muchos que la tecnología avanza a pasos agigantados y cada día cuando le echamos un ojo a las noticias, vemos nuevos adelantos, dispositivos, celulares, etc. que suplen necesidades y hacen de nuestra vida mucho más cómoda. Ésto, nos ha llevado a querer siempre lo último, ignorando si el dispositivo que ya tenemos funciona y lo hace bien, o incluso, el fabricante de nuestro dispositivo nos limita las funciones de éste y nos vemos en la obligación de cambiarlo, es aquí cuando entra el concepto de obsolescencia programada, que pasaremos a revisar y reflexionar a continuación.

La obsolescencia programada se define como la programación del fin de la vida útil de un producto y una vez pasado ese tiempo, el producto se hace obsoleto, no funcional, inútil o inservible para así, obtener lucro económico por parte del fabricante. Si uno lee esto, quedas frío y piensas: aún cuidando, en exceso, algún producto ¿puede estropearse de la nada? posiblemente si.

Origen: crack del 29′

La obsolescencia programada no es algo nuevo, de hecho el concepto viene desde la década del 30′, gracias a los efectos del crack del 29′. La economía debía repuntar y para ello había que incentivar el consumo. Es aquí cuando empiezan los primeros alcances con la obsolescencia programada: deciden limitar y reducir la vida útil de las ampolletas y las medias para mujeres ¿Por qué? antiguamente las ampolletas estaban diseñadas para durar ¡100 años! y las medias eran irrompibles, por lo que la gente no tenía la necesidad de compras estos productos debido a su durabilidad.
Se llegó a la conclusión que todo artículo que no se desgaste es perjudicial para las empresas, ya que al no ser reemplazados, no venden y si no venden, no generan utilidades. Ante esto, se decidió que las ampolletas no debían superar las 1000 horas de duración y cualquier fabricante que no respete esta duración, sería multada. Lo mismo para las medias, se decidió empeorar su material para que se rompan fácilmente y deban ser cambiadas. Increíble ¿no? pero lo peor es que su aplicación fue llegando a otras áreas, y en la actualidad, se aprecia notoriamente en los smartphones.

Impacto en la telefonía móvil:

Diría que en promedio, cambiamos el celular cada un año, mismo tiempo que muchos fabricantes demoran en sacar un modelo nuevo, dejando el anterior obsoleto. Es cierto que muchas veces el fabricante sigue dándole soporte y actualizaciones por unos años más, pero ¿el teléfono sigue siendo el mismo después de instalar actualizaciones?

Pongamos un ejemplo, tenemos un iPhone 4s, cuyo funcionamiento con iOS 6 no tenía problemas, pero al ir actualizando a versiones más recientes, el equipo deja de responder de la misma forma debido a que el nuevo sistema necesita un hardware más potente.

Creo que está bien claro el porqué los móviles no son «eternos», porque los fabricantes necesitan generar dinero presentando algo nuevo y haciéndole creer a la gente que lo necesita. Por ejemplo, para una persona que ocupa WhatsApp, lee correos, navega, etc. le basta un teléfono con un procesador Quad Core y 1 GB de RAM ¿Es necesario que gaste más dinero en un teléfono con el doble de sus especificaciones?

Cuando el fabricante sepulta el teléfono:

Otro problema de la obsolescencia programada, es cuando el fabricante abandona el soporte de su dispositivo. Hay dos opciones, o te compras uno nuevo o vas contra la corriente buscando como seguir viviendo con él.
Muchas veces, hay usuarios están en la misma situación, recurren a internet y arman comunidades donde intercambian información, datos, repuestos, software, etc. Una de ellas es CyanogenMod, cuya comunidad de desarrolladores crea ROMs no oficiales en las cuales tienes acceso a funcionalidades que el sistema operativo oficial no te brinda e incluso, en muchos casos, mejora el rendimiento del equipo. Gracias a esta comunidad, equipos que fueron olvidados como el Galaxy S2 y el Galaxy Nexus, cuentan con una ROM no oficial de Android Lollipop, incluso el HTC Nexus One recibió KitKat gracias a ellos.

La basura de unos es riqueza para otros:

¿Sabías que lo que para nosotros es una porquería lo están llevando a África? A dicho continente llegan miles de desechos tecnológicos: pantallas rotas, computadores con fallas, etc. todo lo que en América es considerado un desperdicio. Toda esta basura tech es usada de dos formas: la primera, es quemada para extraer el cobre y otros metales de ellos, para poder revenderlos, lo cual es perjudicial para la salud de las personas que lo hacen y la otra es reciclando los equipos.

Aparte de la nula política medioambiental, evidencia lo derrochista que es nuestra sociedad: «que importa si se rompe, se tira a la basura y se compra uno nuevo«.
Pero hay que admitir que también existe complicidad con los servicios técnicos, que cuando llevas el dispositivo para que lo reparen, el costo del arreglo es más caro que el equipo mismo, diciéndote que pagar dicha suma no vale la pena.

Legislación sobre el tema:

Es cierto que la obsolescencia programada es algo condenable pero la gran pregunta es como hacerle el peso. Lo bueno es que en algunas partes del mundo se están tomando medidas contra ella: Francia lo castiga con multas y cárcel, algo que en Ecuador quieren implementar en un proyecto de ley. En el caso de Chile, lamentable no es tema y ninguna institución se hace cargo de esto.

Mucha… mucha basura:

Estamos tirando mucha basura tech sin darnos cuenta y a la vez, quizá no estamos valorando lo que tenemos. Muchas veces me cuestiono por qué cambiamos el celular tan a menudo. Es cierto que te embobas con el nuevo por sus prestaciones y lo quieres, pero ¿realmente lo necesitas? 

Antes de tirar tu teléfono a la basura por «obsoleto», piensa en todo lo que te conté anteriormente. Piensa en las miles de toneladas de desechos tech que van a parar al continente africano, piensa que tal vez no es necesario cambiar tu teléfono tan luego, puede aguantar un buen tiempo más e investiga si en internet existen comunidades en donde se intercambien datos y software para sacarle más jugo.

Por favor, no seamos tan derrochistas con nuestro dinero, apreciemos más lo que tenemos y hagámoslo rendir hasta que no de más. Que nuestra vida no se convierta en un «comprar, tirar y comprar». Por cierto, recomiendo ver un documental español, del mismo nombre, que habla sobre este tema:

Marcial Cabezas González

Estudiante de periodismo en la Usach y aspirante a periodista tech, por eso y mucho más escribo en Pisapapeles. Un tipo ambicioso, en el buen sentido. Soy de los que siguen adelante como marea constante.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Publicado por
Marcial Cabezas González